Dom May 19, 2024
19 mayo, 2024

Sergio Marchionne: un hombre contra la clase obrera

Un minuto después de la reciente muerte de Sergio Marchionne, la prensa burguesa ha dado curso al consumo de toneladas de tinta para poner de pie una de las más grandes operaciones de glorificación en la historia del capitalismo italiano. Y enseguida tenemos que reconocer que desde punto de vista de la burguesía y de la lucha de clase, esto tiene un sentido más que lógico: abiertamente obvio, diríamos.

Por: Diego Bossi, obrero de Pirelli, en colaboración con los obreros de la Fca-Sevel de la Coordinación Slai Cobas de Chieti

Sergio Marchionne, desde el puesto de mando de uno de los más grandes grupos industriales de Italia, ha sido protagonista indiscutido del empeoramiento de las condiciones de la clase obrera, de la contracción de derechos, además del dominio político del capital sobre el trabajo.

Las promesas del marinero mientras el barco se hunde

Marchionne ha sido el hombre que más que nadie nos ha acostumbrado a los planes empresariales: en efecto, Fiat, entre 2004 y 2013 ha parido la belleza de ocho planes (casi uno por año), en el que cada plan sistemáticamente ha desatendido, reorganizado, modificado las promesas del precedente. (1). Por lo demás, la técnica de la mentira no es para nada nueva para los patrones y tiene, en breve término, el mérito de apreciar las cuotas accionarias infundiendo confianza en los inversionistas, y de extinguir las reacciones de conflicto de los trabajadores.

Así, mientras el “hombre del suéter” (como llaman a Marchionne en Italia, ndt) prometía la salida de modelos que nunca llegaron, la reapertura a pleno rendimiento de fábricas todavía cerradas, y las estimaciones de ventas nunca, siquiera lejanamente, alcanzadas en el mundo real, millares de familias obreras padecieron desesperadas la desocupación con la sola ayuda –demás está decirlo– de los amortiguadores sociales, es decir, de la ayuda del Estado a los patrones por cuenta de los trabajadores: un flujo continuo de dinero público que llega en socorro de la Fiat desde hace décadas.

La salida de la Confindustria

El año 2011 será recordado como el año de la vuelta histórica de la Fiat, donde Marchionne anunció la salida del grupo de la Confindustria a partir del 1 de enero de 2012. (2)

Las motivaciones están bien explicadas en la misiva abierta que el CEO de Fiat envió a la entonces número una de la Avenida dell’Astronomia, Emma Marcegaglia. En esencia, Confindustria estaba atada a Marchionne y sus proyectos, la red de relaciones sindicales era vinculante y vació en los hechos la eficacia del célebre art. 8 del decreto Sacconi que, para decirlo de manera simple, habría hecho papel mojado de la contratación colectiva nacional para dejar espacio a la contratación empresarial bajo el signo “divide y reinarás”.

La salida de Fiat de la Confindustria formó la cubierta normativa para el modelo Pomigliano-Mirafiori-Grugliasco, consagrado mediante referendo bajo chantaje ocupacional. El contrato de Federmeccanica decaerá y entrará en vigencia el contrato de fábrica: 120 horas de horas extras obligatorias en que es prohibido hacer huelga, disminución de los descansos, pausa para el comedor al final del turno, primeros dos días de enfermedad no pagados, y estos son solos algunos de los aspectos salientes.

Se inició así un nueva era que abrió pista al capitalismo italiano para asestar el más grande ataque a la clase obrera en la historia republicana: representación, derecho de huelga, derecho a las pausas y a cargas de trabajo humanos, no serán nunca más los de antes. Marchionne salió de Confindustria para allanarles el camino; dos años después la asociación de los empresarios refrendaría junto a Cgil, Cisl y Uil el Texto Único sobre Representación (TUR), que seguiría sus pasos sobre representación sindical y derecho de huelga, poniendo punto final a la democracia sindical tal como la conocimos.

Los efectos sobre la representación y sus sindicatos

Para tener un cuadro claro sobre la cuestión de la representación sindical hace falta dar un salto atrás de veintitrés años, hasta junio de 1995, cuando hubo una serie de referendos abrogatorios del art. 19 de la ley 300/70 (Estatuto de los trabajadores). Había dos preguntas del referendo destinadas a derogarse y dos criterios selectivos y restrictivos de la libertad de constitución de las representaciones sindicales: la exclusiva a los sindicatos confederales y el requisito de la firma de contratos colectivos. (3)

De estos dos referendos, uno, promovido por Slai-Cobas, aspiró a abrogar cada límite, consignando a los trabajadores y a sus organizaciones plena libertad; el otro, promovido por Refundación Comunista, apoyado por la Fiom, como buena tradición reformista y oportunista, aspiró a eliminar solamente la exclusiva a los sindicatos confederales dejando en vigencia el requisito de firma de contratos colectivos que, en los hechos, garantizaba en todo caso la exclusiva a Cgil, Cisl y Uil.

La historia nos cuenta que venció la abrogación parcial promovida por Refundación. Quince años después, la burocracia de la Fiom, de verdugo y promotor de la oligarquía sindical, se volvió víctima entre las fauces de Marchionne. No aceptando el nuevo modelo Pomigliano y perdiendo su batalla por el referendo, quedó excluida de la representación e hizo, por vía incidental, un recurso a la Corte Constitucional (prácticamente denunció la ilegitimidad constitucional de un texto que quince años antes había aprobado). La Consulta, frente a un pronunciamiento que habría podido tener consecuencias catastróficas sobre décadas de acuerdos y contrataciones entre la burguesía y las fuerzas sindicales traidoras y reformistas, entre el sí y el no eligió contestar ni: es ilegítimo subordinar el derecho de representación a la firma de contratos colectivos; decimos que al menos hace falta participar en la mesa de negociaciones con una plataforma propia. Una sentencia que excluye, de hecho, a los sindicados combativos.

El papel de Marchionne

Sergio Marchionne, con su modelo, fue lo primero en asestar un ataque de este alcance a la clase obrera. Antes de él no fue tampoco imaginable subordinar el derecho de representación sindical a la renuncia de conflictos, a los retrocesos normativos, y a las pérdidas salariales; y es justo esto lo que hizo: impuso la representación atando criterios políticos a las normas de procedimiento. Si primero hubieron organizaciones sindicales de serie A (aquellas cómplices) y otras de serie de B (aquellas combativas), y las organizaciones de serie B pudieron, en un estado de subordinación y enfrentando procedimientos más complejos, acceder a las RSU, o mejor a una parte de ellas (el acuerdo de ’93 reservaba un tercio a la tríada); hoy, gracias al modelo Marchionne, retomado sucesivamente y agravado por el Texto Único sobre Representación, de hacer selección al ingreso, no habrá solo criterios como «¿cuánto eres representativo?» y «¿aceptas el reglamento electoral para entrar?». Por primera vez desde el fin del fascismo, para acceder a la representación sindical se preguntará, como a los sindicatos, cómo tendrán intención de comportarse una vez adentro o si tendrán intención de aceptar determinadas condiciones de trabajo preestablecidas.

La acción combativa, por las organizaciones firmantes del acuerdo, ya no será decidida libremente como táctica durante la lucha sino que se convertirá en un tema prejudicial para el acceso a la representación y a las relativas exigencias sindicales, entre ellas, permisos sindicales, derecho de colocación en los tableros de anuncio de las empresas, y convocatorias a las asambleas.

El actual sistema normativo sobre el que se apoyan las relaciones sindicales se podría traducir así: si son buenos, no hacen huelgas y no obstaculizan nuestra corrida a las ganancias, entonces podrán participar en el rico banquete de permisos sindicales, posiciones exclusivas, permisos, rentas de los entes bilaterales… ¡de otro modo, fuera de todo!

Un sistema que a todos los efectos podemos definir corrupto; por lo demás las crónicas de ultramar nos cuentan de la investigación que ha afectado a la Fca y al líder abruzzo, donde la corrupción, entre 2009 y 2017, sería cuantificada en nueve millones de dólares transitados por las cajas de Fiat hacia el sindicato Uaw por una estructura gobernada por sindicato y empresa. (4)

Formalmente, esta organización debía ser finalizada para sostén de los trabajadores; en la realidad, según la tesis acusatoria, se ha revelado un generoso sostén para los sindicalistas, con el objetivo de dar su firma a acuerdos para bajar el costo del trabajo. Una estructura –tenemos que decirlo– que recuerda mucho nuestros entes bilaterales, gestionados, precisamente, de forma bilateral entre sindicatos confederales y empresa, y que interesan mucho a los burócratas de Cgil, Cisl y Uil; basta pensar, a título de ejemplo, que en 2012, de las doce páginas de plataforma por la renovación del Ccnl Goma-plástica, ocho eran dedicadas a los entes bilaterales y cuatro a sueldos y derechos. Y lo creemos bien, porque cuando hablamos de entes bilaterales, hablamos de una vuelta de centenares de millones de euros y de diez mil sillones para los sindicatos (5).

El trabajo de marketing de la imagen y las políticas para esconder el conflicto de clase

Una de las principales habilidades políticas de Marchionne ha sido hacer creer a los obreros que los objetivos y los intereses de la empresa eran ellos, que el conflicto de clase no existía sino en los libros empolvados de filósofos del ’800. Con la ayuda constante y determinante de los medios de comunicación burgueses, se ha pasado rápidamente del «patrón hostil de clase» al «somos todos una familia», la imagen construida ad hoc de Marchionne proponía un líder juvenil, dinámico, agudo, de vestuario informal, que visitaba a menudo las fábricas, el hombre de la providencia que ha elevado las suertes de la Fiat y ha cruzado el océano para conquistar a los americanos de la Chrysler; así, los sacrificios cada vez más duros impuestos a los trabajadores ya no eran vistos por lo que eran: la explotación de la burguesía sobre la clase obrera, sino como un desafío de todo el grupo, independientemente de los papeles, para permanecer en el mercado.

Una investigación sobre las condiciones de los obreros de la Fca-Sevel de Atessa (CH), encargada por la Coordinación provincial de Slai Cobas de Chieti, con la cual hemos colaborado para la redacción de este artículo, demuestra el continuo empeoramiento de las condiciones laborales de los obreros y los graves efectos físicos y psicológicos que ellos han padecido, pero esto no se ha traducido en un relativo despertar de las conciencias porque la cultura dominante está arraigada en la clase y apacigua los ánimos.

Muerto un Marchionne nace otro

Quien ve en Sergio Marchionne uno de los muchos líderes italianos de su tiempo o lo recuerda sencillamente como el gerente de la Fiat, subestima su figura y su obra. Sergio Marchionne ha sido un financista de largo curso, colocado en el Consejo de Administración (CdA) de la Philip Morris –considerado un «buen salón mundial» por súper lobbistas–, donde se sentó junto a ex-miembros del gobierno de los Estados Unidos (6), y podemos suponer que gracias a aquella experiencia haya sabido y podido conseguir el crédito necesario para la adquisición de Chrysler para el nacimiento de Fca, una fusión que han pagado a caro precio millares de trabajadores italianos y americanos. Millares de puestos de trabajo perdidos y los que quedaron han tenido que ajustar las cuentas con la renuncia contractual al conflicto, las pérdidas salariales y las exacerbaciones normativas.

Sergio Marchionne ha sido un guerrero del capital que mejor que todos ha sabido explotar la crisis económica de 2008 para golpear duramente a la clase obrera; si hoy las condiciones de los trabajadores son mucho peores con respecto a las de hace un década, se lo debemos principalmente a él. Pero, atención, no crean que su fallecimiento llevará vientos favorables a los obreros; cambiarán nombres y caras pero el choque de clases continuará inexorablemente su curso. El único modo que los trabajadores tendrán para vencerlos será unirse entre ellos y enfrentarlos con la lucha.

Notas 
(1) http://www.dagospia.com/rubrica-4/business/forza-programmare-sviluppo-fiat-marpionne-ha-realizzato-76613.htm
(2) http://www.ilsole24ore.com/art/economia/2011-10-03/marchionne-ribadisce-intenzione-uscire-085603.shtml?uuid=AaZqbW9D
(3) https://it.wikipedia.org/wiki/Referendum_abrogativi_del_1995_in_Italia
(4) https://www.lettera43.it/it/articoli/economia/2018/08/22/marchionne-fca-corruzione-sindacato-uaw/222856/
(5) http://cub-log.blogspot.com/2015/08/quelle-diecimila-poltrone-dei-sindacati.html
(6) http://www.ilsole24ore.com/art/notizie/2018-07-21/marchionne-l-amore-il-tabacco-e-salotto-italico-philip-morris-194625.shtml?uuid=AEDj1SQF

Artículo publicado en https://www.alternativacomunista.it/content/view/2591/1/, 7 de setiembre de 2018.-

Traducción: Natalia Estrada.

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