La Caravana sale en una semana donde se anuncian duros ataques para la clase trabajadora como los incrementos en las tarifas de la energía eléctrica, la privatización definitiva de la ENEE, nuevas alzas en la gasolina, y nuevos cobros por placas vehiculares. No es casualidad que los miles de hondureños -incluyendo niños y mujeres embarazadas- se desplacen cientos de kilómetros bajo el lema: “No nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza”. Deseando encontrar en su éxodo americano las condiciones de empleo, educación y salud que se han vuelto un privilegio en nuestro país.
La cara del imperialismo y la fracasada alianza para la prosperidad
Por otro lado muchas han sido las expectativas del crecimiento macroeconómico para los países del Triángulo Norte, un prometedor mejoramiento del tránsito de mercancías dejando la perspectiva de un crecimiento en las “cifras económicas”. Lo que no nos dicen los gobiernos de la región es que las supuestas oportunidades que busca generar esta alianza sobre todo para los sectores más jóvenes es sólo la careta bajo la cual las burguesías y sus gobiernos serviles se llenan los bolsillos mientras siguen hundiendo a sus pueblos en hambre y miseria.
No es extraño que se den estas situaciones dentro de la sociedad capitalista, las políticas de hambre y miseria de parte de los gobiernos obliga a grandes proporciones de la población a huir de sus países. En Oriente Medio a causa de los enfrentamientos bélicos ha habido más de 2 millones de desplazados hacia Europa, que atraviesan una odisea al intentar cruzar el mar en balsas. Algunos no logran su objetivo, misma situación viven muchos inmigrantes hondureños en su recorrido por México donde mueren a manos del crimen organizado y en ocasiones «la bestia» como se le conoce al tren que abordan, les ha cobrado el viaje mutilando alguna de sus extremidades y a veces hasta con la vida.
Las políticas económicas y sociales impulsadas por los gobiernos neoliberales a lo largo y ancho del globo terráqueo y en una terrible conjugación con la violencia que azota a los países «subdesarrollados» son los causantes de esta ola de migración que cada vez va en aumento. Los gobiernos pertenecientes a la Unión Europea y que han apoyado las guerras en Medio Oriente hoy sufren esas consecuencias, al tener a miles de migrantes en sus fronteras. Lo mismo pasa con el señor Trump, con su apoyo a Juan Orlando Hernández y a todas sus acciones contra el pueblo hondureño, hoy tiene que enfrentar a miles de migrantes hondureños que se atreven a cruzar la frontera en busca mejores condiciones, a pesar de toda la xenofobia y racismo que destila en sus discursos Donald Trump.
¡Ningún ser humano es ilegal! ¡Reforma migratoria para el beneficio de los oprimidos y explotados! ¡Alto al sistema migratorio racista e inhumano! ¡No más dominio y explotación de EE.UU sobre nuestros pueblos!