Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

Pelear por el salario y derrotar el plan de Milei y el FMI

Por PSTU-Argentina

Una oleada de huelgas salariales por gremio está atravesando el país, y parece extenderse, en el marco de una amenaza de nuevo paro general de sectores de la CGT.  Ferroviarios, Sanidad, Portuarios, Aeronáuticos, docentes están en lucha, entre otros.

Mientras tanto, se abrió una fuerte crisis política entre el presidente, los gobernadores, el Parlamento, a propósito del recorte de Milei de fondos a las provincias, que tuvo como pico el enfrentamiento con el gobernador chubutense.

Es momento de aprovechar las grietas que se abren entre los “de arriba”, para impulsar la lucha obrera y popular hasta derrotar el plan de Milei y el FMI.

Ataque brutal

Fracasado el intento de la Ley Ómnibus por las diferencias entre sectores capitalistas, Milei continúa con la “motosierra” encendida.

Todos los partidos patronales estuvieron de acuerdo en el contenido general de esa Ley, que expresaba las pretensiones del conjunto de la gran burguesía. Pero no tanto cuando se trató de ver qué sectores se verían afectados. Por eso, la fueron “podando” hasta que quedó inservible para el proyecto de Milei.

La respuesta del presidente, con una inflación de 53% en dos meses, fue clara: “el ajuste lo hacemos igual”. Aumentos del transporte de más del 300% en días, subas escalonadas de los servicios, y una humillación a la CGT poniendo el Salario Mínimo en 200 mil pesos sin sentarse a negociar (cuando la canasta se acerca a un millón). Suspensiones y cierre de empresas, no entrega de comida a comedores, cese de planes sociales, entre otras medidas. Es el precio que pagamos los trabajadores por la traición de la CGT, que luego del paro y movilización del 24 de enero frenó en seco, dejando las cosas en manos del Parlamento, cuando era evidente que estaban las condiciones para una derrota del gobierno en manos de la clase obrera.

Junto a eso, y como “venganza” ante la no votación (lo que definió como una “traición”) inició un recorte general a los fondos que la Nación suministra a las provincias por diferentes conceptos. A la vez descargó sobre gobernadores, diputados y senadores una andanada de insultos, entre ellos “coimeros y ladrones”.

Crisis política

En el marco de esos recortes, no giró fondos por 13.500 millones de pesos que correspondían a Chubut en concepto de coparticipación,  y que representan un tercio de sus ingresos.

El gobernador Ignacio Torres enfrentó esa decisión, amenazando con cortar el suministro de petróleo “cerrando la canilla” que alimenta la exportación de crudo. Lo hizo en el marco de una enorme movilización obrera en Comodoro Rivadavia, con 20.000 trabajadores en la calle, gracias a la invitación del Secretario General petrolero, “Loma” Ávila, diputado de JxC, el mismo partido macrista de Torres[1].

Inmediatamente recibió el apoyo de los demás gobernadores del país, de todos los signos políticos, profundizando la crisis política y transformándola en una crisis institucional: a las disputas con la Justicia y el Poder Legislativo, le agrega ahora una división entre el Ejecutivo Nacional y los de las provincias.

Entre ellos, los gobernadores que responden a Mauricio Macri, lo que indica que la “movida” tuvo su aval. Esto representa un quiebre entre Macri y Bullrich (que se puso del lado de Milei) que pelean por la conducción del Pro, y un golpe a la unificación entre el partido de Milei y el Pro.

Ahora Milei aceptó un fallo judicial y giró los fondos. Sin embargo, la crisis continúa.

Ninguna confianza en los gobernadores y sus partidos

Torres, se mostró ante el país como un “héroe”. Sin embargo, es una trampa. En estos mismos días, manifestó en un noticiero de LN+: “estoy de acuerdo en un 90% con Javier Milei”. Apoyó la Ley Ómnibus en el Congreso, y está dispuesto a sumarse al brutal ajuste. Solo está disputando los intereses de sectores patronales de su provincia, así como el éxito de su gobierno, agente de las grandes petroleras, pesqueras y terratenientes, y de las mineras que buscan instalarse en la provincia.

Reclamó “sus millones”, pero disminuye salarios estatales y defiende la reforma laboral. Esa plata que no le giraron es nada en relación a lo que podría recaudar incrementando los impuestos de manera progresiva a las multinacionales que saquean los recursos de la provincia, estropean el medio ambiente y en pocos años se van, dejando pobreza, destrucción y obreros desocupados.

No toca ni tocará, al igual que el peronismo, las ganancias de las grandes multinacionales. Quiere esos pesos, al servicio de su proyecto patronal, antiobrero y de entrega de las riquezas de nuestro país.

Lo mismo los gobernadores que lo apoyaron. Sean del partido que sean, defienden los intereses capitalistas en sus provincias. Tiene razón Milei cuando los trata de “coimeros y ladrones”, pero él es igual.

Los trabajadores y el pueblo pobre de todo el país (y de Chubut) necesitamos una política independiente, de la clase obrera.

En el caso del petróleo, no se trata de amenazar con “cerrar la canilla” un ratito. Se trata de poner las riquezas al servicio de las necesidades de todo el pueblo argentino, a través de la expropiación inmediata de todas las empresas, bajo control de los trabajadores y las comunidades que viven allí.

Junto a la nacionalización del subsuelo, y también del suelo y los recursos del mar, expropiando a los latifundios y empresas pesqueras internacionales, junto a sus socios nacionales, para  que haya comida barata y de calidad para todos los habitantes de nuestro país.

Todo esto en el marco de un plan obrero de emergencia. El primer paso para esto, es derrotar el plan de Milei y  el FMI, derrotando a su gobierno.

Por un nuevo paro nacional y un plan de lucha

Tenemos que apoyar y unir todas las peleas en un solo plan de lucha nacional  hasta derrotar al gobierno, sus leyes, y lograr un aumento general de salarios para toda la clase obrera y jubilados con un mínimo igual a la canasta familiar ajustado mensualmente de manera automática por inflación. Junto a eso, las medidas que garanticen trabajo para todos.

La CGT tiene que dejarse de hablar, y pasar a la acción. Tienen que romper sus pactos traidores con la patronal, los poderes del gobierno y el peronismo, convocando un verdadero plan de lucha.

No  podemos confiar en que los dirigentes tomen la iniciativa. No lo harán, o sacarán una medida aislada, porque lo que les preocupa son sus privilegios (como el financiamiento de las obras sociales).

Es preciso preparar desde cada lugar de trabajo asambleas que unan a todos y todas, que superen la división entre los que votaron a unos  y otros (al fin, todos vivimos de un salario miserable). Explicar una y otra vez que la única manera de lograr algo es luchando. Que tenemos que enfrentar a los dirigentes vendidos, porque ellos no lo hacen. Que tenemos que coordinarnos y organizar desde abajo para superar a las direcciones frenadoras.

No podemos resignarnos a la miseria, a trabajar todo el mes, por un salario de pobreza. Debemos Ir construyendo un plan de lucha contundente, hasta triunfar. 

Solo pueden lograr su  proyecto derrotando a la clase obrera. Para eso reprimen a jubilados, maestras, trabajadores, estudiantes, a todo el mundo. Golpean y encarcelan.

La clase obrera, los sindicatos, las comisiones internas tienen que tomar en sus manos la defensa de quienes sean encarcelados y se le abran causas. ¡Libertad de todos los presos! ¡Desprocesamiento a los luchadores!

Tenemos que llamar a la base de las fuerzas de seguridad a la desobediencia, como dicen nuestros compañeros de Comodoro: “Tenemos que exigirles a los policías que se pongan del lado del pueblo trabajador y no del lado de las multinacionales y de los gobiernos que le sirven. Las fuerzas policiales deberán decidir si están con el pueblo o contra él, los policías rasos deberán decidir si van a reprimir al pueblo…”.

Y prepararnos para defendernos, que no nos derroten por la violencia: ¡Si nos atacan, tenemos todo el derecho de  defendernos, de enfrentarlos! ¡Tenemos derecho a luchar por lo nuestro!

Así iremos preparando una lucha obrera independiente, desde abajo, que no dependa de los dirigentes que siempre nos entregan.

Una salida de fondo

Mientras enfrentamos al gobierno y su  plan, las asambleas y reuniones nos tienen que servir para ir debatiendo las medidas de fondo que necesitamos. Es cierto que como veníamos no podíamos seguir. Es evidente que el “cambio” que nos propone Milei es peor.

Necesitamos un cambio de fondo, un cambio que dé vuelta las cosas. La “motosierra” la tiene que manejar la clase obrera, terminar con los privilegios de la clase capitalista. Para eso, es preciso preparar una gran rebelión, una verdadera revolución obrera y popular, que rompa con el FMI, expropie a los grandes capitalistas e inicie el camino hacia el socialismo, el único sistema económico que puede terminar con las privaciones para comenzar a vivir una vida digna de ser vivida.

Para todo esto necesitamos un gran partido revolucionario. El PSTU está al servicio de la construcción de ese partido, te invitamos a sumarte a esta tarea.

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