Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

La agresión imperialista a Yemen puede llevar a la guerra en la región

En las últimas semanas se han producido varios ataques imperialistas contra el pueblo árabe y de la región de SWANA[1].

Israel continuó realizando una serie de ataques contra Hezbollah en el sur del Líbano, que causaron varias bajas; el 8 de enero llegó a los suburbios del sur de Beirut para matar a Wissam Tawil, alto comandante de las fuerzas Radwan de Hezbollah; en Cisjordania atacó campos de refugiados y mezquitas, el más cruel asesinato reciente fue el atropellamiento de un joven por un tanque cuando asesinó a tres jóvenes de 22 a 24 años en el norte del territorio ocupado.

Después de que Israel matara a un líder de Hamás en el Líbano e Irán sufriera un ataque que dejó al menos 84 muertos, el 4 de enero Estados Unidos promovió un ataque con drones para matar , en Bagdad al líder de un grupo pro-Irán, Harakat Hezbolla a-Nujaba[2], con sede en Irak.

Ahora, una coalición liderada por Estados Unidos ha lanzado ataques aéreos contra Yemen y los rebeldes hutíes por atacar navíos en rutas comerciales de transporte marítimo en el mar Rojo en apoyo a los palestinos de Gaza. Los bombardeos afectaron la capital yemení, Sanaa, matando e hiriendo a combatientes y civiles.

Esto demuestra, por un lado, la total imposibilidad de la existencia de dos Estados en Palestina, debido a la saga destructiva de Israel y del imperialismo norteamericano, y que la estrategia de resistencia debe ser la destrucción del Estado de Israel.

Por otro lado, demuestra que la política de Israel y del imperialismo es la capitulación y sumisión total de los gobiernos de los países de la región.

La burguesía gobernante de estos Estados, como Arabia Saudita, Irán y Líbano, está dispuesta a aceptarlo. Porque incluso con todos estos ataques, todavía se niegan a enfrentar militarmente a Israel. Estos gobiernos de la región tienen como estrategia pactar con los sionistas, vía los Acuerdos de Abraham.

UNA GUERRA REGIONAL PARA DERROTAR A ISRAEL

Esto sólo se logrará con la formación de alternativas de dirección a los gobiernos de la región. Si esto ocurre, está plantea la posibilidad de cambiar la correlación de fuerza militar en la región.

Hasta este momento sólo los hutíes y la resistencia palestina están participando en el combate militare.

La dirección hutís afirmó que los países imperialistas están entrando en «la mayor locura de su historia» y que, al igual que Hamás, estarían preparados para una batalla a largo plazo.

Bajo cánticos de «Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel», cientos de miles de personas, muchas de ellas armadas, marcharon por las calles de Saná, con banderas de Yemen y de Palestina.

En Bahréin, gobierno aliado de Estados Unidos, miles de personas salieron a las calles para protestar por la participación del país en la coalición militar[3]. Así como también las manifestaciones en Malasia e Indonesia.

El 13 de enero, miles de personas se reunieron en Bank Junction en el centro de Londres, así como en Washington DC, en solidaridad con Gaza, pidiendo un alto el fuego y el fin de la escalada de ataques estadounidenses en Yemen.

El 13 de enero, miles de personas se reunieron en Bank Junction, en el centro de Londres, así como en Washington DC, en solidaridad con Gaza, pidiendo un alto el fuego y el fin de la escalada de ataques estadounidenses a Yemen.

El 15 de enero, el navío portacontenedores con bandera de las Islas Marshall, de propiedad y operado por Estados Unidos, fue alcanzado por un misil balístico antibuque disparado por militantes hutíes. El mismo día, Irán atacó con misiles balísticos la capital del Kurdistán iraquí, matando a cuatro civiles. De acuerdo con la Guardia Revolucionaria, el ataque tenía como objetivo un centro de espionaje israelí, una reacción indirecta y totalmente insuficiente.

REPUDIO AL ATAQUE IMPERIALISTA A YEMEN

Los hutíes son insurgentes que controlan la mayor parte del norte de Yemen, incluida la capital del país, Sanaa. El grupo surgió en la década de 1980 y cuenta con el apoyo de Irán, pero no está completamente subordinado. Se diferencian de los representantes iraníes no sólo porque forman parte de la doctrina chiita Zaydi, sino también porque son económicamente autónomos de Teherán (reciben ingresos del Estado de las regiones del Norte y controlan las redes de contrabando en el área, principalmente de armas), tienen su propia agenda política y una estructura de poder distinta[4].

De manera diferente, también son fruto de la Primavera Árabe, cuando ganaron un impulso significativo, y en 2014 lograron derrocar el gobierno apoyado por los sauditas y el imperialismo y tomar el poder en gran parte de Yemen. Una serie de negociaciones llevó a la interrupción de los combates en 2022 con las tropas apoyadas por los sauditas y los Emiratos Árabes Unidos.

Lo que más reconocen de Irán es que lo consideran un Estado que representa un modelo de resistencia a Occidente.

El grupo perfeccionó sus capacidades militares durante años de guerra civil. En realidad, tienen más éxito como grupo militar que como gobierno.

Yemen es un país miserable, pero los ataques que llevó a cabo contra navíos en el estrecho de Bab el Mandab, que separa el mar Rojo del Golfo de Adén y el océano Índico, afectaron económicamente las multinacionales imperialistas, principalmente de los sectores de petróleo y gas natural.

Por eso, el imperialismo norteamericano creó una fuerza multinacional para proteger las rutas: la Operación Prosperity Guardian [Guardián de la Prosperidad], con la participación del Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y España, y atacó a Yemen en una reacción completamente desproporcionada. Lo que puede conducir a una regionalización del conflicto.

Pero es difícil justificar un ataque a Yemen cuando sus fuerzas atacaron algunos navíos mientras, al mismo tiempo, Israel continúa cometiendo un genocidio con sus brutales bombardeos y cerco a Gaza sin sufrir consecuencias por parte de ningún país.

La resistencia palestina crea obstáculos a Israel

El 1 de enero, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció el retiro de dos brigadas de la Franja de Gaza. Cada brigada cuenta con alrededor de 4.000 soldados. También anunció que se retirarían tres brigadas más.

El gobierno israelí comenzó a sentir los costos de la guerra contra la resistencia palestina tanto en la economía como en la política de su país.

Se informa que el costo de la guerra para Israel asciende a unos 60.000 millones de dólares. Hay que admitir que los objetivos fijados para la guerra no se alcanzaron, lo que se evidencia en el fracaso en el desmantelamiento de Hamás y la liberación de los rehenes, del mismo modo que el asesinato de los más altos comandantes de Hamás sigue siendo ilusorio[5].

Aunque afirmen que sus fuerzas están demostrando ser más hábiles a la hora de reconocer y desmantelar trampas explosivas, así como en la capacidad de maniobrar para evitar emboscadas y evacuar a los heridos, esto implica reconocer que al conflicto aún tiene mucho tiempo por delante. El comando del ejército israelí admite que está librando una «guerra compleja y complicada».

Esto lleva a crisis políticas.

Hay crisis en la coalición de Netanyahu, la más derechista de la historia del país. Miles de personas se manifestaron en Tel Aviv y frente a la residencia privada de Benjamin Netanyahu en Cesareia, el sábado 6 de enero, pidiendo nuevas elecciones nacionales inmediatas en medio de la guerra en curso entre Israel y Hamás, en Gaza[6].

Pero si depende del gobierno sionista, la política de genocidio en Gaza continuará.

Como demuestran los números de las instituciones y organismos internacionales. Cuando escribimos este artículo, ellos admiten que al menos 25.000 palestinos han muerto y 60.000 han resultado heridos. El Wall Street Journal informó que casi 70% de las 439.000 viviendas y la mitad de sus edificios fueron destruidos en Gaza, así como gran parte de la estructura hídrica, eléctrica, de comunicaciones, y que la atención a la salud está “irrecuperable”. De los 36 hospitales, sólo 8 funcionan y dos tercios de los edificios escolares fueron dañados, así como iglesias y más de 100 mezquitas. Según Associated Press, en dos meses de guerra Israel causó más destrucción en Gaza que la batalla de Alepo en Siria o el ataque a Maripol en Ucrania, fomentados por dos dictadores sanguinarios y asesinos: Bashar al Assad y Vladimir Putin.

El derecho internacional imperialista es impotente ante las agresiones de los Estados opresores

Seguimos la denuncia que Sudáfrica presentó contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia por genocidio. El juicio comenzó el 11 de enero.

Pero, lamentablemente, esta sentencia no tendrá ningún efecto concreto a la hora de detener los ataques de Israel contra el pueblo palestino.

Ya habíamos visto en el caso de la agresión de Rusia a Ucrania que Putin violó las normas del derecho internacional con este ataque. Después de todo, Ucrania tiene derecho a la integridad territorial y a la independencia política. Incluso con el fraude ruso de “reconocer” la independencia de Donetsk y Luhansk. Rusia cometió un acto de agresión contra Ucrania. Pero las instituciones internacionales no hicieron nada más allá de lo formal.

En el primero de dos días de audiencias en la Tribunal Internacional de Justicia (CIJ), Sudáfrica afirmó que la ofensiva de Israel, que demolió gran parte del enclave costero y mató a más de 23.000 personas, tenía como objetivo causar “la destrucción de la población” de Gaza.

Demostrando que los líderes políticos y militares de Israel, incluido el primer ministro Benjamin Netanyahu, estaban entre “los incitadores del genocidio”. Lo que es evidente por la forma en que se está llevando a cabo este ataque militar.

Israel rechazó las acusaciones de genocidio como falsas e infundadas, y dijo que Sudáfrica hablaba en nombre de Hamás; su discurso es que hay hipocresía y mentiras en la denuncia y que son ellos quienes luchan contra el genocidio.

La defensa de Sudáfrica presenta como prueba la campaña sostenida de bombardeos de Israel y los comentarios de ministros, como el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que afirmó que «luchamos contra animales-humanos y actuamos en consecuencia».

La Convención del Genocidio de 1948, promulgada tras el asesinato en masa de judíos durante el Holocausto nazi, define genocidio como “actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. Está demostrado que esto es lo que hace el ejército israelí.

El derecho internacional exige el máximo esfuerzo para distinguir entre combatientes y civiles, preservando sólo a los civiles. Las cifras muestran que el ejército israelí no distingue a nadie y mata a los propios rehenes israelíes.

Además, Israel lleva a cabo un bloqueo total, privando a toda la Franja de Gaza de artículos esenciales como combustible, electricidad y agua potable. Por ejemplo, en el caso de los hospitales. Bloquea toda ayuda humanitaria incluso a través de Rafah, que conecta el territorio palestino con Egipto.

Se espera que el Tribunal se pronuncie sobre posibles medidas de emergencia aún este mes, pero lo más probable es que no se pronuncie sobre las acusaciones de genocidio, y estos procesos podrían llevar años. Al final, incluso si el Tribunal se pronunciase, no tiene forma de aplicar medida alguna.

Serán las manifestaciones de trabajadores y jóvenes en todo el mundo, el apoyo político y militar a la resistencia palestina y las campañas de ruptura y boicot contra Israel y sus patrocinadores los que podrán cambiar el curso de la guerra. La movilización de nuestra clase planteará la posibilidad de la derrota militar del Estado de Israel y la constitución de un Estado palestino laico, democrático y no racista.

Traducción: Natalia Estrada.


[1] Acrónimo de descolonización para la región del suroeste de Asia y el norte de África.

[2] El ‘Movimiento del Partido Noble de Dios’), oficialmente la 12ª Brigada, es un iraquí radical. Grupo paramilitar chiita especialmente activo en Siria y en Irak.

[3] https://oglobo.globo.com/mundo/noticia/2024/01/12/bombardeios-de-eua-e-reino-unido-no-iemen-alimentam-meta-de-houthis-por-guerra-regional-expandida-dizem-especialistas.ghtml

[4] https://www.ispionline.it/en/publication/houthis-and-iran-a-war-time-alliance-121951

[5] https://www.aa.com.tr/en/middle-east/cost-of-israeli-war-on-gaza-reaches-60-billion-report/3102769

[6] https://www.timesofisrael.com/protesters-in-tel-aviv-outside-netanyahus-caesarea-home-call-for-elections-now/

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