Portugal | Una mayoría absoluta al servicio de la UE y de los patrones
Si había una certeza que todos tenían para la noche electoral es que no habría mayorías absolutas. Todo el resto era incertidumbre. No obstante, la mayoría absoluta llegó. El PS, que de socialista no tiene nada y que, junto con el PSD, representa los intereses de los patrones en Portugal, podrá gobernar sin negociar.
Por: Em Luta, Portugal
Los momentos que se avecinan serán de lucha, si queremos mantener y conquistar nuestros derechos. A pesar de la normalización de la pandemia, los números están ahí para mostrar que el SNS [Sistema Nacional de Salud] está sobrecargado. Tampoco hay una recuperación económica, y el aumento de la inflación coloca sobre las espaldas de los trabajadores el peso de la irracionalidad de la economía capitalista. La famosa bazuca europea viene para garantizar dinero para las grandes empresas, y las pequeñas y medianas empresas serán estranguladas.
En este contexto, Costa tiene asegurados cuatro años de gobierno con las manos libres para gobernar sin preocuparse con mayorías. Si dependiese del Parlamento, Costa podría implementar todos sus proyectos de reforma estructural. Costa no tendrá que revocar las leyes laborales de la Troika. Tampoco revertirá el desmantelamiento del SNS. Mantendrá el país de los salarios bajos, de los trabajos precarios, del Estado Social más reducido, y del turismo, como manda la Unión Europea. Costa no se va a preocupar en combatir el racismo, la xenofobia, el machismo y la LGBTfobia. Continuará la entrega y la destrucción del país, vendiendo y extrayendo recursos sin pensar en el costo ambiental, con la explotación de litio y los desmanes de las multinacionales. No tenemos ninguna ilusión en el gobierno de Costa y desde ya nos ponemos en lucha contra él. Y sabemos también que, si depende del Parlamento, los grandes problemas de nuestra sociedad se profundizarán.
El aumento parlamentario de la extrema derecha racista y xenófoba del Chega y del proyecto liberal de IL [Iniciativa Liberal] fortaleció el proyecto de los más ricos y viene para proponer el quite de las conquistas de la clase trabajadora y atacar a los sectores más oprimidos. Por lo tanto, la perspectiva es aún peor.
La organización de la lucha y la resistencia de nuestra clase para enfrentar los desmanes de la Unión Europea y de un gobierno de mayoría absoluta del PS será crucial. Pero es preciso ir más allá, pues hay responsables por la mayoría absoluta conquistada por el PS. Nombrar a sus responsables y hacer una evaluación de lo que significó la Geringonça es parte fundamental de construir la verdadera alternativa política para la clase trabajadora y el pueblo.
En 2015, ni luego del duro gobierno de Passos Coelho del PSD y de las medidas de la Troika, el PS de Costa ganó las elecciones. La crisis de los partidos que eran pilares del bipartidismo, PS y PSD, llevó a que, para gobernar, Costa tuviese que negociar con los partidos a la izquierda del Parlamento: BE [Bloco de Esquerda] y PCP [Partido Comunista Portugués]. Desde entonces, en los siete presupuestos viabilizados por el BE e/o PCP, no se recuperó aquello que nos fue robado en los tiempos de la Troika. Y la acentuación del proyecto neoliberal europeo lleva a la crisis social que vemos hoy.
BE y PCP le sacaron el tapete a Costa en el Presupuesto de 2022, porque, en el contexto del dinero europeo, quieren más “estado de bienestar social” en el proyecto neoliberal del PS. Quedó comprobado que eso es una utopía, incompatible con la Unión Europea de los ricos y de las multinacionales y también con un PS de las PPP’s [Parcerias Público-Privadas], de las empresas de trabajo temporario y de los PEC’s [Programas de Estabilidad y Crecimiento] de Sócrates que, a pesar de las migajas, nunca en su historia se puso al servicio de los trabajadores.
La derrota que el BE y el PCP tuvieron en estas elecciones es la lección de que las geringonças no traen soluciones para los trabajadores. Es esa la justificación para que la mayoría de los trabajadores no se haya identificado con el papel que jugaron PCP y BE en esos gobiernos. Frente a la hipótesis del regreso de la derecha, la falta de alternativas nítidas a la izquierda y el crecimiento de la extrema derecha en Portugal, el peso del voto útil fue grande y la impensable mayoría absoluta llegó. El PS consiguió su segunda mayoría absoluta del pos 25 de Abril, el ápice de su proceso de reconstrucción luego de la derrota de 2015.
En estas elecciones no hubo ninguna fuerza que tuviese la osadía de presentarse categóricamente como oposición al PS y a la derecha, al servicio de los trabajadores y el pueblo. Llaman democracia a este juego electoral donde los trabajadores son meros espectadores, pero quien acaba ganando son siempre los mismos: patrones, Bruselas, grandes privilegiados… BE y PCP, y también el MAS, acaban siempre, de alguna forma, por abrir la puerta a una negociación con el PS para una gobernación. No se presentaron a las elecciones con un programa alternativo de respuesta a la crisis social y de ruptura con el Euro y la Unión Europea. Llegó la cuenta política para la izquierda que presentó como único objetivo ser una muleta de un gobierno del PS y decía que, con esa estrategia y por el Parlamento, se podrían conquistar migajas. De cierta forma, esa falta de alternativa política es lo que acaba por fortalecer también a la extrema derecha.
Sabemos que estas elecciones traen una lección amarga, principalmente para los activistas que depositaban expectativas en los partidos a la izquierda del PS. Fue teniendo eso en cuenta que nosotros, de Em Luta, llamamos en estas elecciones a no votar en los partidos de los patrones y propusimos el voto en el PCP, BE y MAS. No obstante, alertamos que los proyectos de estos partidos eran limitados, por la estrategia de conciliación con los intereses de los patrones que el BE y el PCP defienden. Y por el hecho de que el MAS también acaba por no ponerse claramente en la barricada opuesta a un posible gobierno de António Costa con la historia de que aunque “sin cheques en blanco” se presuponga una negociación.
El combate político no solo a los ataques del gobierno sino a los retrocesos que vendrán con el crecimiento de la extrema derecha y de los liberales tiene que ser hecho en las calles y en las luchas, uniendo a los trabajadores, la población más pobre y los sectores más oprimidos.
Es hora de construir una alternativa política revolucionaria. Y por eso hacemos un llamado a los activistas que están descontentos con los rumbos que el BE y el PCP tomaron desde 2015. La solución pasa por la construcción de un proyecto alternativo al PS y a la derecha, donde quien mande sean los trabajadores. Un proyecto revolucionario y socialista asentado en los intereses de la clase trabajadora y en la defensa de los oprimidos, que apunte la necesidad de la organización y de la lucha y construya una alternativa política revolucionaria y socialista. Nosotros de Em Luta estamos empeñados en este proyecto que –sabemos– será crucial frente al próximo gobierno.
Artículo publicado en: emluta.net, 31/1/2022.-
Traducción: Natalia Estrada.