Dom May 26, 2024
26 mayo, 2024

La lucha del pueblo palestino, el imperialismo, y la vergonzosa posición de Lula

Israel está realizando un crimen de guerra, terrorismo de Estado y genocidio de todo un pueblo, con el bombardeo de Gaza, en lo que promete ser la mayor masacre jamás vista en la región. Los principales países imperialistas apoyan y respaldan estas acciones. Afirman que Israel tiene derecho a la autodefensa ante las acciones del pueblo palestino, del 7 de octubre. Entonces, ¿no tendrían también los palestinos derecho a su propia autodefensa? 

Por: Redacción PSTU Brasil

Los defensores de Israel, como Joe Biden, de Estados Unidos, invierten la realidad sobre quién es el agresor y quién el agredido. No se puede confundir la resistencia del oprimido con la violencia del opresor. En Palestina hay un invasor, un colonizador y un Estado terrorista, que se llama Israel. 

El pueblo palestino lleva 75 años luchando contra la limpieza étnica y vive bajo un verdadero régimen de apartheid. Fueron expulsados ​​de sus tierras y, hoy, Israel controla el agua, la comida y la electricidad en la Franja de Gaza, con los palestinos viviendo por debajo del umbral de pobreza y en condiciones infrahumanas.

Lucha contra la opresión nacional e imperialista

Las acciones del día 7 no fueron terrorismo; sino más bien un acto de heroica resistencia, fruto del derecho de autodefensa. Se trata de una guerra asimétrica, de una agresión permanente de uno de los ejércitos más poderosos del mundo contra un pueblo sitiado en una prisión a cielo abierto. 

Condenar la resistencia palestina es similar a cuestionar la lucha negra; ya sea durante la época del apartheid, en Sudáfrica; ya sea en Estados Unidos, durante la segregación racial institucionalizada. Es una reacción justa, aunque haya sido liderada por Hamas, una organización con la que tenemos enormes diferencias, porque es una dirección burguesa, ligada al fundamentalismo islámico, y que, en última instancia, es incapaz de llevar la lucha por la liberación de Palestina hasta el final.

Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania son los principales responsables por la creación y desarrollo de este enclave militar, que sirve de almacén para sus intereses en Oriente Medio. Una vez más, frente a la guerra y la devastación de vidas humanas, vemos que la causa es la búsqueda de ganancias de los capitalistas. La cuestión palestina es la prueba de la decadencia y de la barbarie a la que el capitalismo está llevando a la humanidad. 

Ninguno de estos gobiernos condena la violencia de los ucranianos contra la invasión rusa. Entonces, ¿por qué aplicar dos pesos y dos medidas? Se debe a los diferentes intereses burgueses involucrados en cada uno de estos conflictos. Lo que cambia es que el país invasor en Palestina sirve integralmente a los intereses de Estados Unidos y de Europa. Mientras que el país invasor en Ucrania tiene roces con ellos, teniendo mayores relaciones con otros sectores imperialistas, como China.

Esto demuestra que estos gobiernos capitalistas, como los de Estados Unidos, Europa, Rusia o China, no tienen ningún interés en garantizar los derechos democráticos o la independencia nacional en ninguna parte. Están disputando zonas de influencia, para garantizar sus propios intereses. 

Es ridículo que Zelensky, presidente de Ucrania, país invadido por Rusia, apoye a Israel, que es el país que invade y oprime a Palestina, demostrando su alto grado de servilismo al imperialismo estadounidense.

Nuestra posición es comprometida con la lucha por la autodeterminación en cualquier lugar del planeta. Así como estamos con la resistencia ucraniana, contra la invasión rusa, también estamos con el pueblo palestino, contra la opresión y la invasión israelí. Es tarea de los trabajadores enfrentar los diversos bloques burgueses e imperialistas y defender sus derechos democráticos en todo el mundo.

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La posición de Lula

Es lamentable la posición de Lula y su gobierno. Llamar terrorismo a la heroica resistencia palestina es absurdo. Se trata de prestar un servicio al opresor israelí, condenando los actos de resistencia, como hizo Boulos (PSOL). Incluso hay ministros de Lula que declaran abiertamente su apoyo a Israel, como Fufuca (Deportes), que tiene una posición similar a la de Bolsonaro.

Lula, Boulos y gran parte de la izquierda ligada a la burguesía dicen estar en contra de la violencia de ambos lados y que defienden la paz. ¿Qué paz defienden? ¿La paz de los cementerios, con Israel derramando sangre palestina? ¿La paz de las anexiones de territorios hechas por Israel? No hay paz posible hasta acabar con el apartheid, la colonización y la opresión israelí.

Quienes predican la supuesta neutralidad o la paz en abstracto, en este caso, cumplen el nefasto papel de apoyar al opresor. Aquellos que no se posicionan claramente del lado del pueblo palestino no pueden ser llamados de izquierda. De hecho, se trata de una izquierda que abraza al imperialismo y es incapaz incluso de defender demandas democráticas como la autodeterminación.

La política del gobierno se explica, entre otras cosas, por el evidente nivel de sumisión a los intereses de los capitalistas e imperialistas. Por eso, también asistimos a un plan económico basado en privatizaciones, con asociaciones público-privadas (PPP) y la entrega de las riquezas nacionales a las multinacionales. 

Con independencia de clase, aquí y en Palestina

Las luchas contra las privatizaciones y el dominio del imperialismo en el Brasil tienen todo que ver con tener una política externa también independiente, en defensa de los derechos de autodeterminación del pueblo palestino y contra el enclave militar de Israel. 

Tanto la política exterior como la política económica del gobierno Lula, por su orientación a favor de la burguesía y de los capitalistas, acaban haciendo coro con la ultraderecha. La posición de los bolsonaristas es abiertamente proisraelí y a favor del genocidio de los palestinos; pero la del gobierno del PT, en nombre de una supuesta neutralidad, termina contribuyendo con el imperialismo, con el genocidio en Israel, y ayuda a la ultraderecha. 

Hay muchos sectores petistas, con los que tenemos muchas diferencias, que están con los palestinos, contra el Estado de Israel. Es necesario exigirle a Lula que cambie la orientación del gobierno. Lo mínimo es romper ya las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel. Es necesario sumarse frontalmente al boicot internacional a este país. Pero, Lula no sólo no hace esto, sino que el Brasil sigue siendo uno de los principales compradores de equipamiento militar de este país terrorista que, aquí, es utilizado para la represión de trabajadores, del pueblo periféricos y negro. 

Esta es una demostración más de la importancia de una alternativa política para los trabajadores que se base en la independencia de clase en relación con los diferentes bloques burgueses.

Necesitamos construir una oposición de izquierda y socialista para enfrentar al imperialismo y el poder de los monopolios capitalistas que promueven la explotación aquí en el Brasil y, también, cometen genocidios, masacrando a pueblos enteros, como muestra la dramática situación de los palestinos.

Artículo publicado en www.pstu.org.br, 12/10/2023.-

Traducción: Natalia Estrada.

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