Dom May 26, 2024
26 mayo, 2024

Crisis mundial y el presupuesto del Frente Amplio

La crisis mundial empieza a impactar cada vez más de lleno en nuestra región. Con frecuencia empezamos a escuchar en la radio, en la tele, noticias sobre la desaceleración, la recesión, de la crisis que comienza a profundizarse en nuestro continente. Los políticos de todos los partidos capitalistas tanto de la derecha tradicional, como de las distintas “izquierdas”, salen a pedir “cautela”, a ajustar el ya apretado cinturón de los trabajadores y sectores populares. 

Por: IST – Uruguay

Lo vemos en el durísimo ajuste que quiere aplicar el gobierno del PT en Brasil con Dilma a la cabeza, quitando derechos a los trabajadores, con despidos en masa, enfrentando las manifestaciones con la policía para garantizar el ajuste. Lo mismo sucede en Argentina: Cristina Kirchner profundiza los ataques a la clase obrera y la represión, como lo vimos recientemen­te en Tucumán contra las protestas por el fraude electoral de un régimen podrido al servicio de los patrones.

Lo mismo sucede en Chile con el gobierno de Bachelet, que reprime y encarcela estudiantes que luchan por una educación pública y gratuita, o las protestas reprimidas por Rafael Correa en Ecuador. La situación de Venezuela se polariza cada vez más, pues es el pueblo trabajador el que está pagando la crisis con una inflación galopante que se come los salarios.

Todos los gobiernos, más allá de algún que otro discurso radical, terminan beneficiando con su política económica a los poderosos de siempre, en desmedro de las necesidades populares. Así, los gobiernos nacionales elaboran sus planes económicos, al servicio de esa estrategia: ser los mejores agentes de los patrones nacionales e internacionales, y los mejores sometidos al imperialismo yanqui y/o europeo.

Un presupuesto para pagar la deuda y al servicio de las multinacionales

Nuestro país y el gobierno del Frente Amplio no son la excepción, y viendo el complejo escenario económico de la región que también comienza a instalarse en Uruguay, el gobierno ya comenzó a ‘hacer los deberes’ para mantener ese plan económico al servicio de pagar la deuda y de mantener las ganancias de las empresas y multinacionales.

Este presupuesto de la miseria, significa que se seguirán profundizando los problemas en la educación pública, con más cupos, con falta de edificios y de docentes. Significa seguir teniendo una salud desmantelada y cada vez más privatizada. Significa que el costo de vida, del alquiler, la comida, la ropa, seguirá comiéndose el salario. Significa que los trabajadores vamos a pagar la crisis.

No podemos limitarnos a pedir un “mensaje complementario” para la educación, y esperar años para ver si ahí nos dan la plata.

El gobierno se encuentra totalmente duro en ceder el 6% del PBI para la educación, en dar un salario mínimo de $30.000 para los trabajadores, de cumplir con las demandas populares en salud, salario y vivienda porque defiende este modelo económico. Si los trabajadores logran un aumento muy por encima de lo que pretende el gobierno –como exigían las maestras en su conflicto, por ejemplo–, sería una derrota para el gobierno, porque mostraría que luchando se puede romper con ese plan económico y su techo salarial.

La tarea entonces, es quebrar ese plan económico: que se grave a los capitalistas, a los terratenientes y a las multinacionales, ¡basta de exonerarles impuestos! Es necesario exigir el no pago de la deuda, y que se destine todo ese dinero para los salarios, la vivienda, la educación y la salud pública, como exigen los gremios y sindicatos.

¡Sigamos el ejemplo de las maestras!

¡Exijamos al PIT-CNT plan de lucha votado en asambleas masivas!

¡Abajo el plan económico del gobierno!

¡Que la crisis la paguen los capitalistas!

¡6% ahora para ANEP-UDELAR!

¡Impuestos progresivos al capital y a los latifundistas!

¡NO al pago de la deuda externa!

Artículo publicado en Rebelión, n.° 31, setiembre/octubre de 2015.-

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