Dom May 19, 2024
19 mayo, 2024

José Luís y Rosa Sundermann: ¡presentes! ¡29 años de impunidad!

Siete días después de la fundación del PSTU, José Luís y Rosa Sundermann fueron asesinados en São Carlos, en el interior de São Paulo, el 12 de junio de 1994. Son 29 años de impunidad, sin que la justicia señale siquiera un sospechoso por el crimen.

Por: Redacción PSTU Brasil

Rosa y Zé fueron militantes de la Convergencia Socialista y fueron dos mártires en la construcción del recién fundado PSTU. Rosa acababa de ser elegida para el primer Comité Central del partido, en su congreso de fundación. José Luís integraba el directorio del Sindicato de Empleados de la Universidad Federal de São Carlos y de la Fasubra (Federación de Sindicatos de Trabajadores Técnico-Administrativos de Instituciones Públicas de Educación Superior del Brasil).

Eran reconocidos activistas en la región. Conocidos, sobre todo, por la valentía con que se enfrentaban a las violentas oligarquías terratenientes. Además de las luchas de sus gremios, y otras, como la de los recolectores de naranja, en 1990 y 1993, encabezaron huelgas de cortadores de caña y atrajeron la furia de los patrones azucareros y la hostilidad de las fuerzas de represión.

Un crimen político en el Brasil de la impunidad

La ejecución de Rosa y de Zé tiene todas las características de un crimen político. En la época, se realizó una investigación paralela para desvendar los asesinatos, que señaló a los dueños de la planta de azúcar y alcohol de Ipiranga como posibles autores intelectuales, precisamente por las huelgas encabezadas por la pareja. En ese entonces, ellos fueron muy amenazados, incluso por oficiales de la policía. Los dueños de la hacienda mantenían vínculos con los terratenientes de Pará, sobre todo con Jairo de Andrade, que compraba tierras, maquinaria, y mantenía casas de prostitución en la región. A Jairo incluso se lo vinculó con los asesinatos de los sin tierra.

El modus operandi de las ejecuciones, a su vez, también destaca el carácter profesional de la acción. El asesino ingresó en la casa saltando el muro y le disparó a Zé Luís en la cabeza mientras la pareja miraba televisión. Rosa trató de defenderse, recibió un tiro en el brazo, fue golpeada con la culata y fue asesinada también con un tiro en la cabeza.

Tras el crimen, el asesino se dio a la fuga sin llevarse ningún objeto. A pesar de las evidencias explícitas de una ejecución política, llevada a cabo por un asesino profesional, la policía no quiso seguir esta línea de investigación. El informe paralelo fue entregado a las autoridades, tanto de la Policía Civil como de la Militar y al Ministerio Público, pero el caso fue archivado.

Los 29 años de impunidad por el brutal asesinato de Zé Luís y Rosa refuerzan la marca histórica de un país en el que matar trabajadores, en el campo y en la ciudad, siempre ha sido un acto de los poderosos, que tienen el dominio del Estado y de sus leyes.

El caso de Zé Luís y Rosa se suma a la masacre de los trabajadores sin tierra en Eldorado do Pará (17 de abril de 1996); al asesinato de sor DorothY en Anapu, Pará, el 12 de febrero de 2005; a la ejecución de Marielle Franco y de su chofer Anderson en la ciudad de Rio de Janeiro, el 14 de marzo de 2018; al asesinato del indigenista brasileño Bruno Pereira y del periodista británico Dom Phillips, en el Valle do Javari, en Amazonas, el 5 de junio de 2022; al asesinato de decenas de trabajadores rurales, quilombolas e indígenas, que se enfrentan al latifundismo colonial.

Zé Luís y Rosa, presentes!

Casi tres décadas después, la memoria combativa de Zé Luís y Rosa permanece, así como su ejemplo de lucha. En 2013, fueron simbólicamente amnistiados por la Caravana de la Amnistía, debido a la persecución del Estado, y hoy sus nombres están en el instituto vinculado al PSTU, así como la Editora José Luís y Rosa Sundermann, dedicada a obras marxistas y a la educación militante y revolucionaria de los activistas.

Este crimen bárbaro refuerza, principalmente hoy, la importancia de la autodefensa de las organizaciones de los trabajadores frente a la violencia de los patrones y de los aparatos de represión.  Muestra también que no se puede confiar en el Estado para investigar los crímenes contra nuestra clase y la necesidad de que el movimiento lleve a cabo sus propias investigaciones.

Zé Luís y Rosa continúan inspirando tanto a la vieja guardia como a las nuevas generaciones. Exigir castigo, exigir justicia, durante todos estos años, es prueba de que estamos vivos, y mientras estemos aquí, lucharemos por las banderas que Zé Luís y Rosa Sundermann llevaron durante toda su vida.

¡Zé Luís y Rosa son nuestros mártires caídos en la lucha por el socialismo!

Zé Luís y Rosa Sundermann: ¡presentes!

José Luís y Rosa Sundermann, presentes: ¡29 años de impunidad!

Artículo publicado en www.pstu.org.br

Traducción: Natalia Estrada.

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