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Estados Unidos

¡Somos todos Ferguson!

agosto 26, 2014

¡Vamos a expandir la rebelión de Ferguson y poner fin a esta epidemia de violencia policial!

 

Ya pasaron casi dos semanas desde que el asesinato del joven Michael Brown, de 18 años, en Ferguson, Missouri explotó en revueltas y protestas contra los policías racistas.

Cada 28 horas, una persona negra es muerta por la policía o la seguridad privado. La insurrección de Ferguson encendió una llama que brilla cada vez más y muestra pocas señales de debilitamiento. Ella galvanizó no sólo la población do Missouri, sino también en todo EEUU y alrededor del mundo. Un ejemplo que muestra la solidaridad y conexión que Ferguson comparte con el mundo son los casos en que palestinos dieron consejos a través de los medios sociales de cómo lidiar con la dosis diaria de gas lacrimógeno y la violencia de la fuerza policial.

No es ninguna sorpresa el motivo de la revuelta de trabajadores negros y otros sectores oprimidos contra la naturaleza brutal de la violencia policial racista representada por la muerte de Michael Brown. Aunque el sistema de tipo apartheid de Jim Crow [leyes racistas vigentes hasta 1965, NdT]

haya terminado formalmente desde las conquistas democráticas del Movimiento de los Derechos Civiles de los años 50 y 60, en realidad, sólo mudó su forma.

Hay un resurgimiento de un «nuevo Jim Crow», especialmente desde los años 1980, cuando Reagan comenzó a desmantelar la educación pública y aumentar las prisiones. La recesión económica en Estados Unidos, que comenzó en 2008, sólo aumentó la marginalización y criminalización de los negros: el desempleo, la pobreza, la brutalidad policial, entre otras cosas, es la realidad para la mayoría de la población afro-americana, juntamente con los latinos y otros sectores oprimidos.

¡Todo el apoyo y la solidaridad con las protestas de Ferguson!

No es ninguna sorpresa que la respuesta de la comunidad negra de Ferguson haya sido grande y rebelde. Es una pequeña ciudad con una población de 21.000 habitantes, donde casi 70% de la población es negra y las autoridades son casi todas blancas. Para citar apenas un ejemplo, sólo tres de los 53 policías de la ciudad son negros. La tasa de desempleo de jóvenes negros (16 a 24 años) es de 47%, mientras que para los jóvenes blancos es de 16%. Además de eso, Missouri fue el último estado norteamericano en abolir la esclavitud.

Estos números comienzan a pintar un cuadro común a las comunidades de a clase trabajadora negra en la mayoría de los barrios, guetos y conjuntos habitacionales de baja renta por todo o país. En verdad, de acuerdo con el informe «Operación Tempestad Gueto», del Malcolm X Grasroots Movement (Movimiento Malcolm X de Base – una organización afr-americana de activistas de base) «policías, agentes de seguridad privada o vigilantes auto-designados mataron extrajudicialmente por lo menos 313 afroamericanos en 2012… Esto significa una persona negra muerta por un agente de seguridad cada 28 horas«.

El ataque militarizado contra los manifestantes de Ferguson también adicionó combustible a la indignación de la comunidad y de la nación. La primera noche de protestas enfrentó el ataque y la represión de la policía local, pero más y más personas se sumaron a la lucha en los días y noches siguientes. Las protestas superaron las centenas de millares en todo el país, algunas con más de 7,000 en las manifestaciones. Trabajadores de fast food locales (que ya fueron organizadores de la campaña por un salario mínimo de US$ 15 y por la sindicalización), otros sindicalistas, pastores y miembros de la iglesia, estudiantes, y muchos sectores salieron a las calle para juntarse a las protestas en solidaridad.

El alcalde de St. Louis y el gobernador de Missouri llamaron a la Guardia Nacional de EEUU e impusieron el toque de queda después de la media noche para reprimir e intentar impedir las protestas, peor los habitantes de Ferguson desobedecieron con coraje la orden para no ser silenciados, con o apoyo de activistas de otras ciudades y estados que fueron a Ferguson para juntarse a la lucha.

Workers’ Voice/La Voz de los Trabajadores apoya a Ferguson, protesta contra la brutalidad policial y está involucrado en iniciativas de solidaridad y manifestaciones en diferentes ciudades.

Obama gobierna para “el 1%”, no para negros y trabajadores

El asesinato racista de Michael Brown fue, lamentablemente, uno más en una larga serie de asesinatos cometidos por policías y agentes de seguridad privados en los últimos años. Los dos casos más recientes que chocaron a la opinión pública nacional fueron los de Trayvon Martin, asesinado por un vigilante en un barrio de Florida, en 2012, y el asesinato de Oscar Grant por la policía en Oakland [California], en 2010. Pero hay centenas de otros, incluyendo Kendrec McDade (Pasadena, California, 2012), Ramarley Graham (Bronx, Nueva York, 2012), Alan Blueford (Oakland, California 2012), Andy Lopez (Santa Rosa, California, 2013), Kimani Gray (Brooklyn, Nueva York 2013) y la lista continúa…

Sólo en 2014, diferentes tipos de fuerzas policiales mataron a Ezell Ford (South Los Angeles, Ca lifornia), Eric Garner (Staten Island, Nueva York), Jacorey Calhoun (Oakland), John Crawford III (Beavercreek, Ohio), Dante Parker (Victorville, California), Omar Abrego (South Los Angeles) e Alex Nieto (San Francisco, California). En la mayoría de estos casos, los asesinatos generaron una serie de manifestaciones, pero los asesinos eran absueltos por los tribunales y no responsabilizados.

Esta epidemia de asesinatos racistas no disminuyó con la elección de Obama. Muy por El contrario, continúa creciendo, mostrando que EEUU aún son hoy un país racista donde que los jóvenes negros y latinos son vistos como «criminales en potencia» por parte de la policía blanca y de la clase dominante. Las protestas contra este tipo de violencia también muestran que la esperanza de la clase trabajadora negra y de otros sectores en Obama es cada vez menor, porque pocos aún creen hoy que el presidente es un «amigo de los negros». Al contrario, su administración está continuando la guerra doméstica y en el exterior contra los que no son, y no serán, considerados “iguales” bajo el capitalismo.

Por un movimiento nacional contra a violencia policial

La rebelión de Ferguson continúa, y nosotros debemos seguir su ejemplo en todos os lugares. Debemos construir un movimiento nacional contra la brutalidad policial. Muchas veces las luchas que irrumpen en respuesta  a la brutalidad policial están geográficamente confinadas a una ciudad o región pequeña. Por ejemplo, en 1992, los tumultos en Rodney King se restringieron a California y, en 2009, las protestas e tumultos después de asesinato de Oscar Grant por parte de la policía de Oakland no se expandió más allá. La violencia policial no es un problema localizado, es el resultado de un estado racista que protege sólo “al 1%”. Por lo tanto, todos nosotros, que luchamos contra la violencia policial en nuestras comunidades debemos unirnos y hacer lo mismo en otras partes del país.

Esta es la clave para aumentar nuestras fuerzas y multiplicar nuestro poder. Un movimiento que una a los jóvenes estudiantes secundarios y universitarios en todo el país con los trabajadores que luchan en sus fábricas y locales de trabajo a escala nacional es necesario para avanzar contra el estado de opresión y explotación que los trabajadores negros enfrentan diariamente.

Para nosotros, socialistas, la brutalidad policial contra los negros es un ataque contra la clase trabajadora como un todo, toda vez que nos mantiene divididos e incapaces de unirnos en la lucha contra “el 1%”, es decir, la clase dominante. Eso quedó en evidencia en el movimiento Occupy, que tuvo que enfrentar divisiones debido a conflictos de raza y de género. En esta lucha contra las peores manifestaciones de racismo, debemos hacer que los trabajadores blancos, asiáticos y latinos se ubiquen del lado de los trabajadores negros. Además de eso, debemos movilizar a los sindicatos y exigir de la AFL-CIO y de la Federación Change to Win (Cambiar para Ganar) que tomen una posición real frente a la extrema complicidad del gobierno con la brutalidad policial.

Construir un movimiento nacional contra la violencia policial, con independencia de clase y una clara posición antirracista, significaría llegar a los activistas y organizaciones que luchan contra la violencia policial localmente en todas as grandes ciudades afectadas por la violencia policial, aprendiendo con sus luchas, e informándolos sobre la nuestra. Pero también precisamos exigir a todos los sindicatos y federaciones sindicales que se unan en esta lucha.

Para facilitar este proceso, Workers’ Voice/La Voz de los Trabajadores defiende la realización de una Conferencia Nacional contra la Violencia Policial. Esta conferencia podría establecer una red nacional que podría distribuir informaciones sobre hechos de brutalidad policial y coordinar la estrategia y las acciones contra tales episodios en todo el país.

¡Fin de toda violencia policial!

¡Juzgamiento y castigo para los asesinos de Michael Brown!

Libertação de todos os manifestantes detidos e fim de todas as acusaciones!

¡Guardia Nacional y Policía: Fuera de nuestras comunidades!

¡Por un movimiento y una Conferencia Nacional contra la Violencia Policial!

www.lavozlit. com

California, 25 de agosto de 2014

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