Vie Jul 26, 2024
26 julio, 2024

Actividades de Apoyo a la Resistencia Ucraniana en Francia

El 23 de febrero de 2023 la RESU, Red Europea de Solidaridad con Ucrania, organizó un acto público de apoyo a la resistencia ucraniana con un claro carácter de clase. Entre los oradores estaba el compañero Yuri Samoilov, presidente del Sindicato Minero Independiente de Kryvyi Rih, en el sudeste de Ucrania, que representa a más de dos mil trabajadores, principalmente metalúrgicos, y que fue el primero en tomar la palabra.

Por Florence Oppen

Lo primero que enfatizó Yuri fue la radical diferencia entre vivir y trabajar en Ucrania hoy y hacerlo en cualquier otro país europeo: “Salí de Ucrania hace una semana y desde que salí he tenido tres grandes choques: primero aquí no tienen alertas aéreas, segundo tienen luz y electricidad en todos los lados, y tercero, cuando participo en este tipo de encuentros en Europa, me entra miedo que va a ser pronto el toque de queda y me tengo que apresurar a volver a casa. Hoy en Ucrania todo es blanco o negro, no hay matices de gris.”

En su intervención el dirigente minero hizo hincapié en la implicación de los trabajadores, y en especial de los obreros industriales, en la resistencia ucraniana, ya que viene de uno de los centros obreros del país, Kryvyi Rih, donde viven 250,000 trabajadores industriales. De los 2,500 trabajadores de su sindicato, 300 de ellos fueron movilizados al frente y participan hoy de la resistencia a la invasión rusa. Mientras están en el frente, éstos siguen siendo miembros del sindicato que organiza el apoyo material y la ayuda al frente. Yuri explicó que el gobierno de Zelensky lanzó ataques a las condiciones de trabajo y derechos laborales en plena guerra, pero que su sindicato, como muchos otros, se movilizaron para impedir que esos ataques sean aplicados en la práctica por la patronal. Los efectos de la invasión y ocupación rusa de Ucrania tienen un claro carácter de clase, mientras el pueblo trabajador tuvo que migrar, ir al frente, sufrir bombardeos, cortes de luz, privaciones y sobretodo arriesgar du vida en el frente, muchos oligarcas rusos, como varios oligarcas ucranianos y empresas extranjeras hoy en Ucrania siguen, viven protegidos fuera del país y siguen haciendo negocios con Rusia en medio de la guerra.

Finalmente en su intervención insistió en la importancia de la ayuda material directa a los sindicatos y la resistencia obrera que han recibido por parte de la RESU y la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas : “les agradecemos mucho toda la ayuda que nos han brindado, nos habéis mandado generadores que nos ayudan a luchar en los frentes en Bakhmut y Soledar, nos habéis mandado sacos de dormir que ayudan a los soldados ucranianos a poder dormir calientes. Tenemos miembros de nuestro sindicato activos en dos batallones del ejercito ucraniano y uno de los convoyes de ayuda material fue entregado directamente en mano a un batallón en el frente. Para mí es muy importante que esta ayuda de obrero a obrero sea directa, que entreguemos las cosas en mano y no pasemos por intermediarios.

En el acto también habló Vitaliy Dudin, un representante de Sotsіalniy Rukh (Movimiento Social) desde Ucrania, que denunció “la agresión imperialista de Putin” y enfatizó “la necesitad de la continuidad de la ayuda económica y militar a la resistencia así como la importancia de cancelar la deuda externa de Ucrania” y la importancia de reforzar las organizaciones de clase en Ucrania para poder después de la victoria recuperar los derechos sociales perdidos y llevar a cabo una “transformación social radical” que ponga en marcha “políticas socialistas”. Jean-Pierre Pasternak, el orador de Ucranianos de Francia, organización fundada en 1949 por los supervivientes de los campos de concentración nazis llegados a Francia, y agrupando a una gran parte de la comunidad ucraniana en el país, dejó muy claro que no pueden aceptar “ningún tipo de paz con anexiones” y que la resistencia ucraniana y sus aliados (la diáspora ucraniana y los pueblos solidarios de su causa) “deben asestar una derrota categórica al imperialismo ruso ya que este también amenaza hoy a Moldavia, a los Países Bálticos y a Polonia.” La compañera Huayra Llanque, del colectivo feminista del RESU y militante de ATTAC subrayó la importancia de visibilizar la perspectiva y el rol de las mujeres en la resistencia ucraniana y el manifiesto feminista que sacaron para hacer un llamado internacional de solidaridad. Destacó que las mujeres han enfrentado agresiones y violaciones por parte del ejército invasor pero también que están muy activas en la resistencia y en la defensa de sus derechos, tanto en su lucha por la materialización del derecho al aborto, legal en Ucrania pero sin recursos médicos y materiales durante la guerra, como en el apoyo a las mujeres polacas que llevan luchando por los derechos reproductivos estos últimos años, ya que muchas activistas ucranianas hoy están en Polonia.

El acto fue cerrado por las intervenciones de tres representantes (Solidaires, FSU y CGT) de la intersindical en Francia que apoya a los sindicatos ucranianos, y de la RSISL explicaron las distintas iniciativas de ayuda material y convoyes internacionales a los que se han sumado. Cybèle David de la federación Solidaires hizo un llamado a seguir “apoyando la resistencia sindical y popular en Ucrania, y también a la población bielorrusa y a los que en Rusia se oponen a la invasión” y a salir a manifestarse en Paris y otras ciudades el sábado 25. También enfatizaron la necesidad de organizar a la clase trabajadora para pelearse por sus derechos sociales y políticos tanto en Francia como en Ucrania, conectando las luchas y desarrollando la solidaridad internacional.

El acto del 23 no obstante tuvo una falta de delimitación clara del gobierno imperialista francés,  del imperialismo europeo de la UE y de la OTAN. Ni una crítica pues a la política real de Macron en Ucrania, que continua, como los demás gobiernos de la UE, mandando armamento viejo y a cuentagotas a Ucrania mientras aprovecha la guerra para aumentar de manera espectacular el gasto militar francés, reforzando a su ejército imperialista, que reprime protestas en África y otros países, y para lanzarse en una carrera armamentística que beneficia a los grandes grupos industriales franceses (Airbus Group, Dassault Aviation, Thales, Nexter et). Tampoco se cuestionaron los planes de la UE para “reconstruir a Ucrania” a través de pesados préstamos, y de un endeudamiento que compromete cualquier independencia económica verdadera una vez ganada la guerra y que busca semicolonizar Ucrania. Es por eso que en cada visita a Kiev, los jerarcas europeos van acompañados de grandes empresarios de sus países que se disputan el botín de la reconstrucción.  

La capitulación a la dirección atlantista y burguesa quedó abiertamente de manifiesto en la marcha del sábado 25 en París, donde uno de los oradores fue Alain Madelin, antiguo ministro del gobierno de Chirac, y una figura pública del neoliberalismo pro-OTAN o Bernard Guetta, diputado europeo de LRM, el partido de Macron.

Hay que señalar que el nuevo presupuesto militar del gobierno de Macron para el periodo 2024-2030 será de 413,000 millones de euros, y aumentará un 60% el gasto en inteligencia militar. En total el gasto militar para el próximo septenio se multiplicará por dos en relación al anterior y llevará el gasto militar total al 2,5% del PIB, superando el «mínimo» del 2% establecido por la OTAN. Todo esto mientras millones de trabajadores en Francia sufren los efectos de una inflación récord, el fin de varias ayudas del gobierno para enfrentar la crisis social y, claro está, el brutal ataque de la reforma de las pensiones de Macron. La gran justificación de la detestada reforma que ha sacado a millones a la calle (y que probablemente paralizará el país el 7 de marzo), es que según el gobierno el sistema de pensiones tiene un déficit anual de entre 10,000 y 12,000 millones de euros. Ahora bien, la reforma de las pensiones en plena guerra y carrera armamentística deja al desnudo las contradicciones y prioridades del gobierno de Macron, ya que el presupuesto militar del estado francés en 2022 fue de 41,000 millones para defender los intereses de las grandes multinacionales francesas en sus zonas de influencia. Queda claro que el imperialismo francés tiene los recursos suficientes para mantener e incluso rebajar la edad de jubilación, subir las pensiones y los salarios, y apoyar decisiva a la resistencia ucraniana. No obstante, los trabajadores franceses sólo pueden lograr satisfacer las necesidades inmediatas de la clase trabajadora en Francia, Europa y Ucrania y si cuestionan de manera radical los beneficios récord de sus multinacionales, la participación en la OTAN y el rol de su ejército en África y el resto del mundo, y avanzan en construir un gobierno de la clase trabajadora independiente que apunte hacia un gobierno de y por los trabajadores.

Por lo tanto, mientras seguimos construyendo la unidad de acción a favor del apoyo material a la resistencia ucraniana y por la derrota de la invasión rusa, y fortaleciendo en particular a la resistencia obrera y popular, debemos defender un ala independiente y de clase, que se diferencie tajantemente de los planes de Biden, Macron y Scholz, que no tienen como objetivo la independencia política y económica del pueblo ucraniano. Debemos construir un movimiento de solidaridad que aglutine cada vez a más sectores obreros y populares, y desarrolle iniciativas de movilización independiente de los trabajadores franceses y europeos, y las campañas de ayuda directa, como lo empezaron a hacer la intersindical en Francia y la RSISL.

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