Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

Guatemala: a las puertas de una nueva primavera.

Se habla de la “primavera de los pueblos” para referirse a las revoluciones democráticas de 1848, en las que tomaron parte Mar y Engels, también para referirse a las revoluciones árabes que arrancaron en 2011. La “primavera”, también se le llama a la revolución guatemalteca de 1944-1954 una revolución democrática que conmovió toda Centroamérica  y que concluyó con un violento golpe de Estado patrocinado por la CIA y el Departamento de Estado estadounidense.

Por Roberto Herrera – PT Costa Rica

El golpe de estado institucional.

Los resultados electorales del 25 de junio y 20 de agosto fueron inesperados para la oligarquía Guatemalteca, desde entonces han llevado adelante un intento de golpe de estado institucional través de tres figuras: Consuelo Porras, fiscal general, Rafael Curruchiche, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI)  y el juez Fredy Orellana, usando el “Estado profundo” un sector de la oligarquía guatemalteca quiere desconocer los resultados electorales.

En este episodio guatemalteco estamos viendo la crisis cada vez más aguda de las democracias coloniales centroamericanas y de las políticas de reacción democrática del imperialismo. Aunque la política privilegiada del imperialismo siguen siendo los mecanismos de reacción democrática (elecciones, pactos, etc.) hay un sector de las oligarquías locales que esta cada vez más apostando por salidas dictatoriales y bonapartistas. 

La respuesta popular.

Tanto la elección inesperada del partido Semilla en primera y segunda ronda implicaba un creciente malestar del pueblo guatemalteco con lo que se conoce como “el pacto de corruptos” un entremado político, empresarial y militar que quiere mantener el poder del Estado a toda costa. La elección de Semilla era un intento de transición pactada entre élites, pero la oligarquía guatemalteca no quería ni siquiera esa democratización limitada.

Quienes han evitado que el golpe de estado institucional se consagre han sido las extensas movilizaciones populares e indígenas, desde el 2 de Octubre, después del secuestro del material electoral por Porras, Currichiche y Orellana, se ha desatado una extensísima movilización popular cuyo corazón es la movilización indígena de los 48 cantones de Totonicapán, toda la creatividad y la energía popular ha renacido y no es exageración asegurar que se vive una nueva primavera.

Además de las movilizaciones originarias, se han sumado estudiantes de universidades públicas y privadas, médicos, vendedores de los mercados, pero es sobre todo la juventud guatemalteca la que más destaca.

El gobierno de Giammattei y la Corte Constitucional han diseñado un plan represivo y de provocaciones para desmontar el movimiento que incluye el uso de bandas de matones que enfrentan la movilización (como los grupos estudiantiles ligados al ilegal rector sancarlista Walter Mazariegos) y la orden constitucional (motorizada por el poderoso sindicato empresarial CACIF) que ordena levantar los bloqueos de carreteras. Los bloqueos de carreteras ha sido un método privilegiado de la movilización y han surgido en decenas y en los mejores momentos más de un centenar. La idea de Giammattei, la Corte Constitucional y la Cacif es lograr un clima que justifique la represión reforzada a los bloqueos y al movimiento popular 

El rol de Semilla y una nueva dirección.

Ha sido publico y notorio que el movimiento tiene dos almas, por un lado Semilla que busca consolidar la transición electoral y una extenso grupo de dirigentes populares que aseguran que “no están defendiendo a Semilla, sino a la democracia” es decir que aspiran no solo a un cambio de gobierno, sino a una democratización radical de la tierra, el trabajo, la cultura y el reconocimiento.

El rol de Semilla y sobretodo del imperialismo estadounidense representado por la embajada estadounidense y Luis Almagro de la OEA, es que se respeten los resultados electorales y que allí se detenga la movilización popular, confían que Arévalo pueda contener y encauzar el ascenso y que puedan dialogar y llegar a acuerdos con él. Para el imperialismo la apuesta de la oligarquía criolla por un golpe de Estado en Guatemala puede ser un desestabilizador de toda la región.

La principal tarea de los partidos de la LIT-CI en la área es ayudar a construir una dirección política alternativa a Semilla, que permita encauzar la segunda primavera guatemalteca hacia una  nueva revolución democrática, socialista y centroamericana. 

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