Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

Huelga en São Paulo

El 28 de noviembre, São Paulo para contra las privatizaciones del gobierno Tarcísio. La reincorporación de los ocho trabajadores despedidos del metro también forma parte de las reivindicaciones.

Por: Deyvis Barros

El gobernador Tarcísio Freitas (Republicanos) continúa con su plan de vender São Paulo para que los grandes empresarios puedan lucrar con la prestación de servicios públicos, incluso si esto provoca desastres, como el apagón patrocinado por la empresa privada de energía Enel, que dejó a más de dos millones de personas sin electricidad en las últimas semanas.

La saña privatista del gobernador es tan grande que busca completar la venta de la Sabesp (empresa estadual de saneamiento) hasta el final de este año. Junto con esto, contrató estudios millonarios para privatizar el Metro y la CPTM (empresa de trenes).

Aun la semana pasada, Tarcísio anunció que construirá 33 escuelas estaduales con administración privada. Como si no fuera suficiente un plan de estudios cada vez más centrado en las necesidades del mercado, el gobernador quiere entregar la gestión de la Educación directamente a los empresarios.

Y lo hará posible utilizando el mecanismo de Parcerías [Asociaciones] Público Privadas (PPP), creado por el primer gobierno de Lula, en 2004, y con recursos federales del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

Plebiscito popular: el pueblo trabajador de São Paulo está contra las privatizaciones

El plebiscito popular impulsado por los sindicatos, con apoyo de diversos movimientos, partidos y centrales sindicales, como el PSTU y la CSP-Conlutas, recogió alrededor de 897.000 votos. El 99,9% de ellos votó contra las privatizaciones.

El resultado es una demostración de que la población ya hizo la experiencia con los servicios privados y está en contra de la venta de empresas públicas.

No podría ser diferente. Desde la privatización de las líneas 8 y 9 de la CPTM, las fallas, averías y descarrilamientos son recurrentes. El apagón de la Enel fue el caso más grave de una rutina de desórdenes que sufre la población con la administración privada de la energía, especialmente en las periferias.

28 de noviembre: se viene una nueva huelga unificada contra las privatizaciones

El 3 de octubre, la huelga del Metro, de los trenes y del saneamiento paralizó São Paulo y, según una encuesta realizada por el portal UOL, contó con el apoyo de 84% de la población.

La fuerza de la primera huelga y del plebiscito popular contra las privatizaciones, así como la aceleración del proyecto privatizador de Tarcísio, llevaron aún más sindicatos y movimientos a la construcción de una segunda huelga, el 28 de noviembre, incluidos los docentes.

Ahora, la convocatoria de huelga incorporó también el reclamo de reintegro de los ocho trabajadores del metro despedidos por luchar contra los ataques del gobierno.

Centrales, movimientos y partidos necesitan unificarse e impulsar la lucha

Un plan de luchas, que combine las huelgas con el plebiscito y las movilizaciones populares contra las privatizaciones, puede derrotar el plan privatizador de Tarcísio. Pero, para lograrlo, es necesario unificar esa lucha. Las grandes centrales sindicales necesitan movilizar a sus bases y convocar una huelga contra las privatizaciones y por la reestatización de las empresas privatizadas.

También es necesario que las direcciones de los partidos que están formalmente en contra de las privatizaciones se unan a la lucha sin dudarlo. Es inaceptable, por ejemplo, que figuras públicos como Guilherme Boulos (PSOL), preocupadas por el impacto electoral de su candidatura a la alcaldía de São Paulo, no pongan toda su influencia al servicio de la construcción de la huelga.

Programa: ¡Contra todas las privatizaciones! ¡Reestatización de las empresas privatizadas!

Los servicios privados implican tarifas más altas y peor calidad, ya que sólo sirven a las ganancias de los empresarios.

Sin embargo, nuestra lucha no puede limitarse a impedir las privatizaciones en curso. La Sabesp, hoy, por ejemplo, ya no es una empresa 100% estatal. De hecho, el gobierno de São Paulo sólo posee 50,3% de las acciones. El resto se negocia en las bolsas de valores de São Paulo y Nueva York.

Es esta burguesía, nacional o extranjera, la que vive de la especulación y lucra con el empeoramiento de los servicios y con la falta de agua en la periferia. Por eso, hoy es necesario incorporar la lucha para que las empresas y los servicios públicos sean 100% estatales.

También es necesario reestatizar la distribución de energía. El pedido del intendente Ricardo Nunes (MDB) de cancelar el contrato de la Enel es absolutamente insuficiente y demagógico. Nunes también es responsable del apagón. Pero él no es el único.

En la lucha contra las privatizaciones es necesario enfrentar el gobierno de Lula

La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), controlada por el Gobierno Federal, es responsable de fiscalizar e incluso cancelar los contratos de las empresas que administran este servicio. Lula necesita revocar el contrato de la Enel y estatizarla inmediatamente, y lo mismo debería ocurrir con la Eletrobrás, privatizada bajo el gobierno de Bolsonaro.

La lucha contra las privatizaciones aún precisa enfrentarse a la ley de las PPP del gobierno Lula y al uso por parte del gobierno federal de los recursos del BNDES para financiar privatizaciones, como se está haciendo ahora con la concesión de escuelas en São Paulo y con la construcción de una prisión privada en Río Grande do Sul.

No menos importante es que necesitamos luchar para entregar el control de las empresas y de los servicios públicos en manos de los trabajadores, trabajadoras y usuarios de los servicios. La forma actual de administración, en la que las decisiones las toman empresarios, especuladores o apadrinados políticos, sólo sirve a sus ganancias. Una administración formada por quienes usan y trabajan es la única manera de satisfacer los intereses de quienes necesitan los servicios.

Entrevista: Tarcísio despidió a ocho trabajadores del metro para intentar intimidar al movimiento. ¡Exigimos reintegro ya!

Luego del paro del 3 de octubre, el gobierno de Tarcísio decidió golpear a los sectores que estaban al frente de la lucha contra las privatizaciones y despidió a ocho trabajadores del metro, además de suspender a otro. Entre los despedidos se encuentran cuatro directores del sindicato, entre ellos el actual vicepresidente, Narciso Soares, y un ex presidente, Altino Prazeres, ambos militantes del PSTU.

No es la primera vez que esto sucede. Durante la huelga de la categoría en 2014, el entonces gobernador Geraldo Alckmin (hoy en el PSB y vicepresidente del gobierno Lula) despidió a 42 trabajadores del metro. Con mucha lucha, estos trabajadores fueron readmitidos.

Hoy, la lucha contra las privatizaciones de Tarcísio se combina con la lucha por la readmisión de quienes se resisten a ellas. Opinião entrevistó al vicepresidente del Sindicato de los Metroviarios y uno de los despedidos, Narciso Soares.

En primer lugar, toda nuestra solidaridad ante la persecución y despido por parte del gobierno de Tarcísio. Usted, los otros siete trabajadores del metro despedidos y el gremio están a la vanguardia de la lucha contra las privatizaciones. ¿Qué relación ve entre los despidos y esta lucha?

Gracias por su solidaridad. Hemos recibido mucho apoyo de los movimientos sociales y de la población. Tanto en relación con la lucha contra las privatizaciones como por la readmisión.

El plebiscito contra las privatizaciones mostró que la población está radicalmente en contra de ellas. Estamos al tanto de las fallas y descarrilamientos en las líneas 8 y 9 de la CPTM (trenes). Ahora, la Enel está dejando a una multitud sin luz.

La huelga fue un paso más para mostrar que la privatización es una desgracia y la población apoyó nuestro movimiento, por eso Tarcísio persiguió a quienes estábamos al frente de esta lucha y preparando sus próximos pasos. El objetivo es intentar asustar y frenar el avance de la lucha contra las privatizaciones. Pero no sólo no nos asustaremos sino que fortaleceremos la huelga.

Tarcísio ya envió a la Asamblea Legislativa un proyecto para privatizar la Sabesp. Pretende privatizarla aun este año, en medio del caos del apagón eléctrico. Muchos trabajadores temen que la privatización del saneamiento y del agua tenga el mismo efecto que la privatización de la energía. ¿Ud. cree que existe este riesgo?

Por supuesto. La privatización de la Sabesp, de llevarse a cabo, traerá grandes perjuicios a la población. Donde el agua y el saneamiento ya han sido privatizados, como en Río de Janeiro, el servicio ha empeorado mucho y hay ocasiones en que el agua llega a los grifos con casi la misma calidad que las aguas residuales. El precio de la tarifa también ha aumentado mucho.

En Bahía, el saneamiento fue privatizado por el gobierno del PT en el Estado y, hoy, la tarifa social para la población de bajos ingresos cuesta R$ 70,00. Mientras que en São Paulo, donde la Sabesp sigue siendo estatal, el valor es de R$ 20,00. Esa afirmación de que la privatización traerá mejoras para el pueblo no se comprueba en la realidad.

Por eso seguiremos luchando contra todas las privatizaciones. Tanto las de Tarcísio, en São Paulo, como las que está haciendo Lula en nivel nacional.

La huelga prevista para el 28 de noviembre contra las privatizaciones, y ahora también por la reincorporación de los trabajadores despedidos del Metro, involucra, además de los trabajadores del Metro, de la CPTM y de la Sabesp, a otros sectores como el docente. ¿Cómo está la construcción de esta huelga en las bases y con las direcciones?

El 28 será un día importante de lucha, incluso más grande que el 3 de octubre. Pararán trabajadores del metro, ferrocarriles y saneamiento, y se suman otros sectores, como el docente. Algunas fábricas están indicando paralizaciones.

Pensamos que la direcciones de las grandes centrales sindicales deberían poner más peso en esta lucha y eso sería fundamental para presionar aún más al gobierno de Tarcísio. Y también para nacionalizar la lucha contra las privatizaciones y los ajustes en los Estados. La ubicación de la mayoría de estas centrales dentro del gobierno de Lula les impide librar una lucha coherente contra las privatizaciones.

De nuestra parte, seguiremos movilizando a los trabajadores y trabajadoras en los lugares de trabajo y buscando construir ese proceso unitario, para que podamos parar el conjunto de los gremios el día 28, ampliar esta unidad a más gremios, exigiendo que las centrales movilicen a sus bases, tanto en São Paulo como en nivel nacional, contra las privatizaciones y los ajustes.

Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 22/11/2023.-

Traducción: Natalia Estrada.

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