Dom May 19, 2024
19 mayo, 2024

Se profundiza el aislamiento internacional de Israel en medio del genocidio

Con la brutalidad del genocidio en Gaza, que ya dura cerca de seis meses, las máscaras del racista Estado de Israel y sus aliados han caído. Y el rostro revelado es tenebroso. Esto ha llevado a crisis sin precedentes entre el decadente imperialismo de Estados Unidos y su enclave militar (Israel), que enfrenta un creciente aislamiento internacional.

Por: Soraya Misleh

Gigantescas e incesantes protestas ocurren en el mundo. En el corazón del imperialismo –EE.UU.– han causado importantes conmociones, aunque no hasta el punto de que Estados Unidos haya cesado la ayuda multimillonaria en armas a Israel para llevar a cabo el genocidio, o la retórica a favor de su enclave militar.

Todo esto se debe a razones obvias: cuanto más amenazado es su proyecto colonial, más brutal se vuelve para intentar sobrevivir. Y si es derrotado, los intereses del imperialismo en la región rica en petróleo estarán amenazados.

Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU

Pero la crisis es tan grande que obligó a Estados Unidos a abstenerse en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y permitir que se aprobara una resolución de alto el fuego en Gaza, el 25 de marzo último. Los otros 14 países votaron a favor.

Después de esto, Netanyahu canceló una visita a Estados Unidos, poniendo de evidencia la crisis abierta entre el monstruo y su creador. No por las vidas palestinas, sino por los cálculos políticos de unos y de otro. Netanyahu sabe que, si detiene el genocidio, caerá inmediatamente y posiblemente será arrestado.

Crímenes contra la humanidad

Lógicamente, la resolución de alto el fuego no impidió que Israel continuara con las atrocidades. Sin embargo, es un elemento más de presión y denuncia, junto al irrespeto sionista a las medidas determinadas por la Corte Internacional de Justicia, al considerar plausible la acción interpuesta por Sudáfrica, por el crimen de genocidio, contra Israel.

Esta acción contó con el apoyo de 70 países, entre ellos Brasil. Y sin medidas efectivas para detener el genocidio, aquellos que son signatarios de la Convención de Represión y Prevención del Genocidio también se ven presionados, ya que pueden ser considerados responsables por crímenes contra la humanidad. Ya lo están siendo, en las calles.

¡Lula, rompa con Israel!

En Brasil, aumenta la exigencia de ruptura de relaciones con el Estado sionista. La demanda del movimiento de solidaridad es que Lula dé este paso fundamental, siendo coherente con su reconocimiento de que millones de palestinos en Gaza están sometidos a un genocidio.

Sin embargo, lamentablemente, Brasil está lejos de eso. Además de mantener su vergonzosa posición como quinto mayor importador de tecnología militar israelí, la Fuerza Aérea Brasileña anunció un nuevo contrato, sin licitación, con la “Israel Aerospace Industries” (industria aeroespacial israelí) para el mantenimiento y suministro de piezas para vehículos aéreos no tripulados. adquiridos por el Brasil, a la misma empresa, en 2009, durante el segundo gobierno de Lula.

Estos drones, que cargan hasta 490 kg, están implicados en todas las masacres en Gaza y en el genocidio actual.

Furia: en Jordania fue rodeada la embajada

Los regímenes árabes también enfrentan la creciente presión de las calles. La estabilidad en la región está amenazada. En Ammán, capital de Jordania, ya son más de ocho días de gigantescas protestas en un cerco a la Embajada de Israel, para exigir a la monarquía el fin del “acuerdo de paz” con el Estado sionista, firmado en 1994. Una de las manifestaciones reunió a miles de mujeres.

El régimen, sin embargo, no tomó otras medidas efectivas contra el Estado sionista. E, incluso, ha respondido con represión a las protestas. La historia muestra que esto tiene potencial para explosión social. Más aún en este país árabe, en que 70% de la población es de origen palestino.

La represión puede desencadenar una explosión social

Según la ONG de derechos humanos “Human Rights Watch”, allí, desde principios de octubre de 2023, ya han sido arrestadas cientos de personas por manifestarse contra el genocidio. Las prisiones se dan a partir de una ley represiva contra “crímenes cibernéticos”, aprobada en agosto del año pasado.

Muchas de las detenciones se produjeron después de que los manifestantes publicaran en las redes sociales imágenes de su participación en las protestas. Esto, sin embargo, no ha intimidado la revuelta contra la matanza en Gaza. Ahora, la protesta se vuelve contra el propio régimen, exigiendo el cierre de la Embajada y el fin de la normalización con Israel.

En un intento de contener la crisis, el régimen jordano endureció su discurso en relación con Israel e incluso retiró a su embajador en Tel Aviv. Pero, de hecho, como informó el portal “Business Standard”, Jordania incluso votó en contra de cortar relaciones con Israel en un encuentro de la Liga Árabe en noviembre, junto con Egipto, Arabia Saudita, Marruecos, Sudán, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. A ellos también se sumaron Mauritania y Djibouti.

Egipto

Protestas contra una dictadura que colabora con Israel

Egipto fue el primer país de la región en normalizar las relaciones con Israel, en 1979, a raíz de los Acuerdos de Camp David (EE.UU.), mediante los cuales el Estado sionista devolvió el Sinaí al país árabe. Israel también había ocupado militarmente el Sinaí en 1967, junto con los territorios palestinos de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, y los Altos del Golán en Siria.

La población egipcia ha denunciado esta complicidad y ha desafiado el miedo a la represión en ese país, donde, en la ola de revoluciones que marcaron la región hacia finales de 2010, se llegó a derrocar al dictador Hosni Mubarak, pero otro tirano, aún más brutal, el general Al- Sissi, recuperó el poder.

En un acto frente al Sindicato de Periodistas de El Cairo, el 29 de marzo, los enemigos de la causa palestina fueron denunciados abiertamente con un canto: “¡Nuestros líderes, cobardes! ¡Los sionistas son nuestros enemigos! ¡Golpean y violan a nuestras mujeres! ¡Nuestros líderes, en su corrupción! ¡Ellos violan a las mujeres de Palestina! ¡Oh, líderes de la desgracia! ¿Dónde están su honra y su nobleza? ¿Dónde están su honra y su dignidad? (…). Oh líderes de la desgracia, no queremos su dinero. ¡Mañana el pueblo egipcio los aplastará! (…) ¡Mañana el pueblo árabe los aplastará!”

La revuelta contra el “arma del hambre” israelí

También ha habido protestas en la frontera con Gaza y acciones voluntarias para intentar proporcionar algo de ayuda humanitaria a los palestinos atrapados en la estrecha franja. Muchos egipcios están indignados por el cerco impuesto mientras los palestinos son masacrados y pasan hambre.

La ayuda humanitaria se pudre en la frontera, mientras una aguda inseguridad alimentaria amenaza a toda la población de Gaza: 2,4 millones de personas. Todos los días, las escenas de niños esqueléticos que luchan por sus vidas nos impactan en los noticieros. El “arma del hambre” israelí ya mató a cerca de 30 palestinos, entre ellos aproximadamente 25 niños.

Bajo el título “Egipto traicionó a los palestinos en un momento de mayor necesidad”, un artículo publicado el 31 de marzo en “Truthout”, un portal de noticias independiente, en Estados Unidos, destacó: “Más que otras naciones árabes, Egipto tiene una responsabilidad histórica, política y humanitaria para con los palestinos en Gaza. Después de todo, es el único país árabe que comparte fronteras con Gaza, mientras su población sufre con guerra, hambruna y genocidio”.

“No sorprende, sin embargo, que la relación de Egipto con Gaza no sea simple. Egipto demostró solidaridad retórica con los palestinos, pero simultáneamente actuó en complicidad con Estados Unidos, Israel y otros autócratas árabes en sus campañas contra los palestinos. Los líderes egipcios hacen constantes declaraciones sobre el hambre y la crisis humanitaria en Gaza, aunque no toman medidas radicales para practicar esta solidaridad”, concluye el artículo.

A pesar de la retórica de que la frontera en Rafah está permanentemente abierta, el control israelí para la entrada o salida, ya sea de mercaderías o personas, es rígido. Y, durante el genocidio, Egipto reforzó la valla que separa Gaza. Cualquiera que intente atravesar la frontera debe pagar sobornos que oscilan entre 5.000  y 12.000 dólares.

Los informes también muestran que incluso hay una empresa responsable de recibir el pago, la “Hala Consulting and Tourism”, propiedad de Ibrahim al-Arjani, un miliciano pro régimen egipcio y cercano al clan al-Sissi, con vínculos con los militares.

Más protestas: furia contra el sionismo

En otros países de Oriente Medio y del Norte de África también crecen las protestas, como en Irak, Bahréin, Líbano, Marruecos y Túnez, donde hace algunos meses hubo un intento de invasión a la embajada de Francia. En Yemen, que ha bloqueado el paso de navíos en el mar Rojo desde el comienzo del genocidio, no cesan las protestas que toman las calles.

Incluso en los Emiratos Árabes Unidos, donde la población no se atreve a salir a las calles y cuyo régimen no tiene ninguna restricción en mantener la normalización con Israel basada en los llamados Acuerdos de Abraham de 2020, ha habido voces disidentes y han aumentado las tensiones internas.

El plan para normalizar las relaciones de Arabia Saudita con Israel, que estaba sobre la mesa hasta el 7 de octubre de 2023, en este escenario también enfrenta dificultades para concretarse.

Para que todos sean libres. Luchar contra el genocidio es luchar por la humanidad

Los Estados cómplices en todo el mundo también se han visto sacudidos por gigantescas e incansables protestas, así como por denuncias que no cesan, a partir de la resistencia palestina.

Esta resistencia heroica e histórica del pueblo palestino, por todos los medios, es una inspiración para los oprimidos y explotados. No se desvanece, no se doblega, no permite que el genocidio se normalice, se olvide o se ignore, como parte de la nueva fase de la continua Nakba –la catástrofe palestina, cuya piedra angular es la formación del Estado racista y colonial de Israel el 15 de mayo de 1948–.

Una nueva fase en la que el régimen sionista se sintió respaldado por la histórica complicidad internacional y los miles de millones de dólares del imperialismo estadounidense, además de las armas de los imperialismos europeos, para buscar su “solución final”: erradicar a los palestinos. Pero este paso le quitó la máscara. Como afirma el historiador israelí Ilan Pappé, es el inicio del fin del régimen sionista.

La resistencia palestina ha vuelto a colocar definitivamente la causa palestina en la agenda de las grandes movilizaciones del siglo XXI, demostrando que esta es la lucha central de la humanidad, la lucha de los oprimidos y explotados en todo el mundo, para que todos sean libres. La tarea de la solidaridad internacional es acelerar y profundizar el aislamiento sionista, exigiendo el fin de toda complicidad.

Desgraciadamente, el sacrificio es gigantesco, pero el pueblo palestino –en su firmeza, persistencia y resiliencia, como parte de la resistencia (“sumud”, en árabe)– se niega a ser borrado del mapa. Y no lo será. Hasta que Palestina sea libre, del río hasta al mar.

Publicado en: https://bit.ly/4aOMlUc, 5/4/2024.-

Traducción: Natalia Estrada.

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