Una mirada a la situación de la mujer pobre en el Perú
Las mujeres pobres y trabajadoras, sobre todo del campo, se encuentran en la lucha contra el gobierno asesino de Dina Boluarte y el Congreso, sufriendo la represión desatada por el mismo.
Por PST-Perú
Sin embargo, adicionalmente, cargan sobre sus espaldas el peso de la crisis económica, social y política que arrastra el país, sometidas a trabajos precarios, peor pagados, menor acceso a educación y salud, además de desarrollar una mucho mayor cantidad de trabajo no remunerado en el hogar, en comparación con sus compañeros o familiares hombres. Esto, para no hablar de la violencia que directamente se ejerce contra ellas en el hogar o por sus parejas y exparejas, que muchas veces termina en su asesinato.
Según el informe “Brechas de género 2022”, del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), al 2022, en el Perú había 16 millones 641 mil mujeres y 16 millones 394 mil hombres terminando el 2021. Esto indica que las mujeres constituyen el 50,4% de la población nacional.
Y del total de la población pobre, que tras 2020 se elevó al 30% de la población[1], el 51.4% son mujeres.
De ellas, el 32% de las mujeres mayores de 14 años no posee ingresos propios, en comparación con el 14% de los hombres de la misma edad. En Apurímac, uno de los epicentros de las movilizaciones en el sur, esta situación afecta al 40% de las mujeres.
900 mil mujeres jóvenes no estudian ni trabajan. Cifra que se agrava al conocer que el 67% de ellas no cuentan con habilidades formadas para acceder a empleos de calidad. La brecha salarial se encuentra alrededor del 25%.
Hay un 17% más de hombres en las labores remuneradas, percibiendo, en promedio, 25% más salario que sus compañeras por realizar la misma labor. La mayo parte de las trabajadoras se encuentran en microempresas, de como máximo 5 trabajadores. Y se encuentran concentradas en los rubros servicios (36,4%), comercio (27,5%) y en la agricultura (25,7%). La informalidad laboral alcanza al 80% de las mujeres en el Perú, según los informes más recientes.
Pero las desigualdades no se detienen ahí. Por ejemplo, las mujeres peruanas destinan 39 horas con 28 minutos de la semana al trabajo del hogar (no remunerado) frente a las 15 horas con 54 minutos de los hombres. Esto es, 23 horas con 34 minutos más. Según Oxfam, al 2021, el trabajo no remunerado de las mujeres peruanas equivalía al 20% del PBI.
Esta situación se manifiesta en la salud de las mujeres. Al 2021 el 44,3% de las mujeres informaron sufrir alguna dolencia de manera permanente, siendo 9,7 puntos porcentuales más que los hombres (34,6%).
El cáncer de mamas y el cérvico-uterino, figuran entre las causas principales de mortalidad femenina y podrían ser tratables con un diagnóstico temprano de la enfermedad. Del total de defunciones femeninas registradas en el año 2019, el 22,0% fueron ocasionadas por esta enfermedad.
La segunda causa de muerte de mujeres son la influenza y la neumonía, que ocasionó el 12,2% de defunciones en las mujeres y en los hombres representó el 10,7%.
El analfabetismo en las mujeres es casi el triple que en los hombres, llegando a un 7,6% de la población femenina frente a un 2,7% de hombres. Esta tasa, sin embargo, se eleva por encima del 10% para las mujeres en las regiones andinas, llegando al 19,5% en la región Apurímac.
La maternidad adolescente registra un 8,9% a nivel nacional. En regiones amazónicas como Ucayali o Loreto, esta se eleva al 25% y 18%, respectivamente. A nivel nacional, el 28% de esas adolescentes provienen de sectores populares pobres.
Y como si esto no fuera mucho, la policía nacional, que hoy reprime salvajemente a la población que sale a protestar, solo logró ubicar al 48% de las 11 524 mujeres registradas como desaparecidas el año pasado. Esto es, 5558 mujeres volvieron a casa. Tampoco ha hecho mucho por resolver los 137 feminicidios reportados durante 2022. 73% de las mujeres asesinadas, tenían menos de 40 años.
Esta es la situación en la que se encuentran, grosso modo, las mujeres en el Perú. Por eso, no sorprende que se encuentren codo a codo en la lucha que remece al país. Y que sea urgentísimo que la clase trabajadora y el pueblo pobre tome las banderas de la mujer pobre como parte de sus demandas, en el camino a conquistar la solución a sus problemas.
[1] La población proyectada al 2023, en el Perú, es de 33,72 millones de habitantes.