Vie Abr 19, 2024
19 abril, 2024

Un balance necesario del gobierno Funes-Cúpula del FMLN


La elección del gobierno de MauricioFunes y el FMLN en 2009 levantó grandes ilusiones en las masas trabajadoras de que, luego de 20 años de gobierno de ARENA, vendrían los grandes cambios del país. 


Para nosotros es necesario realizar un balance sobre dicho gobierno, porque pensamos que Sánchez Cerén va a continuar y profundizar las mismas políticas que aplicó Funes.



Desde la UST, definimos el gobierno de Funes como un gobierno de conciliación de clases, ya que estuvo integrado por una alianza de la cúpula del FMLN con un sector emergente de la burguesía, que se aglutinó alrededor del movimiento amigos de Funes.



En este sector encontramos por ejemplo a MECAFÉ o familias como los Salume, y Bukele, que tuvieron un peso importante en el rumbo de las políticas de gobierno. La cúpula del FMLN fue parte de este sector: dejaron de ser asalariados y ahora son empresarios que ya no ven a la ANEP como sus enemigos sino como sus aliados.



En el momento en que el FMLN asumió el gobierno dijimos que todas esas ilusiones de transformación social iban a ser traicionadas porque un gobierno de conciliación de clases siempre favorece a la clase dominante, es decir, los intereses de la burguesía del país.



Los mecanismos de explotación que utiliza la burguesía contra el pueblo trabajador no solo se mantuvieron sino que se hicieron más grandes: los privilegios a las grandes empresas, los bajos salarios, el mantenimiento de los Tratados de Libre Comercio y la dolarización. Además, como si fuera poco, los negocios ALBA han generado millones, mientras la clase trabajadora sigue sumida en una agobiante situación de explotación y miseria.



Muchos luchadores y activistas honestos opinan que con el gobierno Funes-FMLN se dieron cambios importantes, como los programas sociales y la lucha contra la corrupción, que no existían en gobiernos de ARENA.



Pero, para nosotros, los programas sociales son medidas asistencialistas, algunas migajas para mantener a la clase trabajadora contenta mientras su nivel de vida empeora porque, al no transformarse las bases del capitalismo, los ricos siguen aumentando su ganancia a costa de la clase trabajadora.



Todo esto se une en el hecho de que este gobierno no ha cambiado un milímetro su relación con el imperialismo. No es solo que no ha roto con los TLC o la dolarización sino que profundizó ese vínculo: firmó un TLC con laUnión Europea, votó la ley de Asocio Público Privado y ha mantenido el pago puntual de la deuda a los grandes organismos financieros internacionales.



Los duros golpes a la clase trabajadora



Lo que sí hubo fueron ataques al salario, por ejemplo con un ridículo aumento del salario mínimo distribuido en tres años; a esto hay que sumarle que la criminal política de cinco salarios mínimos se mantiene. En esto, el primer gobierno del Frente fue igual que las administraciones de ARENA.



Otra de las arremetidas fue la política clara y consciente de arrebatarle derechos fundamentales a los trabajadores del sector público, que ven como su estabilidad laboral y condiciones de trabajo se han visto seriamente lesionadas bajo el pretexto del gobierno y las cúpulas empresariales que los consideran como “privilegios” y que para seguir las reglas de la austeridad hay que eliminarlas.



De ahí vemos que la posibilidad de que los maestros tengan plazas fijas es casi imposible, o que los contratos colectivos se hayan convertido en simples fachadas con pocos o en algunos casos nulos derechos fundamentales. La huelga del año pasado por la defensa del escalafón es una muestra de esta política de seguir reduciendo el tamaño del Estado mediante la eliminación de conquistas históricas de los trabajadores. También en ello se iguala la orientación de los gobiernos de ARENA.



Esto es aún peor si tomamos en cuenta que quienes promueven estas políticas son dirigentes sindicales. Burócratas como Israel Montano de ANDES 21 de junio, FESIPAES O FSS, entre otros, han vendido las luchas, llevándolas siempre al terreno del diálogo donde siempre se imponen los intereses de la burguesía. Todo esto con tal de mantener sus dietas, viajes o demás privilegios.



Los estudiantes de todos los niveles no la pasan mejor. En estos 5 años de gobierno, la infraestructura de las universidades, institutos y centros escolares es lamentable, el acceso de los sectores populares a una educación universitaria sigue siendo reducido y el presupuesto para invertir en todo esto sigue siendo insuficiente.



Otra muestra de que el gobierno Funes-FMLN abandonó las banderas históricas de los trabajadores fue la no derogación de la ley deamnistía. Mientras miles de excombatientes siguen luchando para que se le cumplan sus promesas y derechos adquiridos, los militares asesinos, autores de terribles masacres durante la guerra, siguen sin recibir juicio ni castigo.



Ninguna confianza en el nuevo gobierno. ¡La lucha es en las calles!



Pese a todas estas muestras claras de que el Frente llegó al poder para garantizar los negocios del imperialismo y la burguesía criolla y convertirse en una nueva burguesía en ascenso, la gente tiene la esperanza de que finalmente con Sánchez Cerén las cosas van a cambiar.



Nosotros, aunque respetamos la opinión de miles de luchadores honestos, pensamos diferente. Tal como lo dijimos en 2009, con el primer gobierno, ahora lo volvemos a manifestar: El segundo mandato del FMLNavanzará en su política de conciliación de clases y seguirá atacando las condiciones de vida de la clase trabajadora.



Las reuniones de Sánchez Cerén con la ANEP, ASI y los partidos burgueses tradicionales, así como su constante llamado a construir una gran alianza con todos esos sectores, demuestran que su proyecto es seguir administrando, defendiendo y protegiendo los intereses del gran capital.



Para nosotros es fundamental que todos esos sectores de izquierda que hemos luchado estos cinco años contra todas esas políticas antipopulares del gobierno, hagamos avanzar la organización independiente y la movilización de las y los trabajadores. Las luchas que se vienen, como la batalla final contra la Ley de la Función Pública, la reforma fiscal o el ataque a las pensiones, requieren de la unidad de todos los sectores explotados.



En ese sentido, a la par de mantener el llamado a la movilización e impulsar ese polo clasista de reorganización, llamamos a no depositar ninguna confianza en el segundo gobierno del FMLN.


Artículo publicado en periódico de la Unidad Socialista de los Trabajadores, El Proletario N.° 31, junio de 2014.-

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