Silicon Valley Bank: La irracionalidad de un sistema basado en las ganancias
El viernes 10 de marzo, la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) generó pánico en los mercados financieros internacionales. Esto también se debe a que los mercados financieros han estado bajo presión durante meses.
Por Alberto Madoglio
A inicios de 2023 quebró el fondo especializado en criptomonedas Ftx, con pérdidas estimadas en 30.000 millones de dólares. La gestora de capitales Blackstone ha declarado el default de uno de sus fondos inmobiliarios por 297 millones, pero lo que más preocupa es que ha bloqueado los rescates por otra inversión en el sector inmobiliario por 70.000 millones de dólares, es decir, los ahorristas no pueden tener su dinero.
El espectro de un nuevo caso Lehman Brothers (2008), la mecha que hizo estallar la recesión global del año siguiente, ha aparecido para perturbar el sueño de gobernantes y banqueros centrales en los cuatro rincones del globo.
¿Cuál fue la causa de este evento sorpresa?
Desde hace meses, los mayores bancos centrales (la Reserva Federal de EE. UU. y el BCE in primis) han dado un giro de 180° respecto de la política de tasas de interés cero seguida hasta entonces. En un intento por mantener bajo control la tasa de inflación, comenzaron a implementar una política monetaria restrictiva, elevando las tasas de interés. No nos detenemos aquí a explicar cuánto esta política no sirve al propósito previsto ya que no es estrictamente pertinente a los eventos que estamos tratando.
Este cambio de rumbo tuvo el efecto de hacer colapsar el valor de los títulos gubernamentales en las carteras de los bancos.
En el caso en cuestión, luego de que el directorio de SVB comunicara la necesidad de aumentar su capital en 2.500 millones de dólares para compensar las pérdidas en los títulos del Estado, los depositantes temerosos de ver volatilizarse sus ahorros, dieron luz verde a una furiosa corrida bancaria del SVB, retirando decenas de miles de millones depositados.
Se trata de un evento impactante por la dimensión y la velocidad con la que ocurrió.
En 2008, cuando se produjo la última quiebra de un banco estadounidense, la Washington Mutual, los ahorristas retiraron cerca de 17.000 millones en diez días. En el caso del SVB, los miles de millones fueron 42, ¡en solo 10 horas!
El desarrollo cada vez más acelerado de los servicios bancarios online para reducir al mínimo el personal en las oficinas, la posibilidad de operar las 24 horas del día, la divulgación en las redes sociales que difunden noticias a la velocidad de la luz, han sido innovaciones creadas por el capitalismo en la última década para aumentar drásticamente las ganancias.
En este caso se le volvieron en contra, haciendo impracticable cualquier posibilidad de control y amplificando exponencialmente las pérdidas. Lenin decía que los capitalistas fabricarían la soga con la que serían ahorcados, y lo sucedido confirma esta previsión.
La primera reacción de las autoridades fue minimizar el caso, tratando de contar una versión tranquilizadora.
En las primeras horas posteriores al crack se dijo que el SVB era un pequeño banco local, inserto en un nicho de mercado (el de las start-ups tecnológicas del Silicon Valley de California) y que lo ocurrido no habría tenido mayores repercusiones a nivel general.
La realidad, sin embargo, es diferente. Como se informó en una publicación en el blog de Michael Roberts (1), el SVB era el decimosexto banco comercial estadounidense, con activos de 200.000 millones. No es un gigante del crédito pero tampoco tan insignificante.
El hecho mismo de que Biden dijera que los ahorristas estarían protegidos es una prueba de las preocupaciones sobre que esta bancarrota podría ser el detonante de eventos más catastróficos.
Este, en definitiva, es el resumen de los hechos, ahora veamos qué puede pasar en las próximas semanas.
Primero, a pesar de las declaraciones del inquilino de la Casa Blanca, los clientes del SVB no pueden dormir tranquilos. No se devolverá todo el dinero derramado, y por las sumas que se devolverán, la ex directora de la agencia de tutela de los depósitos, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (Federal Deposit Insurance Corporation), en el momento del estallido de la burbuja subprime, Sheila Bair, ha dicho que los acreedores tendrán que ser muy pacientes antes de recuperar su capital. (2)
¿Habrá tiempo de ser pacientes? Se trata predominantemente de empresas del sector tecnológico, ya muy endeudadas. Si mientras tanto tienen que recurrir a nuevos préstamos, con tasas altas, ¿cómo podrán continuar con su actividad, además en un sector en fuerte crisis, donde ya se han registrado cientos de miles de despidos? Si fallan, es probable que desencadenen una serie de eventos similares, con un efecto dominó de resultados por el momento impredecibles.
En lo que respecta al sistema bancario, se descubrió que los bancos estadounidenses tienen pérdidas potenciales relacionadas con los títulos del Estado por más de 600.000 millones. Siempre para hacer una comparación con 2008, en la época se estimaba que las pérdidas relacionadas a las hipotecas rondaban los 750.000 millones. Estamos, por lo tanto, muy cerca de la suma que desencadenó la crisis de la que aún no hemos salido.
Y en el Viejo Continente, las cosas no parecen andar mejor
Se cuenta la fábula habitual de que el capitalismo europeo no sería tan voraz como el anglosajón, que las reglas impuestas por Frankfurt son la garantía de una estabilidad del sistema.
Pero incluso de este lado del Atlántico, los hechos deberían incitar a una mayor prudencia. Hay 3.000 millones de títulos públicos en las carteras de los bancos del continente, e incluso en este caso, por el aumento de las tasas de interés, las pérdidas potenciales son enormes.
Una simulación que realiza periódicamente el BCE para evaluar la calidad de los balances (los llamados stress test), indica que una de las mayores instituciones europeas, la italiana Intesa Sanpaolo, está cerca del límite que pondría en riesgo su estabilidad. Si el BCE, como es probable, continúa con la política monetaria restrictiva y las pérdidas potenciales de Intesa aumentan, ¿qué pasaría con la institución que dirige Carlo Messina y con todo el sector bancario europeo? (3)
Mientras tanto, ha comenzado el enfrentamiento para el helvético Credit Suisse, que se desplomó en la Bolsa hoy, 15 de marzo, en un 23% y sin poder encontrar accionistas capaces de recapitalizarlo.
Los argumentos que utilizan los optimistas para sostener sus previsiones se refieren a la llamada «economía real» (como si las finanzas fueran algo ajeno a la realidad, pero “así sea”).
Después de meses en los que la recesión, al menos en las principales economías, parecía segura, los últimos datos parecen evitar esta eventualidad (aunque hayan sido publicados antes de los hechos de la última semana, que sin duda repercutirán sobre el ciclo económico), entonces, según esta visión, los daños pueden ser limitados.
Sin embargo, mirando más atentamente, las dudas al respecto son más que legítimas.
Siempre Roberts (4) señalaba recientemente cómo el empleo en los EE. UU. se había mantenido estable en 2022 y que el aumento afectaba solo a los trabajadores precarios, que el gasto del consumidor se había mantenido sin cambios, el aumento de las inversiones crecido fraccionalmente, mientras el aumento del PIB en el último trimestre de 2022 fue de la mitad por el aumento de inventarios (que, una vez a disposición, tendrá un impacto negativo en el crecimiento futuro).
Sin embargo, un dato del que no hablan los economistas burgueses, no sabemos si por ignorancia o por mala fe (quizás por ambas cosas) se refiere a las ganancias.
Siempre en el último trimestre de 2022, las ganancias de las empresas de las barras y estrellas cayeron por primera vez después de la fase más aguda de la pandemia, es decir, en la primera mitad de 2020.
¿Por qué es importante este dato? Porque sabemos que si tal descenso no es casual, sino que se mantiene durante un tiempo suficientemente largo (2/3 trimestres sucesivos), se verificará una recesión en pocos meses. En una economía capitalista, las ganancias marcan el “tono” del ciclo económico. (5) Si caen, las empresas dejan de invertir, y luego pasan a los despidos.
Todavía no sabemos con certeza si estamos en el 14 de setiembre de 2008, el día anterior a la caída de Lehman, o en marzo del mismo año, cuando la quiebra de Bear Stern señalaba el inicio de una potencial crisis pero no la hacía detonar. Sin duda podemos decir que la tormenta se avecina, y no se ven destellos de luz en el horizonte.
En las buenas y en las malas, las ganancias globales son incapaces de dar vía a una masiva fase de acumulación de capital en grado de sostener un período de expansión económica sostenida.
La continuidad de la guerra de agresión de Rusia en Ucrania ayuda a que la situación sea cada vez más tensa. Las tensiones cada vez mayores entre China y EE. UU. no presagian nada bueno. Para algunas naciones dependientes del imperialismo, la tormenta ya llegó. Egipto y Pakistán están al borde del default. (6) Kenia casi ha agotado sus reservas en dólares y pronto no podrá pagar las importaciones de alimentos. La carestía y el hambre para más de 50 millones de personas es una pesadilla que se avecina minuto a minuto. (7)
La quiebra de un banco en el condado de Santa Clara, California, nos muestra una vez más la brutalidad e irracionalidad de un sistema basado en las ganancias. El Silicon Valley Bank nos mira y nos impone una elección: socialismo o barbarie.
Notas:
(1) “SVB: from the valley to the chasm”, 11 marzo 2023, https://thenextrecession.wordpress.com/2023/03/11/svb-from-the-valley-to-the-chasm/
(2) “Le lezioni del crack SVB: perché non va sottovalutato”, Marco Onado, IlSole24Ore, 14 marzo 2022.
(3) “Banche Ue solide ma con 3300 miliardi di bond che scottano”, Morya Longo, IlSole24Ore, 15 marzo 2023.
(4) “A burst of optimism: unfounded?”, 14 febrero 2023, https://thenextrecession.wordpress.com/2023/02/18/a-burst-of-optimism-unfounded/
(5 )“Profits call the tune”, 17 junio 2021, https://thenextrecession.wordpress.com/2021/06/17/profits-call-the-tune-2/
(6) “Monetary tightening, inflation and bank failures”, 13 marzo 2023, https://thenextrecession.wordpress.com/2023/03/13/monetary-tightening-inflation-and-bank-failures/
(7) “Kenya, emergenza valute: le riserve in divisa estera ai minimi da oltre 10 anni”, Alberto Magnani, IlSole24Ore, 14 marzo 2023.
Traducción: Natalia Estrada.