Brasil: El drama del desempleo en la juventud

Con 26% de desempleo, el ciclo por la búsqueda de empleo en la juventud es infernal. Se les pide experiencia a los jóvenes, pero, al mismo tiempo, solo es posible tener esa experiencia si se tiene empleo. O sea, la exigencia para tener empleo es haber estado ya empleado. Y así, la tasa de desempleo entre jóvenes de 18 a 24 años es más del doble de la tasa general.
Por: Júlio Anselmo
11 millones de jóvenes, casi un cuarto de la población entre 15 y 29 años, no estudian ni trabajan, son, en su mayoría, mujeres y pobres. Lo que muestra que no se trata de opción, sino de falta de condiciones, incluso de buscar empleo y estudio, con barreras impuestas por el machismo y la pobreza.
Ante la crisis económica, el gobierno Temer aprobó la reforma laboral con la disculpa de que esta traería más empleos. Pero la verdad es que está profundizando el desempleo entre los trabajadores en general y todavía más en la juventud, con un aumento también de la precarización del empleo.
La juventud, por la presión del desempleo, por la retirada de derechos promovida por el gobierno y por el desespero de tener que sobrevivir, es empujada hacia los trabajos informales. Hoy en día, el 49% de los jóvenes de 15 a 24 años se encuentran en esta situación. Además de eso, hay empleos mucho más precarios como prácticas laborales, joven aprendiz, o trabajos con un alto grado de explotación, como el telemarketing. En la práctica, son vínculos laborales en los que se sufre con los salarios bajos y en los cuales hay poco o ningún derecho laboral. Los más afectados por el desempleo y la precarización del trabajo son los jóvenes negros, las mujeres y LGBT’s.
Quien lucra con esto son los dueños de las grandes empresas, que utilizan a los trabajadores jóvenes para rebajar el salario general de la clase trabajadora. Utilizan el desempleo de la juventud para amenazar a los trabajadores ya empleados, generando competencia entre los propios trabajadores. Todo en nombre de las ganancias. Al final, quieren salarios bajos para que los lucros sean cada vez más altos. Tanto es así que el Banco Mundial propone que haya en Brasil un salario mínimo especial para la juventud, con un valor más bajo que el normal. Defiende también que los derechos laborales son malos para la juventud.
La juventud se está muriendo en el capitalismo
De acuerdo con la UNICEF, 6 de cada 10 niños y adolescentes brasileños viven en situación de pobreza. En total, son 32 millones o 61% de los jóvenes que componen la población brasileña con menos de 18 años. El estudio no se basa apenas en la renta, sino también en el acceso a derechos. Tenemos 13 millones de jóvenes con privaciones intermedias y extremas en relación al saneamiento; 8,8 millones en lo que tange a la educación; 7,6 millones en relación al acceso a agua. 73% de los que sufren esas privaciones son jóvenes negros.
Brasil es el séptimo país entre los que más matan adolescentes en el mundo, con un joven muerto cada 7 siete minutos. Entre 2012 y 2015, más de 30 mil jóvenes fueron asesinados por año en el país. De 2005 a 2015, el número de jóvenes muertos en el país creció 16,7%, totalizando más de 318 mil jóvenes asesinados. Sin contar que cerca de 30% de los presos son jóvenes de 18 a 24 años, de acuerdo con el Ministerio de Justicia. Además, el número de jóvenes que enferman de depresión es cada más grande. En los últimos cinco años, entre jóvenes de 12 a 25 años, el suicidio aumentó casi 40%.
La juventud negra y pobre es la principal víctima de los homicidios en el país, cometidos principalmente por la policía. Brasil es uno de los países que más mata LGBT’s en el mundo, y la violencia LGBTfóbica también es mayor contra la juventud.
El capitalismo destruye el derecho a la juventud
¿Como la burguesía osa hablar de derecho a la juventud, cuando vivimos en un mundo capitalista donde hay un verdadero genocidio contra la juventud negra en el país, donde todavía hay trabajo infantil y niños fuera de la escuela o pasando hambre? Está claro que el derecho a la juventud está reservado apenas para los jóvenes de la burguesía, que pueden disfrutar del derecho de prepararse para la vida adulta con todos los privilegios y todas las oportunidades.
La prensa, el Estado, los gobiernos, los capitalistas prometen un futuro mejor, dicen que el capitalismo es la tierra de las oportunidades. Le piden paciencia a la juventud trabajadora. Dicen que tenemos que esforzarnos, estudiar y trabajar, tener visión emprendedora, etc. La burguesía divulga el individualismo, el narcisismo y la competencia desenfrenada como virtudes. Todo mentira, para que la responsabilidad caiga sobre los individuos, por problemas que, en realidad, son sociales y del sistema. Además de las duras condiciones de vida, al ser bombardeada con esas mentiras, la juventud cae, inevitablemente, en la frustración.
Mientras exista el capitalismo, la juventud trabajadora estará condenada. La única garantía de que los jóvenes trabajadores tengan sus derechos garantizados, incluyendo el propio derecho a la juventud, que les es negado, es luchar por la revolución socialista, para destruir el capitalismo, que nos condena a no tener futuro, ni presente.
Tradução: Davis