Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

Brasil: Oposición de izquierda y alternativa revolucionaria

Lula ha tomado una serie de medidas para agradar a los grandes multimillonarios capitalistas, como el Marco Fiscal y la Reforma Tributaria. Ni siquiera cuando los ricos cometen crímenes flagrantes el gobierno hace algo, como fue el caso de la privatización de Eletrobrás, que benefició al mismo grupo de empresarios corruptos vinculados a las estafas de las Tiendas Americanas.

Editorial Opinião Socialista n.° 660 – PSTU Brasil

Pero no es sólo eso. Toda la política económica del nuevo gobierno de Lula se basa en la ampliación de las infames Parcerías [Asociaciones] Público-Privadas (PPP), donde el gobierno entra con dinero público y las empresas salen con ganancias privadas, a costa de servicios ineficientes y caros para los trabajadores.

Maquillando las ganancias de los banqueros y la recolonización 

En nueve meses de gobierno, los ricos siguen haciéndose más ricos, pero las condiciones de vida de los trabajadores y del pueblo pobre siguen siendo difíciles. El gobierno lleva a cabo una campaña para reducir la inflación. Es cierto, la inflación cayó en el Brasil. Sin embargo, esto refleja la dinámica de la situación económica mundial. No está relacionado con ningún cambio estructural en el país, ni siquiera apunta a un nuevo ciclo de desarrollo o crecimiento duradero.

El programa “Desenrola” funcionó para limpiar el nombre de algunos trabajadores y puede haber ayudado al consumo. Sin embargo, esto no significó una reducción de las ganancias de los bancos a costa de los trabajadores. Tanto es así que los banqueros fueron quienes más celebraron. Aprovecharon el proyecto para combatir el impago, que era muy elevado y afectaba sus ganancias. Están ansiosos por mantener el endeudamiento general de la población. 

En otras palabras, el problema estructural continúa. Los banqueros dominan la economía brasileña, chupan el salario de los trabajadores, se benefician del presupuesto a través de la deuda pública y pagan pocos impuestos. Mientras tanto, los trabajadores se endeudan para sobrevivir.

Los anuncios sobre algunas posibilidades de inversión, como de las montadoras automotrices chinas y del sector de energía verde, son de un nivel que no altera el cuadro general de reprimarización de la economía brasileña (papel de exportador de materias primas y recursos agrícolas y minerales) . Lejos de una búsqueda de posición superior en la división global del trabajo, lo que se ha ido consolidando y profundizando es la recolonización y subalternidad del Brasil en relación con países centrales e imperialistas, como Estados Unidos, la Unión Europea y China. 

Alianza con bolsonaristas

En el movimiento político, Lula entregó dos ministerios más al Centrão, alojando el Partido Progresista (PP) y el Republicanos en el gobierno. Estos partidos fueron fundamentales para mantener y apoyar al gobierno de Bolsonaro. Además de ellos, hay otros, como el MDB, el PSD, el União Brasil y mucha gente de derecha dentro del gobierno de Lula, que sigue intentando conciliar con los militares, sin castigar de manera ejemplar a toda la cúpula involucrada en el intento de golpe del 8 de enero.

Estos cambios en los ministerios son para agradar a Arthur Lira (PP). Le correspondió a él anunciar que, próximamente, se deberá votar una nueva Reforma Administrativa; es decir, un gran ataque a la Salud, la Educación y todos los demás servicios públicos, así como a los derechos de los empleados públicos.

Por tanto, no debemos depositar ninguna confianza en el gobierno de Lula. Es un gobierno de conciliación de clases, favorable a los intereses de la burguesía. Nuestro papel es construir iniciativas en el movimiento, en unidad de acción, para luchar en defensa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, como está sucediendo en São Paulo, en la realización de un plebiscito contra las privatizaciones de Tarcísio (Republicanos). 

El Congreso de la CSP-Conlutas señala el camino

El 5° Congreso de la CSP-Conlutas cumplió un papel muy importante al reafirmar la independencia de la Central en rekación con el gobierno Lula. También se aprobó un plan de lucha y un llamado a los trabajadores y demás organizaciones a luchar contra los ataques a los derechos de los trabajadores, promovidos por los gobiernos y los patrones.

Este es también el camino para derrotar, de una vez por todas, a la ultraderecha. No es apoyar al gobierno. Después de todo, el gobierno alimenta a la ultraderecha: ya sea administrando el capitalismo o conciliando con el Centrão y con la cúpula de las Fuerzas Armadas. O, incluso, siendo agente de la burguesía.

La CSP-Conlutas mantiene su programa y proyecto originales, de ser una alternativa a las demás centrales y organizaciones del movimiento que se atan a los gobiernos y a la burguesía. Estas, por el contrario, se movilizan por sus intereses, apoyando a tal o cual sector burgués, para garantizar sus intereses materiales particulares.

Oposición de izquierda, revolucionaria y socialista

En el marco de la unidad de acción para luchar, es preciso reafirmar la necesidad de ubicarnos como oposición de izquierda al gobierno y la ultraderecha. Este es un primer paso fundamental hacia la construcción de una alternativa independiente de los dos bloques burgueses que dominan la escena política actual.

Los males sociales y políticos de este país sólo se resolverán cuando enfrentemos a los multimillonarios, los dueños de las grandes empresas, multinacionales y bancos que controlan el Brasil.

Este es el camino, si realmente queremos acabar con el hambre y la miseria, garantizar empleo para todos, reducir la jornada laboral y tener un salario mínimo del DIEESE (Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos). Sólo así podremos poner fin a las amenazas, la violencia y los asesinatos promovidos por la burguesía en el campo, en las comunidades indígenas y quilombolas.

Por lo tanto, es necesario construir en el movimiento una oposición de izquierda con independencia de clase. Pero también es necesario apuntar a la construcción de una alternativa revolucionaria y socialista. El fortalecimiento de una alternativa política para los trabajadores debe oponerse tanto al gobierno de Lula como a la oposición de ultraderecha, defendiendo un gobierno de los trabajadores que ponga en jaque al capitalismo y abra el camino para la revolución socialista. Cualquier gobierno de alianza con la burguesía hace lo contrario, independientemente de como se llame.

Artículo publicado en www.pstu.org.br, 14/9/2023.-

Traducción: Natalia Estrada.

Más contenido relacionado:

Artículos más leídos: