Los trabajadores y sectores populares están viviendo una situación dramática. Se estima que ya alrededor de cien mil personas cayeron por debajo de la línea de pobreza (1).
Por IST-Uruguay
Son cientos de miles los trabajadores que han perdido o han visto caer sus ingresos sea esto por despidos, envíos al seguro de paro o por estar empujados al trabajo informal. La última cifra de desempleo (previo a la pandemia) reconoce 190mil personas en esta situación y se estima que en el corto plazo ronde los 250mil.
El gobierno de la derecha “multicolor” encabezado por Lacalle Pou ha enviado al parlamento la antiobrera Ley de Urgente Consideración (LUC), mientras viene dando pasos cada vez más acelerados para que se retomen las clases y para que los trabajadores que aún conservan su empleo vuelvan a él, arriesgando así que se disparen los contagios, como ya se ha advertido en Rivera. Todo esto lo hace sin importarle la salud y la vida de los trabajadores y sus familias.
Solo le importa “poner en marcha la economía” para seguir garantizando las ganancias a las grandes patronales. Los obreros sufrimos los despidos, obtenemos salarios que rinden cada vez menos por la constante suba de los precios y además nos exponen a contagiarnos en ómnibus llenos y lugares de trabajo donde los “protocolos” son letra muerta. Esta es la “nueva normalidad”.
Pero la bronca contra esta política de hambre y antiobrera se está haciendo oír. Más de mil personas, sobre todo jóvenes, se congregaron contra la LUC frente al Palacio Legislativo y expresaron su rabia no solo contra la ley, sino contra el gobierno y la situación general. Cada uno elaboró su pancarta, su reclamo, y lo llevó para gritarlo. Pancartas donde se podía leer “Lo urgente es la vida”, “Sin trabajo no puedo vivir”, “Lucro vs. Vida”, “Ni un paso atrás, son memoria, son presente, dónde están?” (en relación a los desaparecidos) y muchas y diversas consignas más. Una importante manifestación donde se expresó la bronca existente y las ganas de pelear.
El 20 de mayo también fue un día donde en cada rincón del país, en cada barrio, se hizo escuchar con mucha fuerza el reclamo por verdad y justicia, luego de una gran y tenaz campaña que se pusieron al hombro miles de activistas, trabajadores, vecinos y familiares. Por otra parte, los obreros de la construcción vienen realizando asambleas y paros en defensa de la salud, el salario y las fuentes de trabajo. Las mujeres han expresado su bronca contra los dichos “pro-vida” del presidente. También los estudiantes de ciencias del PEDECIBA, que están jugando un rol fundamental en esta pandemia, cuyo reclamo hizo que el gobierno diera marcha atrás con el recorte del 15%. Y fueron cientos los trabajadores del MIDES que realizaron concentración en defensa de los puestos de trabajo que peligran por los recortes que el gobierno intenta imponer.
En el Parlamento, donde sí se preocupan por tener las mejores mascarillas y el mayor y confortable espacio, los personajes de este cambalache “multicolor” discuten como quitarnos más derechos mientras los dirigentes del Frente Amplio, desde su pedestal, muy alejados de las bases y de los barrios obreros, discuten sobre apoyar tal o cual artículo de la LUC mientras llaman al “diálogo” con la derecha en el gobierno. Mientras ellos, en su cómoda nube “democrática” discuten y rediscuten, abajo no podemos esperar. Luchar por nuestra salud y nuestros derechos es tarea urgente.
El camino es tomar la lucha en nuestras manos como hicimos el 20 de mayo, como hicimos protestando frente al Palacio Legislativo. Tomando los cuidados necesarios pero protestando. Por eso llamamos a todos los jóvenes que se están manifestando, a los obreros, a los activistas, a todos quienes están expresando su bronca y su rabia, a discutir como organizamos una gran pelea unificada, desde abajo para defender nuestra salud, nuestros derechos y derrotar a este gobierno antiobrero.
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