Vie Jun 14, 2024
14 junio, 2024

Argentina: Mujeres en la batalla por la independencia

Se cumplen 200 años de la Declaración de la Independencia Argentina en la casita de Tucumán. Este hecho, que resumía en definitiva largos años de lucha y resistencia de un pueblo en guerra por su liberación, fue una gran gesta revolucionaria, que hombres y mujeres llevaron adelante valientemente.

Por PSTU

La historia que se enseña en la escuela, es la historia de los Grandes Hombres. Es la que plantea el estudio de los procesos sociales poniendo el acento en algunos nombres y reivindicándolos como los gestores indiscutidos, los caudillos, los líderes que llevaron adelante los procesos. Esto es así porque la escuela se erige como uno de los pilares fundamentales de la “formación de ciudadanos” para los estados capitalistas. Esta forma de contar la historia, invisibiliza las acciones que llevan adelante las masas, invisibiliza el hecho de que en la mayoría de los casos, estos “grandes hombres” se vieron empujados mucho más allá de sus primeras intenciones. Los procesos revolucionarios se dan por la conjunción dialéctica entre el movimiento de las masas y su dirección. Sin embargo, esta forma de contar la historia, invisibiliza fundamentalmente el rol de las mujeres. Y en las guerras por la independencia latinoamericana las mujeres tuvimos mucho que decir y hacer.

Las mujeres de la revolución

En una primera instancia, como primer frente de batalla, fueron las mujeres indígenas las que resistieron la colonización cultural. Fueron ellas las que resguardaron la cultura milenaria y ancestral de sus antepasados, fueron quienes preservaron para la posteridad, de boca en boca, los relatos que expresarían su cosmovisión. Fueron las que a través de la práctica silenciosa de la alfarería, el tejido, preservaron su religión, su historia, su visión del mundo ante el feroz ataque ideológico que llevaron adelante los colonizadores, y que le costó la vida a miles. Ataque, por cierto, que estaba al servicio de los intereses económicos.

De todas ellas, de las “grandes mujeres” de la revolución, podemos nombrar algunas. Micaela Bastidas, precursora de la independencia americana, generala y gran estratega, que junto a Túpac Amaru, dieron la pelea contra los conquistadores en Potosí. Fue ejecutada el 18 de Mayo de 1781. Juana Azurduy, heroína de la independencia, que junto al General Manuel Ascencio Padilla, lucharon contra las sanguinarias tropas realistas en el Alto Perú. Encabezó grandes batallas de resistencia y finalmente murió sola y olvidada en Mayo de 1862.

Martina Céspedes llevó adelante importantes acciones durante las invasiones inglesas y fue condecorada por ello por Liniers, quien le otorgó el grado de sargento mayor, con derecho a usar el uniforme y goce de sueldo. La Chacha Peñaloza, esposa del caudillo Ángel Peñaloza, a quien acompañó en sus gestas militares, poniéndose al mando en varias situaciones y dirigiendo a las tropas en contra de los realistas.

Manuela Gandarillas y las cochabambinas, son un emblema de valentía y resistencia. Las fuerzas realistas españolas al mando del general Goyeneche, retornaron a Cochabamba al recibir noticias de la nueva rebelión que ocurría ahí y enfrentaron a los patriotas liderados por Esteban Arce en Pocona. El patriota Arce fue vencido y los realistas continuaron hacia Cochabamba, donde la ciudad con escasos recursos se negó a rendir, especialmente las mujeres quienes al mando de la anciana invidente Manuela Gandarillas, armadas con palos y mantas se atrincheraron en la colina de San Sebastián, en el lugar conocido como “La Coronilla”. Goyeneche entró a Cochabamba el 27 de mayo de 1812, quebrando totalmente la heroica resistencia. Fue una verdadera masacre, pero murieron con valentía en defensa de la Independencia.

Éstas son sólo algunas de las mujeres que dejaron su impronta y su huella en la historia de la revolución latinoamericana. Son la punta del iceberg que esconde tras de sí a las miles de mujeres que forjaron un legado de revolucionarias que convencidas de que la derrota del enemigo era no solo posible sino necesaria, nos muestran el camino a seguir.

Nuestro lugar en la Segunda Independencia

En el sendero que debemos recorrer para la Segunda Independencia las mujeres tenemos que ocupar nuestro lugar. Tenemos la fuerza y la valentía, la convicción de que es necesaria una nueva gesta revolucionaria. Porque de qué independencia nos hablan, si los actos estarán acompañados por los reyes de España y por la gran patronal multinacional? ¿De qué libertad, si nos hicieron arrodillarnos ante lo buitres?¿Qué liberación, si continúa el saqueo de los recursos naturales? ¿Soberanía, mientras una parte de nuestro territorio, las Malvinas, siguen en manos piratas? ¿Puede hablarse de que “somos libres” mientras continúa la desocupación, la inflación, los bajos salarios y la precariedad laboral? Y continúan con la entrega que comenzó con, a través del endeudamiento externo y siguió con Menem, Cristina y ahora se profundiza con Macri?

Somos los trabajadores los que podemos enfrentar el saqueo, somos nosotros los que podemos y debemos enfrentarnos a la rapiña del imperialismo. Nuestros compañeros y compañeras en México y en Francia son un ejemplo de resistencia. Y somos especialmente las mujeres las que debemos ocupar nuestro lugar en la historia. Llamamos a todos los que quieren enfrentar la entrega de los recursos naturales y la deuda, defender la educación, la salud y la cultura, los que pelean por un país distinto, libre, soberano, independiente, a sumarse. Invitamos a la clase trabajadora, que pelea por su salario y las jubilaciones, contra la explotación, la precariedad laboral y el trabajo en negro. A los jóvenes, que defienden su derecho a estudiar y a un país mejor. Llamamos a todas las compañeras que en la fábrica, las escuelas, los sindicatos, los centros de estudiantes, dan la batalla diariamente para que la segunda y definitiva independencia se convierta en realidad.

 

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