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Brasil

El 55° Congreso de la UNE, la reorganización y las tareas del movimiento estudiantil

mayo 10, 2017

Después de las grandes movilizaciones de marzo y del #28A, llegamos al mes de mayo con la profundización de la crisis del gobierno. La popularidad de 4% no deja dudas: amplias camadas de los trabajadores y del pueblo pobre no confían en Temer y en el Congreso Nacional, que no se cansaron de dar ejemplos de cómo la democracia de los ricos está de espaldas a los de abajo.

Por: Israel Luz y Luciana Rocha, de la Juventud del PSTU – Brasil

La juventud trabajadora y los estudiantes fueron parte importante de esas movilizaciones. Hubo acciones en las escuelas y universidades, que demostraron la disposición de aumentar el tono contra el gobierno burgués. El próximo paso es ocupar Brasilia y fortalecer una nueva huelga general de 48 horas.

En ese contexto, comenzaron los movimientos para el 55° Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE). Los materiales de las listas, los videos en las redes sociales, no dejaron dudas: nada más parecido con la UNE pro-gobierno que la UNE de oposición. Todo en el país cambió, menos la UNE.

UNE: amiga de los poderosos, enemiga de la juventud

No tenemos memoria corta ni selectiva. Como dijimos innumerables veces, por 14 años la entidad comandada por el PCdoB fue un ministerio estudiantil. O sea, estaba atada financiera y políticamente a los gobiernos Lula y Dilma para defender sus intereses en los lugares de estudio.

Se fuese solo eso, se podría esperar que la UNE en la oposición a Temer retomase alguna independencia financiera, por ejemplo.

No obstante, no es lo que se ve. La Bienal de la UNE de este año tuvo como uno de sus financiadores al gobierno Temer, que tanto la dirección mayoritaria como la Oposición de Izquierda llaman de golpista.

La UNE tiene ligazones orgánicas con el Estado brasileño. Eso es algo totalmente natural para el PCdoB, cuya adaptación a la democracia de los ricos sigue la lógica de la mayoría de los partidos.

No en vano gobernaron con Dilma cuando ella comenzó el ajuste fiscal profundizado por Temer y hoy tienen las manos sucias de la sangre de los indios Gamela del Maranhão, Estado gobernado por Flávio Dino (PCdoB-MA).

Esa lógica no se movió un milímetro luego de junio de 2013. Ni luego de la histórica entrada en escena del movimiento de secundarios a partir de las ocupaciones de escuelas. Ni siquiera cuando esta alcanzó niveles nunca vistos en el país, como en Paraná.

Si nada de eso cambió a la UNE o hizo que los miles de jóvenes la viesen como el camino natural de continuidad de las luchas, ¿qué hace a alguien creer que el próximo Congreso de la UNE pueda cuestionar a la dirección de la Unión de la Juventud Socialista (UJS)?

La reorganización sigue, con la cara de los secundarios

El debate sobre la reorganización es el centro del problema. La pregunta es: ¿las luchas estudiantiles y de juventud –gran parte de los jóvenes, en especial negros y negras, ni están en las universidades– encuentran en la UNE su referencia política?

Para no escribir argumentos que apenas justifiquen una posición predefinida, analicemos los principales procesos masivos de lucha de la juventud estudiantil en los últimos años.

Junio de 2013 puso el país de cabeza para abajo y se chocó contra el gobierno Dilma y, en el caso de San Pablo, de donde el fuego de la indignación se extendió para el resto del país, contra el prefecto petista y el gobernador tucano [Alckmin]. La UNE apoyaba a Dilma y a Haddad [PT], y permaneció haciendo eso mismo después de la represión brutal patrocinada por ambos. La masa de estudiantes que no veía la entidad como apoyo político tenía razón suficiente para esa opinión.

En diciembre de 2015, las ocupaciones de escuelas en San Pablo abrieron un nuevo período en el movimiento estudiantil. Los protagonistas pasaron a ser secundarios negros y negras, mujeres, lgbts, que desde entonces tomaron millares de escuelas en todo el país. La UNE (o incluso la UBES [Unión Brasileña de Estudiantes Secundarios]), ¿fue la gran organizadora y referencia política de esta nueva generación?

Obviamente, no. Tanto que nadie en el movimiento estudiantil afirma eso, ni siquiera la UJS.

Sin embargo, la historia no para ahí. Luego de la caída de Dilma, podría ser que alguien tuviese expectativas de que la UNE en la oposición finalmente volviese a ser una alternativa de lucha radical. No obstante, en dos de los Estados en que el levantamiento secundario fue más fuerte en 2016, Paraná y Minas Gerais, es público que la entidad y sus brazos estudiantiles se sentaron a negociar con el gobierno Richa y Pimentel, respectivamente, sea para suspender la lucha por cuenta de las pruebas del ENEM [Examen Nacional de Educación Media], sea para acabar de hecho con el movimiento. En Curitiba [Paraná], intentaron crear un falso comando de movilización de los estudiantes que explotó gracias a la conducción burocrática del PCdoB.

Finalmente, en las ocupaciones universitarias también del año pasado [2016], quien jugó el papel protagónico fueron las centenas y centenas de activistas que organizaron por la base la lucha que culminó en la gigantesca manifestación en Brasilia, el 29 de noviembre. Aquí tampoco la UNE era la dirección política del proceso, oponiéndose incluso a la realización de cualquier foro que pudiese crear una coordinación de las luchas fuera de su control.

El 28 de abril de este año, en la mayor huelga general de la historia del país, ¿la UNE fue determinante para paralizar escuelas y universidades? Responder que el papel de la vieja entidad fue central en eso es algo que ni siquiera el estudiante más ansioso por participar por primera vez del Conune puede hacer.

El balance honesto de la lucha estudiantil reciente no deja duda: la UNE no fue capaz, por su adaptación financiera y política al Estado y por la aversión de su dirección a la democracia, de ser el foro para donde convergen las luchas. Y lo que es peor: esa entidad no solo no fue referencia sino que además permaneció como un estorbo en el desarrollo de la lucha estudiantil.

¿Y la ANEL?

Mucha cosa cambió en el país desde que la ANEL fue fundada en 2009. En aquel momento, el país todavía pasaba por el crecimiento económico que ayudaba al gobierno del PT a tener una gran popularidad. Naturalmente, la creciente polarización social y la caída de Dilma obligaron a la UNE a relocalizarse. Sin Dilma, casi todas las fuerzas organizadas de la izquierda pasaron adoptar el discurso petista del golpe y a componer frentes con el antiguo oficialismo.

La ANEL nació en 2009, en el ciclo abierto con las ocupaciones de las rectorías, cuyo mayor símbolo fue la de la USP [Universidad de San Pablo]. Fue el período contra el REUNI [Reestructuración y Expansión de las Universidades Federales], que generó un fuerte embate del movimiento estudiantil contra las rectorías, el gobierno y la propia UNE –era famosa la historia de agarradas a golpes entre el movimiento y la vieja entidad cuando la votación de ese proyecto en el consejo universitario de la UFRJ [Universidad Federal de Rio de Janeiro]–. El oficialismo de la UNE la ponía, por lo tanto, fuera de muchas luchas en las instituciones públicas. La principal razón, sin embargo, para que la juventud del PSTU fuera parte de la construcción de la ANEL fue el hecho de que las olas de lucha del movimiento se dieron por fuera y en contra de la vieja entidad. No fue ni por el burocratismo ni por el oficialismo del PCdoB. Como todavía hoy, las nuevas generaciones no encontraban entonces en el Conune el espacio a partir del cual organizar la defensa de la educación pública, por cuenta de la dirección mayoritaria y también por el hecho de que la Oposición de Izquierda, ayer como hoy, reivindica la entidad solo en semestre de congreso, optando la mayor parte del tiempo por su propia autoconstrucción.

La ANEL realizó tres victoriosos congresos con millares de estudiantes del Brasil todo y de afuera del país. Quien fue recuerda que, a pesar de la precariedad material impuesta por el financiamiento independiente del gobierno y las empresas, se trataron de encuentros donde una parte de los luchadores y las luchadoras debatieron desde la revolución siria hasta las cuotas, desde pase libre hasta la lucha contra el machismo, desde enfrentamiento a Dilma hasta la necesidad de fortalecer la lucha LGBT.

La razón para crear la ANEL sigue más viva que nunca por todo lo que dijimos hasta aquí. La entidad es parte de la historia del movimiento y probó que es posible la vida fuera de la UNE. Se puede discordar de esta opinión. Pero, a partir de eso concluir que es hora de construir la vieja entidad hay una gran distancia.

MAIS: construir lo nuevo… en la UNE

Hay poca cosa tan común en la historia como llamar a viejas estructuras de nuevas solo para justificar mantener todo como está. Como ya es una tradición del MAIS, los compañeros repiten eso en la declaración pública de ruptura con la ANEL.

El texto no trae ninguna discusión sobre lo que tratamos aquí. En él están ausentes un mínimo análisis sobre el movimiento secundario, por ejemplo, que es la línea de frente del movimiento estudiantil en el último período. Pero la ausencia más notoria es la de la reorganización. Para acertar las cuentas con el propio pasado, la coherencia mínima sería decir algo sobre el asunto.

En lugar del debate surgen los mismos argumentos y la misma política que la antigua OE [Organización Estudinatil] usó en los últimos 14 años para justificar su ida al Conune: el PCdoB es burocrático, pero allá estarán millares de estudiantes y tenemos que tomar la entidad de ellos. ¿Alguien cree eso? Fueron 14 años de tentativa bajo los gobiernos petistas. Ahora bajo Temer la entidad continúa tan controlada y comportada políticamente como antes. ¿Ahora sí? Quien vaya a la Conune puede hacer la experiencia, pero apostamos que las cosas seguirán como antes.

Al final, la ausencia de argumentos deja la impresión de que, tal como el resto de la OE, la razón real para estar en la UNE nada tiene que ver con una preocupación con los rumbos del movimiento. El verdadero motivo es pura y simplemente la autoconstrucción. No somos contrarios, evidentemente, a que los movimientos sociales quieran ganar al activismo para su proyecto político. Solo no creemos que eso se haga en detrimento del movimiento, mucho menos reflotando argumentos de más de una década y escondiendo el debate real.

¿Qué unidad se necesita?

Para nosotros, el nivel de los ataques torna fundamental juntar fuerzas para derrumbar las reformas y a Temer. Cualquiera que quiera sumarse, desde que concuerde con esa tarea de algún modo, es bienvenido. Cosa distinta es decir a los estudiantes: luche ahora y vote en 2018.

Como hemos debatido desde el segundo semestre del año pasado, la unidad principal que los estudiantes deben buscar precisa abarcar a trabajadores y trabajadoras, que después del #28A más que nunca entraron en escena. También precisa darse con la inmensa masa de jóvenes pobres que no llega ni a la puerta de la universidad, pero lucha objetivamente contra el capitalismo en las periferias de las ciudades. No tenemos miedo de decir: Brasil precisa de una revolución y los estudiantes precisan apoyar que los de abajo protagonicen eso.

Por eso defendemos que la ANEL ponga sus fuerzas al servicio de que el movimiento estudiantil combativo se junto a los trabajadores en el congreso de la CSP-Conlutas en el próximo semestre. Allí no habrá ex ministros de Estado ni dinero de grandes empresas. Pero ciertamente se podrá encontrar a una parte fundamental de los movimientos sociales que estuvieron al frente de los principales combates de los de abajo en los últimos meses.

Traducción: Natalia Estrada.

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