En medio de las disputas electorales en curso en los debates de las legislativas, se pierde muchas veces de vista aquello que realmente interesa a los trabajadores y a la población más pobre: ¿qué proyecto de país y qué salida para la clase trabajadora y para la población más pobre? Presentamos algunas medidas que nos parecen centrales para poder hablar de una recuperación que sirva a los trabajadores y a la población más pobre.
Por: Flor Neves
Crisis para los trabajadores y recuperación para los capitalistas
Cuando nos hablan de “recuperación” del país, es preciso preguntar: ¿recuperación para quién? El gobierno Costa y los patrones quieren hacer olvidar que, en nombre de la pandemia, aplicaron ataques gravísimos contra los trabajadores.
Se habla mucho también del Plan de Recuperación y Resiliencia –la famosa bazuca–, pero este no será para inversiones estructurales en el país, al servicio de las poblaciones, sino dinero público para las grandes empresas privadas. PS y PSD se limitan así a disputar para qué sectores irá la mayor parte de esos dineros europeos, pero dentro del mismo proyecto de país: un país periférico, que ofrece su mano de obra barata, y disponible para explotación de recursos a cualquier costo ambiental, bajando la cabeza a los mandos y desmanes de las multinacionales y a los intereses del capital francés y alemán.
¿Qué medidas son entonces necesarias para enfrentar la “crisis social” con que se encuentra todos los días la clase trabajadora y la población más pobre, que lucha para vivir y sobrevivir, cada día con más dificultades, mientras los ricos preservan sus lucros?
Inversión en el Sistema Nacional de Salud (SNS)
La pandemia demostró cuánto es esencial y necesario el SNS. Pero mostró también cuánto vive en el filo de la navaja por la falta de inversión, por la falta de condiciones que impidan la fuga de profesionales para las privadas, y por las sumas millonarias de dinero dado para pagar a privados (cerca de 40% del Presupuesto del Estado (OE) para la Salud), en servicios que el Estado podría cumplir. Con la pandemia, la sobrecarga del personal de salud, la fuga de dinero público para pagos a laboratorios privados y la negación del gobierno a requisar a los privados, agravó aún más esa situación. Por eso, no basta defender más inversiones para la Salud; ¡es preciso acabar con las asociaciones público-privadas, no dar ni un centavo más a la salud privada, dotando el SNS y a sus profesionales de todos los medios necesarios a una salud pública, universal y de calidad para todos, y no solo para quien tiene dinero para pagar!
Trabajo con derechos y acabar con la precariedad
Las condiciones de trabajo solo empeoraron desde la pandemia, y el desempleo y el subempleo se dispararon. Por eso, es preciso prohibir los despidos, efectivizar a todos los precarios al fin de un año, y acabar con las empresas de trabajo temporario, los contratos “uber”, los falsos recibos verdes, que solo sirven para robar a quien trabaja. ¡Es necesario congelar el precio de los bienes esenciales, garantizar un aumento general de salarios y acabar con las trabas a la progresión en las carreras!
¡Pero queremos vida y salud, además de trabajo! Es preciso trabajar menos, para trabajar todos y con más dignidad: ¡reducción del horario de trabajo, sin reducción de salarios, para garantizar empleo para todos! Además, el trabajo por turnos y el fin de semana tienen que ser restrictos solo a los sectores esenciales.
Acabar con la farra de la especulación inmobiliaria
Volvemos a ver surgir barracas y crecer el número de personas que vive en las calles, porque es imposible pagar casas con nuestros salarios o sin empleo. ¡Es preciso suspender los desalojos y las moratorias de los bancos! Pero, sobre todo, es preciso revocar la ley de rentas de Cristas (PSD/CDS), que la Geringonça mantuvo, y tener una política pública de habitación, ¡de construir las casas necesarias a precios accesibles y no dar dinero a propietarios privados para que continúen lucrando!
El combate por el clima es contra el capitalismo
Hoy se habla de apuesta en proyectos volcados al litio, el hidrógeno y la supuesta energía verde como alternativas más ecológicas. La preocupación, todavía, no es ambiental, sino encontrar un nuevo nicho de “mercado verde”, mientras las poblaciones soportan impactos ambientales de esas explotaciones y los trabajadores del sector automotriz sufren los ataques a sus derechos para sostener la “transición energética”. No hay alternativa en el “capitalismo verde”, es preciso cambiar el modelo de producción impuesto por el capitalismo, basado en la ganancia y el consumo desenfrenados, y proteger a los trabajadores para que no sean ellos los que paguen la factura. ¡Solo con medidas anticapitalistas podemos salvar el planeta!
Racismo y xenofobia: dividir para reinar
El Chega es el capataz de la política liberal y autoritaria, racista y xenófoba, al servicio de los patrones. ¡Pero no es el único en culpar a los más pobres y oprimidos, mientras protege a los capitalistas! ¡Es preciso acabar con la impunidad de la policía, que se mantuvo con la Geringonça, acabar con el SEF (inmigración no es un caso de la policía), legalizar a todos los inmigrantes y garantizar la nacionalidad a quien nace en Portugal! ¡Solo combatiendo el racismo será posible unir a la clase trabajadora contra los capitalistas!
Romper con la UE y el Euro, por una nueva revolución
Estas medidas son solo algunas de las más urgentes. Pero su aplicación depende de la movilización de los trabajadores, pues sabemos que el parlamento y el nuevo gobierno continuarán rehenes de la política de los grandes monopolios capitalistas.
Por eso, es preciso organizar la lucha de los trabajadores y de la población más pobre, construyendo un plan de movilización y de reivindicaciones para que no sean los trabajadores los que paguen por la crisis. ¡Y exigimos que la CGTP y la UGT se pongan en la línea de frente para unir a los trabajadores para luchar contra los ataques, y no para negociar con los patrones a espaldas de los trabajadores!
Por otro lado, ¡no tenemos ilusión de que sea posible defender los servicios públicos (como el SNS), poner al servicio del país las empresas estratégicas (como la TAP/GF), o defender el empleo con calidad y los derechos de los trabajadores dentro de la UE y del Euro! ¡Es preciso salir del Euro y de la UE para romper con las reglas de la austeridad, del déficit y de la deuda, y volver a dar al Estado el poder de imprimir moneda y de intervenir en la economía, al servicio de los intereses de los trabajadores, en el marco de una Europa de los trabajadores y de los pueblos!
Todo eso solo es posible con una nueva revolución que lleve al poder un verdadero gobierno de los trabajadores, para construir una sociedad sin explotación ni opresión, una sociedad social, ambiental y colectivamente sostenible, ¡una sociedad socialista!
Artículo publicado en emluta.net, 19/1/2022.-
Traducción: Natalia Estrada.
