Vie Mar 29, 2024
29 marzo, 2024

La línea estratégica de la revolución proletaria

12 de febrero de 2023

Autor: Bolcheviques-Leninistas (Oposición de Izquierda en la ex URSS), escrito en 1932.

Ver la introducción de Marcos Margarido sobre el origen y contenido de este texto

La crisis de la Revolución y las tareas del proletariado

Sección I

LÍNEA ESTRATÉGICA DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA

Contenido:

Introducción

Capítulo I. La teoría de la Revolución Permanente y los Problemas de Construcción en la URSS

Capítulo II. El Socialismo Nacional y la Revolución Proletaria.

Capítulo III. La actual crisis de la revolución y las tareas estratégicas del proletariado.

INTRODUCCIÓN

En la insurrección de octubre, la revolución democrática se entrelazaba directamente con la primera etapa de la revolución socialista.

El programa del Partido Bolchevique elaborado por Lenin en el 8° Congreso considera la insurrección de octubre como la primera etapa de la revolución mundial, de la que no se puede separar. El principio básico de la revolución permanente encuentra su expresión en esta afirmación de nuestro programa: «Esta es la mayor dificultad de la revolución rusa, su mayor problema histórico: la necesidad de resolver problemas internacionales, … efectuar la transición de nuestra revolución estrictamente nacional a la revolución mundial”. La caracterización de Lenin de las tareas de la revolución nacional estuvo plenamente justificada en todas las etapas posteriores de su desarrollo. Todas las principales dificultades y contradicciones de la revolución nacional se basaron en las contradicciones entre el carácter internacional de la revolución y el carácter nacional de la construcción socialista en el país. Por eso, Lenin repetía incansablemente que “nuestra salvación de todas estas dificultades está en la revolución europea” y que “estamos lejos de haber completado siquiera el período de transición del capitalismo al socialismo. Nunca alimentamos la esperanza de poder terminarlo sin la ayuda del proletariado internacional ” [1] (Lenin). Estas declaraciones leninistas, que forman la base de la teoría de la revolución permanente, determinan la línea estratégica del marxismo-bolchevismo. A ella se opone la teoría del socialismo en un solo país, que bendice la revolución nacional como perfecta, la divorcia de la revolución internacional y es la base estratégica del socialismo nacional.

Capítulo I

La teoría de la revolución permanente y los problemas de la construcción socialista en la URSS

1) La premisa básica de la teoría de la revolución permanente se expresa en las palabras de Lenin: “Dado que la industria a gran escala existe en escala mundial, no hay duda de que es posible una transición directa al socialismo, y nadie negará este hecho. …” [2] (Vol. 18, cap. 1 p. 435).

Esto elimina la cuestión de si los países son individualmente maduros o inmaduros para el socialismo. Para una transición victoriosa a la revolución socialista en cualquier país técnicamente atrasado y campesino, solo es necesario que el proletariado de ese país, de acuerdo con su papel social-histórico, consiga dirigir una revolución democrática nacional y derribar a la burguesía en el poder. Sin embargo, lo que sigue de este punto de partida es que la revolución proletaria victoriosa en Rusia es solo un eslabón en la cadena internacional de la economía mundial y de la división internacional del trabajo. Existimos en la cadena de Estados capitalistas como un eslabón de la economía mundial y, en consecuencia, “la evaluación correcta de la revolución proletaria solo es posible desde una perspectiva internacional” (Lenin).

2) El equilibrio dinámico de la economía soviética no puede considerarse como el de una economía cerrada y autosuficiente. La economía de la URSS se desarrolla bajo la presión de la economía mundial; ella ha entrado en el sistema de la división internacional del trabajo y es una parte muy peculiar, pero integral, del mercado mundial «al cual estamos subordinados y del cual no podemos romper (Lenin). Internamente, el equilibrio económico se mantiene a través del proceso de exportación e importación. Cuanto más se involucra la economía soviética en el sistema de división internacional del trabajo, más directa e inmediatamente los elementos de la economía soviética, como el precio y la calidad, se vuelven dependientes de los elementos correspondientes del mercado mundial. Al mismo tiempo, la economía soviética está en constante lucha con el sistema capitalista mundial… Las conexiones [ilegible] con el mercado mundial agravan esta lucha. Bajo estas condiciones, la fuerza de nuestra resistencia a la presión económica y político-militar del capital mundial determina la dirección de nuestro desarrollo económico. Pero, no somos libres de elegir nuestro ritmo. Él está determinado, por un lado, por las condiciones materiales del propio [ilegible] productivo y, por otro, por la necesidad de alcanzar y superar a los países avanzados, como está escrito en nuestra plataforma: “En la larga lucha entre dos sistemas sociales irreconciliablemente hostiles –capitalismo y socialismo– el resultado en última instancia estará determinado por la productividad relativa del trabajo en cada sistema. Y esto, en condiciones de mercado, se medirá por la relación entre nuestros precios domésticos y los precios mundiales[3]. Preservar la proporcionalidad dinámica de la economía y al mismo tiempo acelerar su propio desarrollo, asegurando que los elementos socialistas prevalezcan sobre los capitalistas, solo se puede alcanzar si contamos con las ventajas de la economía planificada socialista.

Utilizaremos los recursos provenientes de la división global del trabajo para nuestro beneficio.

3) Como –en presencia de una economía mundial interconectada y de una división mundial del trabajo– no hay un solo país (incluso el más avanzado), que tenga una gran industria universalmente desarrollada, capaz de garantizar la construcción del socialismo en un marco nacional cerrado (tal industria, que garantice la construcción del socialismo, existe solo en escala mundial), entonces el proletariado, en interés de aumentar la productividad del trabajo, es forzado, simultáneamente con el fortalecimiento de las relaciones de comercio exterior, a permitir, dentro de ciertos límites, el desarrollo del capitalismo en el país (concesiones, [ilegible]… mixtas, mercado interno). Es también de aquí que surge la NEP, como forma de conexión económica entre la gran industria y las masas de pequeños productores agrícolas dispersos, y que nos es dictada por el sistema de la economía mundial moderna.

Así, resulta que: “Nuestro orden social se basa no solo en la lucha entre socialismo y capitalismo, sino, bajo ciertos límites, también en su cooperación” (Trotsky). En estas condiciones, la tarea principal es: “encauzar el inevitable desarrollo del capitalismo (en determinado grado y período) hacia los canales del capitalismo de Estado… asegurar su transformación en socialismo en un futuro próximo… y fortalecer las relaciones económicas reguladas por el Estado contra la anarquía de las relaciones pequeñoburguesas”.[4] (Lenin), es decir: subordinar el elemento pequeñoburgués a la responsabilidad y control del Estado y preparar condiciones para la industrialización y colectivización, sobre la base de la electrificación, porque: “Si no hay electrificación, la vuelta al capitalismo es inevitable en cualquier situación [5] (Lenin).

4) Todos los procesos económicos básicos en la URSS no están… [ilegibles] en conexión con… [corte de margen de página] ”y están sujetos, en un grado u otro, a las leyes que rigen el desarrollo del capitalismo, incluido el cambio de coyunturas (Trotsky). Esto crea una peculiar interconexión y conexión recíprocas de contradicciones internas y externas. Las contradicciones internas están indisolublemente ligadas a las externas por un nudo. Es imposible superar las primeras sin resolver las segundas. La imposibilidad de construir una economía socialista autosuficiente reproduce, en cada nueva etapa, las contradicciones internas y externas de la construcción socialista en volumen y profundidad aun mayores. Así, las contradicciones del desarrollo de la URSS llevan, en última instancia, a las contradicciones entre el Estado obrero aislado y el mundo capitalista que lo cerca. La superación completa de todas estas contradicciones solo es posible por medio de la revolución mundial.

5) La construcción socialista de la URSS se basa en una lucha de clases continua y agravada en escalas nacional e internacional. La revolución proletaria, al contrario de todas las otras revoluciones, busca no perpetuar el dominio de cualquier clase, sino destruir todas las clases. Como un proceso continuo, no puede detenerse en una fase formal, impidiendo que la sociedad encuentre su equilibrio: está en una etapa de declive y debe, simultáneamente, preparar los elementos para un futuro ascenso sobre una base más elevada que la alcanzada en el ascenso anterior. Todo el desarrollo tiene lugar en continuos enfrentamientos entre los varios sectores de clases en una sociedad en reestructuración, y en una fase de lucha sin fin, donde se rehacen todas las relaciones sociales. “Mientras existan obreros y campesinos como clases, el socialismo sigue siendo impracticable y, en la práctica y a cada paso, tiene lugar una lucha irreconciliable” (Lenin). Sin embargo, los métodos y formas de esta lucha entre el proletariado y los campesinos deben diferir de los que el proletariado utilizó tanto contra los capitalistas y como contra los terratenientes.

Pero también toman la forma de un acuerdo “equilibrado” entre estas clases sobre la base de la hegemonía del proletariado. Este acuerdo es alcanzado a través de ciertas concesiones al campesinado «en la determinación de los métodos para llevar a cabo la transformación socialista” (programa del Partido Comunista de la Unión Soviética) en los límites del curso de la abolición de las clases y para fortalecer el poder del proletariado. La forma de superar el campesinado como “última clase capitalista” no es a través de sus… [ilegibles] administrativa por métodos de apropiación, sino a través de la influencia [ilegible] de la gran industria sobre el sector agrícola. El acuerdo con el campesinado debe ser una de las medidas destinadas a la abolición de las clases, es decir, como un medio para la restauración y el desarrollo más poderoso de la gran industria y para la remodelación social del propio campesinado. “Pero esta tarea (la eliminación completa de la contradicción entre ciudad y aldea) –una de las tareas básicas del socialismo– exigiría, a su vez, la utilización de los recursos de la economía mundial [en una medida hasta entonces desconocida][6][7] (Trotsky, Problemas del Desarrollo de la URSS). Esta tarea solo podrá resolverse total y completamente en el ámbito de la industria mundial, es decir, después de la victoria de los obreros de los países avanzados. Antes de esta victoria, “la cuestión principal para nosotros sigue siendo el correcto establecimiento de la relación entre el proletariado y el campesinado, correcto desde el punto de vista de la abolición de las clases” (Lenin).

6) Como el sistema capitalista domina la arena mundial, miles de hilos conectan el capitalismo mundial con la pequeña producción de mercancías, que genera continuamente el capitalismo en gran escala. Por lo tanto, el desarrollo de la lucha de clases en el país está íntimamente ligado y condicionado por el curso general de la lucha de clases internacional. La cuestión de “quién es quién”, aunque solo sea desde la perspectiva de las relaciones mutuas internas, no puede resolverse por la relación numérica de la economía privada con la economía estatal en la URSS. Está siendo resuelta por la relación entre capitalismo y socialismo en la arena mundial. Si el sistema capitalista demostrara ser capaz de mantenerse por toda una era, entonces las tendencias de la agricultura capitalista inevitablemente, bajo estas condiciones, atraerían al campesino medio hacia su lado, paralizando la influencia del proletariado sobre la aldea y creando un obstáculo político a la construcción socialista. Todo esto conduciría a la ruptura de las relaciones mutuas entre el proletariado y el campesinado y haría inevitable la muerte de la dictadura del proletariado. Por lo tanto, siguiendo al camarada Trotsky, nosotros afirmamos que: “la revolución proletaria puede mantenerse en su marco nacional solo por un cierto período… En un país aislado, paralelamente a sus éxitos, las contradicciones generadas dentro y fuera de su territorio crecen inevitablemente. Si continúa este aislamiento, el Estado proletario caerá víctima de las contradicciones que lo engullen”. Su salvación reside únicamente en la victoria del proletariado de los países avanzados. Pero, desde el punto de vista de la correlación de fuerzas de clase en la arena mundial, no tenemos razones para considerar la victoria del proletariado en otros países como un asunto para un futuro distante.

El derrocamiento de la burguesía mundial en una lucha revolucionaria es una tarea mucho más real e inmediata que alcanzar y sobrepasar la economía mundial sin cruzar las fronteras de la URSS” (Trotsky). Solo aquellos que consideran inevitable, o incluso probable, el fin de la dictadura del proletariado en esta etapa de la historia, pueden “creer en la firmeza del capitalismo mundial o en su longevidad. La oposición de izquierda no tiene nada en común con tal optimismo capitalista” [8] (Trotsky). Por lo tanto, la oposición leninista no considera una ruptura con el campesinado objetivamente inevitable en esta fase histórica. Tal ruptura –y, en consecuencia, el fin de la dictadura del proletariado en esta fase histórica– solo puede resultar de una política equivocada de la dirección.

7) Consciente de que una dictadura del proletariado solo puede mantenerse en la estructura nacional por algún tiempo y que, por lo tanto, la tarea principal es transformar la dictadura del proletariado de nacional a internacional, la oposición leninista nunca ignoró la necesidad de establecer un acuerdo con los campesinos medios, sin debilitar ni un momento la lucha contra los kulaks y apoyándose solo en los campesinos pobres: “La tarea interna del país es, fortaleciéndonos con una adecuada política de clase y a través de relaciones adecuadas de la clase obrera con los campesinos, avanzar lo máximo posible en el camino de la construcción socialista. Los recursos internos de la Unión Soviética son enormes y tornan esto enteramente posible. Al utilizar en estas condiciones el mercado mundial capitalista [para este mismo propósito], vinculamos nuestros cálculos históricos fundamentales al desarrollo [ilegible en el texto original] posterior de la revolución proletaria mundial”[9], dice la Plataforma de 1927.

Las etapas del desarrollo de la revolución en la URSS son determinadas en última instancia por los giros y vueltas de la revolución mundial, que la oposición leninista siempre consideró como un proceso único, “subordinando los intereses de la lucha proletaria en un país a los intereses de esta lucha a escala mundial” –esta es el principal eslogan leninista, que define las tareas estratégicas del proletariado socialista en la URSS y es al mismo tiempo uno de los puntos principales de la teoría de la revolución permanente.

Capítulo II

El socialismo nacional y la revolución proletaria

1) El surgimiento de un nuevo tipo de socialismo nacional en Rusia tiene sus raíces ideológicas en el bolchevismo de derecha del período 1905-1917. Si bien no estaba de acuerdo con los mencheviques sobre la cuestión de la evaluación del papel de la burguesía en la revolución democrática, el bolchevismo de derecha también se opuso resueltamente a la toma del poder proletario en 1905, y confinó nuestra revolución a cuestiones democrático-burguesas. En 1917, durante el período de febrero a marzo, y después de la llegada de Lenin, todos los nombrados enseguida, sin excepción –Kamenev, Rykov, luego Zinoviev y otros bolcheviques de derecha– libraron una lucha implacable contra Lenin, hasta que finalmente se colocaron en la posición del ala izquierda de la democracia radical pequeñoburguesa, lo que llevó a Lenin a plantearse incluso la pregunta: “¿Hay lugar para el bolchevismo de derecha en nuestro Partido?” [10] (Lenin, Obras, V. 11).

2) El sucesor ideológico del bolchevismo de derecha, junto con la derecha actual, es el centrismo estalinista. En China, India, España y en todos los países coloniales y atrasados, y últimamente también en Japón, el centrismo lucha contra la línea estratégica de la revolución proletaria y de la dictadura del proletariado como método fundamental para resolver las tareas de la revolución democrática, predica la consigna convertida ahora en reaccionaria de la dictadura democrática del proletariado y del campesinado, complementada con la teoría y la práctica del partido de “doble composición”; separa la revolución democrática en las colonias de la creciente revolución internacional y la ve como una revolución nacional, cuando en realidad ella es un eslabón de la cadena internacional y no constituye un fin en sí misma. De esta forma, el centrismo estalinista disuelve el proletariado en la pequeña burguesía y lo subordina a la burguesía nacional.

3) La teoría del socialismo en un solo país, proclamada por los centristas en 1924, y construida sobre la incapacidad de comprender la contradicción entre el carácter internacional de la revolución proletaria y el carácter nacional de la construcción socialista en la URSS, es la línea estratégica del socialismo nacional. Esta teoría se basa en la visión del campesinado como… [ilegible] que posee… [ilegible] cualidades socialistas, o sea, el deseo de «crecer en el socialismo». Así, independientemente del destino del proletariado en otros países, la superación de las contradicciones internas en el país de la dictadura proletaria y la construcción de una sociedad socialista nacional, conforme la teoría socialista nacional, es proporcionada por el hecho mismo de un acuerdo con el campesinado. El único obstáculo para la construcción del socialismo nacional, desde el punto de vista de esta teoría, solo puede ser la intervención [extranjera, ndt.].

Así, mientras la derecha bolchevique no concibió la toma del poder por el proletariado en Rusia antes de Europa Occidental en 1905, promovió la revolución democrática en Rusia como un fin en y para sí misma en 1917, y rechazó la idea de una dictadura proletaria, sus sucesores ideológicos, el ala de centro-derecha contemporánea, desde 1924, ve la conquista del poder en el ámbito nacional, no como un acto inicial, sino como el acto final de la revolución, y proclama que es enteramente posible construir una sociedad socialista aislada en la URSS como un fin en y para sí misma. La revolución internacional dejó de ser para ellos una condición necesaria para la victoria, pues a sus ojos se convirtió en una mera circunstancia favorable.

4) Las principales características del socialismo nacional actual son:

a) La restricción de la revolución a un marco nacional. Esto es una ruptura con el internacionalismo proletario, que exige “la subordinación de los intereses de la lucha en un país a los intereses de esta lucha en escala mundial” (Lenin);

b) La separación entre las contradicciones internas y las contradicciones de la economía mundial, y el fracaso en percibir que los éxitos de la construcción socialista crecen con sus contradicciones;

c) La negación de la posición de Lenin de que “existimos en la cadena de los Estados capitalistas como un eslabón de la economía mundial” y, en conexión con esto, d) un rumbo en dirección a la autonomía en relación con la economía mundial y la creación de una economía nacional autocontenida.

La ruptura con Lenin sobre estas cuestiones marginales llevó el socialismo a una completa conversión, tanto en la evaluación de las fuerzas motrices de la revolución nacional, que ellos dejaron de considerar como un eslabón de la revolución internacional, como en la evaluación del campesinado medio, que, al contrario de Lenin, dejaron de considerarlo “la última clase capitalista del país”.

5) El socialismo nacional, en plena conformidad con la teoría del socialismo en un solo país, considera la NPE como una etapa histórica que crea directamente, a través de la cooperación con el campesinado, las condiciones para la construcción plena de una sociedad socialista en un país, independientemente del destino del proletariado en otros países. Inicialmente, la cooperación en las funciones de abastecimiento sobre la base de la pequeña producción campesina, y ahora una total colectivización de las cooperativas sobre la base de la socialización de los implementos de los campesinos, son consideradas suficientes para superar las contradicciones internas y ayudar al campesinado a crecer en el socialismo. Las tácticas socialistas nacionales de la NEP están en flagrante contradicción con la línea estratégica de la revolución proletaria y están totalmente subordinadas a la línea estratégica del socialismo nacional: la teoría del socialismo en un solo país. Para Lenin, la NEP siempre fue solo una etapa en el camino hacia la revolución internacional, solo una adaptación al ritmo de su desarrollo. La táctica leninista de la NEP era preparar –a través de una serie de acciones lentas y cautelosas– el cerco, para luego lanzar una ofensiva dentro del país, teniendo en mente que «la fortaleza de Port Arthur internacional será golpeada, ya que las fuerzas que la aplastarán están madurando en todos los países” (Lenin).

Además, el paso a la ofensiva no suprime la NEP y sus métodos, sino solo cambia la forma de relación con el campesinado, ya que significa intensificar la lucha contra la burguesía campesina, introduciendo la colectivización y las granjas estatales, cuya tasa de crecimiento es determinada por el peso ideal de la gran industria, por el nivel de tecnología y por la extensión de nuestros vínculos con la economía mundial. En la medida en que los procesos económicos internos generan un complejo reflejo político, todos los problemas económicos básicos de la NEP son, ante todo, problemas políticos muy complejos de cuya solución depende el destino del Estado obrero. Los socialistas nacionales ignoran este contenido político de los problemas de la NEP.

6) El socialismo nacional en Rusia, que se convirtió en un instrumento de reacción política-social contra las tendencias socialistas de octubre, pasó por dos períodos de desarrollo. En condiciones de relativo equilibrio, en la economía y en la política del país, cuando las principales contradicciones de la revolución aún estaban: “…pensando”, en términos del llamado “período de recuperación”, el curso del socialismo nacional encontró su expresión táctica en la política de compromiso con los kulaks y de adaptación del desarrollo de la economía estatal a las necesidades y exigencias de la burguesía campesina. La cooperación, como mera forma de organización, fue declarada como el camino hacia el socialismo. La lucha contra la teoría de la revolución permanente y el “trotskismo” fue la bandera ideológica bajo la cual fueron movilizados los elementos pequeñoburgueses y fue preparada la embestida sobre las conquistas socialistas de la Revolución de Octubre. Al tomar la “idea del campesino medio” como el criterio más alto de la política socialista nacional contra la Oposición [de Izquierda], no solo se alejó de la posición proletaria, sino que de hecho socavó la alianza proletaria con el campesino medio. La política del socialismo nacional se redujo al hecho de que, en aras de una alianza con el “campesino medio” (que, en verdad, para el socialista nacional acabó siendo sinónimo de kulak), minó objetivamente la hegemonía del proletariado, mientras la oposición leninista enfatiza incansablemente que la alianza con el campesinado medio está sujeta a la condición de mantener y fortalecer la hegemonía del proletariado.

7) El segundo período de desarrollo del socialismo nacional comenzó cuando el país salió de este equilibrio relativo y todas las fuerzas latentes que habían madurado en el período anterior, al amparo de la política de derecha, salieron a la superficie y expusieron las principales contradicciones de la revolución nacional, revelando la bancarrota total del curso de centro-derecha.

Incapaz de cambiar a la línea estratégica del proletariado y apoyarse directamente en la vanguardia proletaria y, a través de ella, en amplios sectores de los obreros y de los campesinos pobres, al mismo tiempo que no se atreven a dar un giro brusco a la derecha por temor a la resistencia proletaria que comenzó a surgir en 1928, el ala centrista del socialismo nacional intentó “adaptarse al proletariado, pero sin abandonar la base de principios de su política o, lo que es más importante, su omnipotencia” [11] (Trotsky). Esto encontró expresión en el intento de resolver todas las contradicciones con un golpe rápido en el límite nacional, pero en los rastros de una aventura ultraizquierdista.

La esencia de esta aventura fue la política de ritmos aventureros de industrialización, la abolición de la NEP, la eliminación administrativa de las clases en la aldea y la colectivización total de la agricultura como métodos para construir una sociedad socialista nacional en cuatro años. Esto colocó toda la política económica por encima de los recursos reales y de las relaciones reales de clases.

En este caso, estamos ante una política basada en la misma vieja teoría del socialismo en un solo país, pero en marcha acelerada; un curso para la abolición de las clases en una economía nacional cerrada y autosuficiente, llevando todas las contradicciones de la aldea moderna a la granja colectiva (kolkhoz), donde estas se reproducen sobre una nueva base; negando la diferenciación en las granjas colectivas; y declarando las granjas colectivas a priori como emprendimientos socialistas. El centrismo estalinista encubre las tendencias agrícolas capitalistas en las granjas colectivas y relega a los campesinos pobres y a los trabajadores agrícolas al sacrificio y la explotación por parte de los agricultores ricos de estancias colectivas.

Habiendo perdido el apoyo de los kulaks, y no encontrándolo en la clase trabajadora, el centrismo estalinista trata de ganarse el apoyo de los campesinos medios de la granja colectiva, que, de acuerdo con las decisiones del 16° Congreso, debería convertirse en “el apoyo de poder soviético en la aldea” y crecer en el socialismo sobre la base económica de la economía pequeñoburguesa, unificada administrativamente por la socialización de los implementos del campesinado.

La presión burocrática forzando los tiempos de industrialización y colectivización, basada en una posición teórica falsa [y no verificada por el pensamiento colectivo del partido], significa una acumulación implacable de desproporciones y contradicciones, principalmente considerando las relaciones mutuas con la economía mundial” [12] (Trotsky), por un lado, y considerando la relación entre la ciudad y el campo, por otro. Como resultado de la política del centrismo, asistimos a un agravamiento de las relaciones entre el Estado y el proletariado, entre el proletariado y el campesinado, con una elevación simultánea de la burocracia sobre las clases y un aumento del descontento general.

8) La línea estratégica del socialismo nacional, comprobada por la experiencia de los hechos, ha demostrado ser completamente infundada. Esta pone al país de la dictadura proletaria bajo el riesgo de ser destruido y es, al mismo tiempo, un freno a la revolución en los países atrasados ​​y coloniales, arruina y desorganiza la Komintern, y paraliza el movimiento comunista en todo el mundo: «La Oposición de Izquierda Internacional rechaza y condena categóricamente la teoría del socialismo en un solo país, creada… [ilegible en el original] en 1924 por los [epígonos, ilegible en el original], como la peor reacción contra el marxismo, como el principal producto de la ideología termidoriana. El combate irreconciliable contra el estalinismo (o socialismo nacional), que encontró su expresión en el programa de la Internacional Comunista [IC en el original], es una condición necesaria para una estrategia revolucionaria correcta, tanto en las cuestiones de la lucha de clases internacional como en la esfera de las tareas económicas de la URSS” [13] (Trotsky).

Capítulo III

La actual crisis de la revolución y las tareas estratégicas del proletariado

1) En el centro de todas las convulsiones del sistema soviético se entrelazan las siguientes contradicciones históricas cruciales: “(a) la herencia de las contradicciones capitalistas y precapitalistas de la vieja Rusia zarista-burguesa, principalmente la contradicción entre la ciudad y la aldea; (b) la contradicción entre el atraso económico y cultural general de Rusia y las tareas de transformación socialista que dialécticamente crecen a partir de este atraso; (c) la contradicción entre el Estado obrero y el entorno capitalista, particularmente entre el monopolio del comercio exterior y el mercado mundial” [14] (Trotsky). Todas estas contradicciones, lejos de ser de corta duración o de naturaleza episódica, se han desplegado durante los últimos nueve años en las condiciones creadas por las políticas equivocadas de la dirección y por las derrotas del proletariado mundial desde 1923.

El atraso cultural del país y el predominio de la pequeña producción en la agricultura crearon una profunda contradicción entre los fundamentos materiales de la dictadura proletaria y su superestructura política-social. El burocratismo, erguido sobre esta base, se fortaleció y se reveló como una “superestructura construida sobre la situación de aislamiento y opresión del pequeño productor” [15] (Lenin) y sobre la falta de cultura de las amplias masas obreras, por un lado, y, por otro, como instrumento de lucha contra el proletariado y las tendencias socialistas de la revolución nacional por parte de la antigua camada de funcionarios estatales pequeñoburgueses, que representan fragmentos de las clases dirigentes desarrolladas anteriormente. Los elementos del tope de la burocracia del VKP(b) [16], que han caído, en un grado u otro, bajo la influencia de los elementos burgueses del aparato estatal. Ellos se desarrollaron en la ola de reacción política-social de la dirección del partido y del país. Al mismo tiempo, “la burocracia soviética, que representa una… [amalgama, ilegible en el original] del estrato superior del proletariado victorioso con amplios estratos de las clases derrocadas, incluye en sí una… [poderosa, ilegible en el original] agencia del capitalismo mundial” [17] (Trotsky).

La teoría del socialismo en un solo país atiende a las necesidades sociales de una burocracia soviética cada vez más conservadora en sus aspiraciones por un régimen nacional, y que exige la santificación final de la revolución ya acabada (que garantizó a la burocracia una posición privilegiada) como supuestamente suficiente para la construcción pacífica del socialismo.

Existe un antagonismo profundo entre las fuerzas creativas de la revolución y la burocracia. La política equivocada de la burocracia centrista, que está en desacuerdo con los intereses históricos de la clase obrera, es, hace mucho tiempo, una de las principales fuentes del crecimiento del burocratismo. La burocracia centrista aprovechó la correlación de fuerzas desfavorable al proletariado, derrotó al partido leninista… [ilegible], lo liquidó como una organización independiente de la vanguardia proletaria, estableció la opresión política y económica sobre el proletariado, liquidó los sindicatos como órganos de protección de los intereses de los obreros y como una escuela de comunismo, estableció un régimen plebiscitario y bonapartista en el partido, en los sindicatos y en los soviets. La dirección centrista, reforzando así los elementos de doble poder e inclinando su política ora al oportunismo y ora al aventurerismo, llevó el país a una crisis socioeconómica aguda y a una profunda convulsión política.

2) Solo puede haber dos salidas a la crisis de la revolución creada por nueve años de dominio de la burocracia partidaria y soviética en las condiciones de reacción social y política: 1) o una restauración burguesa a través de un violento golpe contrarrevolucionario abierto , o la restauración de una dictadura proletaria plena a través de una profunda reforma del partido, de los sindicatos y de los soviets. La lucha por esta segunda vía constituye el núcleo político de toda la lucha de la oposición leninista como legión rusa de la Oposición de Izquierda internacional.

3) La principal tarea del proletariado en el campo económico realizar un retroceso planificado de la política aventurera en la industria y en la agricultura. Este retroceso debe perseguir las siguientes tareas: 1) Establecer planes económicos realistas que permitan el crecimiento constante de la economía sobre la base de un equilibrio dinámico; 2) Restablecer la confianza del campesinado en el proletariado y en el Estado (alianza); 3) Reagrupar fuerzas en la ciudad y en el campo de tal forma que se creen condiciones para una futura ofensiva. Solamente con el cumplimiento de estas tareas el proletariado podrá consolidar su dictadura y mantener el camino del socialismo hasta la victoria del proletariado en otros países.

4) Una retirada planificada de una política aventurera también implica una retirada en la esfera de las relaciones ciudad-aldea, con métodos de mercado, limitados por la influencia rígida y creciente de la regulación planificada. Pero, este retroceso a los métodos de mercado no resuelve el problema de cómo lidiar con el campesino medio en la esfera política. Gracias a la ruinosa política de la dirección, la confianza de los campesinos en el resultado del trabajo socialista del proletariado fue minada. Es imposible prever si el campesino medio, después de lo que le ha hecho la dirección centrista en los últimos años, aceptará concluir un acuerdo con la clase obrera sobre la base de la NEP –o si no quedará satisfecho con el “retorno de la NEP” y exigirá “una NEP de la NEP” y garantías políticas. La práctica y la propia experiencia del retroceso mostrarán que esto dependerá en primer lugar de la fuerza de la clase obrera en la lucha contra la contrarrevolución Bonapartista, que procurará arrancar a las masas campesinas media y pobre de su influencia.

Al tomar la iniciativa de un retroceso de la política aventurera, la oposición leninista repite una vez más, siguiendo a Lenin, sus palabras, que deberían ser la base de nuestras relaciones con los campesinos: “Declaramos abierta y honestamente, sin ningún intento de engañar a los campesinos: para mantener el camino del socialismo, nosotros, camaradas campesinos, les haremos una serie de concesiones, pero solo en aquellos límites y extensión que, claro, juzgaremos por nosotros mismos cuál es esa extensión y cuáles son sus límites. Es así que se plantea la relación entre el proletariado y el campesinado, es decir, o el campesinado llega a un acuerdo con nosotros y nosotros les haremos concesiones económicas, o nosotros luchamos” (Lenin). [18]

5) Bajo la presión de las contradicciones y dificultades exacerbadas por su política actual, la dirección centrista será forzada a lanzar un retroceso espontáneo de las posiciones aventureras. No obstante, si prevalece el centrismo, este retroceso inevitablemente desplazará toda la política hacia una NEP política, es decir, colocará la iniciativa en manos de los elementos bonapartistas termidorianos del VKP(b), que ya están elaborando un plan para un acuerdo bonapartista con el campesinado y el capitalismo mundial.

Para evitar el camino del repliegue a una “NEP política”, la oposición leninista libra una lucha intransigente contra la facción centrista gobernante y propone un programa de reivindicaciones y consignas que garantice una salida a la actual crisis de la revolución sobre bases proletarias.

6) Hoy, como en la época de la Plataforma, “existen en este país dos posiciones fundamentales que se excluyen mutuamente. Una, la posición del proletariado construyendo el socialismo, la otra, la posición de la burguesía que aspira a cambiar nuestro desarrollo para líneas capitalistas[19].

La facción dirigente del centrismo estalinista, oscilando entre estas dos posiciones… [ilegible] en bloque con los Besedowskys[20], “en dos frentes”, pero en realidad principalmente con la oposición leninista. Esto lleva a una situación en la que el equilibrio de fuerzas está cada vez más en la dirección de las fuerzas bonapartistas termidorianas.

La oposición leninista, por otro lado, es la única representante de la posición proletaria. En condiciones difíciles, sigue insistiendo en la línea estratégica del marxismo-bolchevismo contra el socialismo nacional y ve cada paso de nuestra revolución desde el punto de vista del desarrollo de la revolución internacional, ligando su principal cálculo histórico con ella y solamente con ella.

Traducción: Ivan Ivanov.

Traducción al castellano: Natalia Estrada.


[1] https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1918/jan/10.htm

[2] https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1921/dec/27.htm

[3] Platform of the Joint Opposition. https://www.marxists.org/archive/trotsky/1927/opposition/ch04.htm

[4] https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1921/apr/21.htm

[5] https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1921/apr/x01.htm

[6] Los textos entre corchetes en esta y en las demás citas se encuentran en las referencias de pie de página, pero no en el texto original, o están ilegibles en el texto original. 

[7] https://sites.google.com/site/sozialistischeklassiker2punkt0/leon-trotsky/1931/leon-trotsky-problemas-del-desarrollo-de-la-urss

[8] Ibíd.

[9] https://www.marxists.org/archive/trotsky/1927/opposition/ch04.htm

[10] El texto publicado en inglés en https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1917/dec/27.htm dice: “’Bolchevismo de derecha’; ¿hay un lugar para él en nuestro Partido?”

[11] https://sites.google.com/site/sozialistischeklassiker2punkt0/leon-trotsky/1931/leon-trotsky-problemas-del-desarrollo-de-la-urss

[12] Ibíd.

[13] Ibíd.

[14] Ibíd.

[15] https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1921/apr/21.htm

[16] Acrónimo en ruso de Partido Comunista de Rusia (bolchevique).

[17] https://sites.google.com/site/sozialistischeklassiker2punkt0/leon-trotsky/1931/leon-trotsky-problemas-del-desarrollo-de-la-urss

[18] Esta cita puede haber sido sacada de un discurso de Lenin en el Tercer Congreso de la IC, que dice: “Decimos abiertamente a los campesinos que ellos deben elegir entre el dominio de la burguesía y el dominio de los bolcheviques, en ese caso, haremos todas las concesiones posibles en los límites de la retención el poder y después los conduciremos al socialismo. Todo lo demás es engaño y pura demagogia. Se debe declarar una guerra implacable contra este engaño y demagogia”, https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1921/jun/12.htm.

[19] https://www.marxists.org/archive/trotsky/1927/opposition/ch01.htm

[20] Grigory Besedovsky (1896-1963): diplomático soviético que desertó a Francia el 3 de octubre de 1929.

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