Vie Abr 26, 2024
26 abril, 2024

Candidatura independiente: un triunfo de la clase trabajadora y la izquierda socialista

Después de todo el proceso electoral, la Candidatura Independiente Socialista (CIS) obtuvo una votación que marca, en el país, la historia de la participación de la izquierda socialista en las elecciones de la democracia burguesa: obtuvimos más de 3.000 votos. Para nosotros esta votación expresa el apoyo político de cientos de trabajadores hacia un programa de lucha de la clase trabajadora, fortaleciendo de esa manera el espacio a la izquierda del FMLN.

Hace más de un año decidimos participar de las elecciones legislativas que se celebraron el pasado 1 de Marzo, con la propuesta de la CIS. Nos involucramos en este proceso reivindicando las enseñanzas históricas del movimiento obrero marxista, es decir nosotros planteamos la táctica  electoral con dos estrategias fundamentales, ocupar el espacio de la democracia burguesa para agitar la 1) construcción del partido de la clase trabajadora, revolucionario y socialista, y 2) la organización,  movilización y lucha de los trabajadores. Enseguida expondremos las principales lecciones que nos dejó este proceso.

La recolección de firmas, un golpe al antidemocrático régimen electoral

Desde un inicio sabíamos que los requisitos que impone el Tribunal Supremo Electoral limitaban la participación de organizaciones populares y obreras; aun así decidimos tomar ese riesgo,  con una joven experiencia iniciamos con la construcción de la CIS el 7 de julio de 2014. Esta fase fue la más importante porque la presencia de nuestros militantes y de los compañeros de distintas secciones de la LIT dimos el primer  impulso que necesitamos para conseguir las 12,000 firmas que el régimen  nos pedía para inscribir la candidatura en el departamento de San Salvador. Es así que se inició un dialogo con las masas principalmente con sectores obreros textiles, pequeños comerciantes, estudiantes universitarios, y poblaciónprovenientes de los sectores  más oprimidos de esta sociedad.

Nuestro programa de lucha reivindicaba las necesidades más sentidas para las mayorías, propuesta que fue muy aceptada para el pueblo pobre y trabajador, que con buena fe accedió a firmar nuestros libros, tal es el caso que fuimos la única candidatura no partidaria que logró inscribirse, hecho que nos convence cada vez más que es posible la construcción de una alternativa socialista y revolucionaria, hoy más que nunca, cuando el otrora guerrillero FMLN ha demostrado su traición en el gobierno sosteniendo los privilegios de los ricos, mientras los trabajadores estamos sometidos a salarios de hambre, persecución sindical, delincuencia, canasta básica elevada, etc.

Una expresión socialista en medio de la farsa electoral

Una frase célebre de Karl Marx dice que el motor de la historia es la lucha de clases, planteamiento que nosotros creemos siguen más vigente que nunca y que de hecho la pasada coyuntura electoral claramente lo demostró: el gobierno de la cúpula burguesa del FMLN manteniéndose fiel a su alianza con los demás partidos de ricos o burgueses, sometió a la clase trabajadora a un circo lleno de promesas vacías y programas alejados de la realidad que vive el pueblo salvadoreño. 

En medio de todo ese show electoral nuestra candidatura independiente tuvo el mérito y valentía de ser la única expresión de izquierda de carácter socialista que apareció con un programa que se diferenció totalmente del resto de los demás partidos, por su carácter anti imperialista, y además por poner en la discusión nacional la necesidad de que la clase trabajadora y todos los sectores populares se organicen para enfrentar los ataques que el gobierno junto con el FMI y la derecha preparan.

Creemos que en la exposición de nuestro programa se logró una buena labor, nos ayudó a  acercarnos a miles de salvadoreños que viven en condiciones miserables, trabajando a doble turno, con remuneraciones que no llegan ni al 50% del costo de la canasta básica; nuestra campaña,al contrario de las de los partidos, fue pobre económicamente, pero fue la más politizada, nos centramos en los sectores populares y entablamos la discusión sobre los paquetazos que nos impone el gobierno y la patronal.

Nuestro programa de lucha se centró principalmente los siguientes ejes: económico, en el cual reivindicamos la condigna de un aumento general de salarios acorde con el aumento en el costo de la vida; pago de horas extra, derecho a aguinaldo, vacaciones, seguro social y una pensión digna para todos los trabajadores informales. Además exigimos que se otorgue un 8% del PIB para la educación y se garantice un presupuesto justo para salud y obra pública. Este eje económico se combina con el tema antiimperialista, ya que para generar recursos y lograr un salto de calidad en el nivel de vida de la clase trabajadora, es necesario  romper con los TLC, Fomilenio, Asocio para el crecimiento, la dolarización y demás acuerdos con el imperialismo, así como el no pago de la deuda externa e interna. Para poder alcanzar un único salario mínimo de 400 dólares, ampliar las conquistas históricas de los trabajadores públicos (como el escalafón, entre otras) o garantizar la estabilidad laboral para los profesores defendimos la necesidad de acabar con todos los privilegios a las empresas y de una nueva reforma fiscal donde los ricos paguen impuestos.

Eje democrático: creímos importante aprovechar el espacio de la CIS para denunciar el actual régimen electoral salvadoreño, totalmente antidemocrático y al servicio de los grandes burgueses y sus partidos. Prueba de ello es que no teníamos derecho a deuda política, espacios gratuitos en radio y televisión ni vigilantes de mesa en los centros de votación, todos estos derechos que todos los partidos gozaban. Por eso dijimos que el voto cruzado fue insuficiente, y que la única forma de asegurar igualdad es una reforma profunda a la Constitución de 1983, la que sancionó el genocida y escuadronero Roberto d’Abuisson cuando fue presidente de la Asamblea Legislativa.

 En el eje organizativo fue centralmente agitar la necesidad de organización independiente de la clase trabajadora, que luego del conflicto armado quedó totalmente desarticulada;denunciamos la persecución y la falta de derechos sindicales y llamamos recuperar a las organizaciones sindicales, populares y estudiantiles para la lucha. Como no podía ser de otra forma, llamamos a la construcción de una alternativa política de los trabajadores que nazca de las luchas y esté a disposición de las mismas.

El eje ideológico-político: difundimos la idea de construcción de una sociedad justa e igualitaria, es decir socialista, explicamos de manera paciente que las condiciones  de miseria en la que estamos sometidos anivel mundial son por causa del sistema capitalista, por tanto es necesario un sistema superior.

El programa hacia  la mujer trabajadorafue un elemento clave, ya que fuimos la única candidatura de izquierda que planteó la lucha por terminar con la opresión hacia la mujer trabajadora, por la igualdad salarial, guarderías en centros de trabajo, licencias de maternidad, así como la necesidad de que se garanticen los derechos sexuales y reproductivos.

Nuestra ubicación política como alternativa clasista y socialista

Como Unidad Socialista de Trabajadores planteamos desde un principio que nuestra participación en el pasado proceso electoral es parte de nuestra tradición teórica y política como organización que reivindica el método socialista; es decir, participamos utilizando las elecciones como una táctica, como un medio para que miles de trabajadores escucharan y debatieran nuestras propuestas de lucha.

Es por eso que consideramos que durante la coyuntura electoral demostramos, no solo en las palabras sino en los hechos, que ninguno de los partidos del régimen representan nuestros intereses, incluido el partido en el gobierno: el FMLN hace mucho tiempo abandonó las luchas y las banderas históricas de la izquierda para adaptarse al sistema y por ello ahora vemos como en sus propuestas no está planteado la ruptura con el imperialismo, sino al contrario la defensa de los intereses de la burguesía y el capital extranjero.

De igual forma creemos que nuestra candidatura logró diferenciarse de otras expresiones políticas que intentaron mostrarse como alternativas, pero que en los hechos mantuvieron un programa oportunista frente a las luchas de la clase trabajadora. Tal es el caso de las candidaturas impulsadas por el Movimiento Nuevo País (MNP), proveniente de la Tendencia Revolucionaria[1] que mediante una alianza con el Partido Socialdemócrata (PSD) que dirige el conocido asesino de Roque Dalton, Jorge Meléndez[2], levantaron un programa muy parecido al de los demás partidos del régimen, en el que ni siquiera cuestiona los interés de la burguesía.

Una experiencia que debe profundizarse

Fueron más de tres mil personas que dieron su voto por la candidatura independiente, nosotros creemos que este es un triunfo político para toda la clase trabajadora, porque estos votos expresan un importante apoyo a un programa de lucha con un contenido antiimperialista y socialista, es por eso que estos votos son también una expresión de rechazo y protesta a las medidas del gobierno y de los demás partidos del régimen.

Creemos que esta candidatura cumplió con un objetivo fundamental: demostrar que gane quien gane, los cambios no vendrán de la mano de las elecciones, es aquí donde claramente el mensaje tomó más fuerza, dejando claro que solo la organización y movilización de la clase trabajadora nos dará las victorias que necesitamos arrancarle al gobierno.

Esta fue una primera experiencia, esperamos que para futuras coyunturas las organizaciones de luchadores y/u organizaciones de izquierda, lancen sus candidatos que mantengan como eje programático las necesidades más sentidas de nuestro pueblo trabajador, atadas a la necesidad de la organización y la lucha por la ruptura con el imperialismo y la construcción del socialismo internacional.

 Creemos que un error de la izquierda salvadoreña es que está separada, existen decenas de expresiones políticas que coincidimos en nuestras reivindicaciones, sin embargo no hemos logrado articular los esfuerzos, por esa razón hacemos el llamado a todas las expresiones de izquierda, a la clase trabajadora en general a construir un partido de los trabajadores, un partido que se construya bajo un programa de lucha  y al lado de los sectores explotados y oprimidos.


[1]La TR surge como una ruptura del FMLN a mediados de los noventa. Sus principales dirigentes Dagoberto Gutiérrez y Fidel Nieto se diferenciaron en ese momento por sus críticas a la izquierda de la dirección del FMLN. Pero en esencia siguieron siendo una organización estalinista, con los mismos vicios, métodos y desviaciones del FMLN.

[2] Jorge Meléndez: Dirigente del Partido Social Demócrata, en los años 70´s junto a Joaquín Villalobos fue dirigente del grupo guerrillero “Ejército Revolucionario del Pueblo”. A quien se le acredita el asesinato intelectual del poeta revolucionario Roque Dalton.

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