Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

Escándalos de corrupción salpican a gobierno de Rodrigo Chaves

Los casos de pagos al trol Piero Calandreli por parte de funcionarios de gobierno para atacar a la prensa y las denuncias de una estructura paralela de financiamiento del partido de gobierno son los primeros casos de corrupción donde se ve involucrado Rodrigo Chaves.

Editorial de Socialismo Hoy prensa del PT – Costa Rica

Ante las denuncias desde diferentes sectores y medios de prensa, el gobierno se desliga de estos hechos e insiste en que se trata de ataques de la “prensa canalla” y de los partidos políticos tradicionales. Estos dos casos concretos de corrupción en apenas siete meses de mandato muestran que Rodrigo Chaves representa la continuidad de los gobiernos anteriores.

Más allá de estos hechos específicos, queremos debatir sobre el problema de fondo: para nosotros, la corrupción es parte fundamental del sistema capitalista. No nos referimos solamente al robo o desvío de fondos: la corrupción viene principalmente de muchos mecanismos legales que brinda el propio Estado, a través de sus instituciones.

Existe en el país gran cantidad de leyes votadas en la Asamblea Legislativa que permiten evadir impuestos y cargas sociales, como lo hacen las empresas en régimen de zonas francas. El mismo pago de la deuda es un mecanismo de corrupción que beneficia a acreedores privados.

El sistema de justicia está basado en la impunidad, y por lo tanto es cómplice de la corrupción. Esto lo hemos visto en el caso “cochinilla”, “cementazo” y muchos más, o con los grandes empresarios morosos con la seguridad social quienes rara vez van a la cárcel.

Este gobierno es parte integrante y férreo defensor de este sistema corrupto; es falso que Chaves enfrenta a los ricos, más bien defiende intereses de sectores como autobuseros, importadores de arroz, entre otros.

Pero en el fondo el problema radica en que el sistema capitalista por sí mismo, en su lógica, es corrupto. Está basado en que la clase trabajadora produce toda la riqueza, y solo una pequeña parte de la misma se le devuelve en forma de salario; el resto se la roban los dueños de los medios de producción: los capitalistas.

Por eso creemos que la lucha a fondo contra la corrupción implica enfrentar al sistema capitalista; es decir, expropiar los medios de producción en manos de los ricos, y destruir ese Estado burgués corrupto mediante una revolución. Para ello es necesario un gobierno de los trabajadores que construya una sociedad socialista con nuevas instituciones formadas y dirigidas directamente por los sectores populares.

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