Uruguay: los trabajadores ante enormes desafíos
La brutal crisis de Argentina está en el centro de la situación en una Latinoamérica que vive un profundo proceso de descomposición social y política. Así lo marca el reciente asesinato al precandidato Villavicencio en Ecuador y la represión asesina de la Boluarte en Perú.
Editorial Rebelión n° 86 de IST – Uruguay
En esta realidad latinoamericana parece que Argentina expresa hoy muchas de las contradicciones de la crisis capitalista mundial. Casi la mitad de la población está bajo la línea de pobreza. Los salarios no dan para comer. La economía está destrozada producto de una política al servicio del saqueo imperialista del FMI y el pago de la deuda externa. La crisis del peronismo y el radicalismo, las históricas corrientes de la burguesía argentina, dio paso al ultraderechista Milei, cuya votación abrió más incógnitas que certezas.
Hay miseria y hambre. Hay un profundo malestar social cuyo antecedente más reciente es el levantamiento de Jujuy. Escenas de saqueo empiezan ahora a ser noticia. Síntoma de que la paciencia de las capas más empobrecidos comienza a terminarse.
Estos hechos marcan una situación social explosiva, en un país que tiene el argentinazo del 2001 muy fresco en su memoria. Una crisis de importancia para la región y nuestro país, porque, como dice el viejo dicho popular, “cuando Argentina estornuda, Uruguay se resfría”.
Uruguay cocina su propia crisis
En nuestro país no hemos llegado al nivel de la crisis argentina, pero los problemas también se van agravando. Algunos síntomas ya se ven a nivel económico con el impacto en el turismo, el comercio y la industria. Lo que se combina con el fuerte descenso de las exportaciones.
La reciente crisis del agua marcó un punto de inflexión en la decadencia del capitalismo agro-exportador uruguayo, por más que nos quieran hacer creer que “ya pasó”.
Miles de denuncias y llamadas por violencia doméstica quedan sin respuesta. Así llegamos a los femicidios como el de Valentina, que causó especial conmoción por su edad: 17 años. Las instituciones y el Estado no hacen nada para evitarlo.
Mientras el gobierno corrupto de Lacalle Pou le da un pasaporte al narco Marset sin que pase nada, los trabajadores y los jóvenes sufren en los barrios populares el flagelo de la droga y la delincuencia atada a la penetración del narcotráfico. Los mismos jóvenes para los que no hay trabajo.
Aparecen cuerpos mutilados típicos del enfrentamiento entre bandas. Los docentes de la UTU de la Cruz de Carrasco debieron ocupar el centro para exigir respuestas después de que dos personas ingresaran armadas a robar. Una situación crítica precedida de robos en la zona. Una realidad que viven muchos barrios populares.
En contraste, las clases media-alta y alta se va a vivir a los exclusivos barrios privados.
Grandes empresarios exportan toneladas de cocaína por contenedores. En plena Torre Ejecutiva funcionaba una oficina donde Astesiano era el nexo para falsificar pasaportes, espiar sindicatos y legisladores, y muchas tramoyas más.
Aumentan las personas en situación de calle mientras Uruguay tiene el doble trágico récord de ser el país con la mayor tasa de presos y suicidios del continente.
¿Y los gobernantes?
La coalición de derecha de Lacalle Pou ha profundizado esta decadencia con su política antiobrera.
Ahora están enfrascados en el teatro de la rendición de cuentas. Allí cada partido y sector “pelea” mirando su chacrita, intentando recibir alguna migaja con la cual poder sacarse cartel en las elecciones.
Sin embargo, el grueso del dinero va a parar al pago de la deuda externa que se lleva 20 o 30 veces más de lo que destinan a las diferentes áreas.
La dirigencia del Frente Amplio (FA), lejos de las necesidades populares, se presta para este teatro. Por eso negociaron con los ultraderechistas de Cabildo Abierto para intentar votar un aumento en el salario militar. Están más preocupados por sus cargos y las elecciones.
No podemos esperar nada del Parlamento ni de todos esos partidos, manchados por la corrupción y que se arrastran ante los poderosos.
Son todos ellos quienes desde hace décadas llevan el país a una miseria cada vez más grande y evidente. La crisis de Argentina es el espejo que nos muestra a dónde nos conducen las políticas capitalistas tanto de la derecha como de la izquierda reformista.
A los trabajadores sólo nos queda una alternativa si queremos revertir ese rumbo
Es el de la movilización y la organización desde abajo. Debemos discutir y tomar en nuestras manos las graves problemáticas que nos aquejan en los barrios, en los lugares de trabajo, en los centros de estudio, porque sin organización y lucha, no habrá ningún paso adelante.
Desde allí pongámonos la tarea de construir una dirección sindical y política que quiera pelear en serio. Porque el capitalismo no va más, la lucha por el Socialismo es más urgente que nunca, en Uruguay y el mundo. Te invitamos a sumarte a IST para dar esta pelea junto a nosotros.
Publicado el 01/09/2023 en https://www.ist.uy/