Con la votación a días de distancia las encuestas no terminan de pronosticar si habrá triunfo de Scioli en primera vuelta (le faltarían un par de puntos) o si habrá ballotage. Tampoco está claro si Macri quedará segundo o lo desbancará Massa.
Por: Gabriel Massa
Las otras figuras, como la defensora de un supuesto capitalismo “progresista”, Stolbizer, o el abanderado del capitalismo “federal”, Rodríguez Saá, naufragan en la intrascendencia.
En cambio, la única alternativa de izquierda que ha quedado tras la trampa de las PASO, el FIT, con su candidato Nicolás Del Caño, se ha fortalecido con la participación de trabajadores, jóvenes y mujeres.
¿Qué hay detrás de este panorama y de los números que reflejan las encuestas?
Se nota la crisis
Lo primero que hay es el agravamiento de la crisis mundial, cuyos efectos se notan cada vez más en Argentina. Frente a ello, ninguno de los tres candidatos en la delantera ofrece una esperanza cierta de evitar el ajuste.
A pesar de las campañas millonarias, no hay candidatos que entusiasmen. Los capitalistas han fracasado en su objetivo de construir una polarización entre dos candidatos fuertes.
Scioli silba bajito, cruza los dedos y presenta gabinete
Scioli, está convencido de que con la situación electoral como está ganará en primera o, en el peor de los casos, en segunda vuelta. Por eso no quiere hacer ni decir nada que lo comprometa demasiado, y por eso no fue al debate presidencial.
En cambio eligió concentrar sus últimos días de campaña en presentar los integrantes de su futuro gabinete: Miguel Bein (ex Secretario de Programación Económica del gobierno de Fernando de la Rúa); Mario Blejer (fue funcionario del FMI, del Banco Mundial y del Banco de Inglaterra, Vicepresidente del Banco Central en el gobierno de De la Rúa y luego presidente del mismo organismo con Duhalde); y Silvia Batakis (Ministra de Economía de la Provincia de Buenos Aires que viene aplicando el ajuste contra los estatales bonaerenses).
Por si esto deja dudas de las intenciones de Scioli en materia económica, dos gobernadores, el de Salta, Urtubey, y el de Misiones, Closs, que también suenan como integrantes del futuro gabinete, se declararon partidarios de un rápido arreglo con los fondos buitres en Nueva York.
Anticipando que esta orientación económica –que exige ajustar a todo trance- provocará fuerte resistencia popular, Scioli anunció que dará cabida en su gobierno también a Berni, el ex carapintada y actual jefe de seguridad de Cristina que ya mostró la clase de servicios que está dispuesto a brindar, reprimiendo huelgas como las de los choferes de la línea 60 o la de la fábrica Lear.
El elenco no podía dejar de contar con un fanático de la privatización de la escuela pública como Alberto Barbieri, actual rector de la Universidad de Buenos Aires y postulado como futuro ministro de Educación. Y así siguiendo.
Macri trata de ocultar los pelos de gorila y Massa los muestra con todo
Macri preocupado porque las encuestas indican que está perdiendo votos frente a Massa, pegó un bandazo llamativo: en sus últimos avisos de campaña niega el ajuste, asegurando que no recortará subsidios a los sectores más necesitados. Pero aunque la mona se vista de seda… el giro populista del gorila Macri resulta muy poco creíble.
Y Massa, viendo que Macri deja vacante el espacio de la gorilada extrema, corrió a ocuparlo anunciando –con videos de caza bombarderos sobrevolando y tropas en tierra invadiendo villas miseria- que la solución para terminar con los narcos y la inseguridad es meter al ejército en los barrios populares.
Al respecto de esta barbaridad de Massa, Nicolás del Caño, el candidato presidencial del FIT, decía hace pocos días: “¿Se imaginan a las mismas fuerzas armadas que en nuestro país realizaron el genocidio entrando a los barrios populares?”. Sí, eso precisamente es lo que quiere Massa. Y no olvidemos que ya hubo varios ensayos de eso con la gendarmería y la prefectura de Berni en distintas ocasiones, y los milicos de Macri en el Borda.
Fraude, corrupción y pases de último momento… candidatos de la decadencia
Con el fraude electoral en Tucumán y el Chaco ha saltado a la vista de millones como se “ganan” las elecciones para seguir atacando al pueblo: millones de pesos de fondos públicos al servicio de los punteros y la compra de votos. Contrataciones millonarias para los amigos del poder saltan, como el caso Niembro o los casos en el gabinete de Scioli, con el ex intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, que fue denunciado ante la justicia por maniobras con tierras fiscales, o Sergio Berni, que fue denunciado por enriquecimiento ilícito. Solo una pequeña muestra de lo que se hace diariamente a gran escala.
La compra de votos es completada con la compra de candidatos. La poca seriedad y la muestra de que ninguna diferencia de fondo ni ideológica o programática existe entre “los opositores” es la serie de “pases” que se vieron en estos días en el último tramo de campaña.
Mónica López, diputada provincial del Frente Renovador, candidata al Parlasur de esa fuerza, cambio de espacio político en un segundo y llama a votar a Scioli. Es decir no se votaría a sí misma, también en elecciones pasadas integrante de la lista de De Narváez. A este pase se le suma la Tigresa Acuña que vuelve al kirchnerismo abandonando el massismo y denunciando que Massa le había pedido que en el partido 3 de febrero votaran por el macrismo habiendo un candidato de Massa.
Todos ellos son más de lo mismo. Los trabajadores votamos trabajadores, votamos al FIT.
Artículo publicado en Avanzada Socialista n.° 97, octubre de 2015.-
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