La clase obrera ucraniana, armas en mano, resiste heroicamente en el frente de batalla la invasión desde el Kremlin de Moscú. Sin embargo debe enfrentar asaltos desde la retaguardia, que son avalados por funcionarios de gobierno desde Kiev. Reproducimos aquí el relato vivo de uno de los protagonistas de la reciente y prolongada huelga en la Empresa Minera Estatal N° 9, “Novovolynska”, en el Oeste de Ucrania.
Por Vasil Volinsk, minero ucraniano
Resulta que el 29 de julio del año en curso, el Ministro de Energía de Ucrania, Galushchenko, emitió un decreto de nombramiento como director interino de la Mina N° 9 “Novovolynska» al Sr. Gerashchenko, sin dar explicaciones ni razones. El jefe del departamento ministerial, Sinyuk vino a presentarlo junto con el director interino, recién nombrado y el director general de la empresa carbonífera estatal «Volynuglya», Shikera.
Los mineros recibieron a esta delegación «dignamente» y escoltaron a este “trío” de regreso al lugar de donde vinieron. Este fallido “nombramiento” fue precedido por un hecho que tuvo lugar un mes antes de los hechos arriba mencionados. A la empresa llegaron dos tipos prepotentes, que se dedicaron, en ese momento, a presionar al director actuante de la mina N°9, Yurkiv, obligándolo a enviar carbón a una empresa que ellos definirían. De lo contrario, sería despedido. Por supuesto, hubo una negativa. Y el resultado no se hizo esperar.
Todos pensaron que era sólo un episodio pasajero y todo había terminado… Pero no. La empresa estaba trabajando normalmente como siempre. Y el 9 de septiembre de 2022, una docena y media de “porros” (matones, jóvenes fornidos en ropa deportiva) irrumpieron en la empresa escoltando a una persona que auto identificó, como el Señor Troskó, “director de la Mina N°9 Novolynska”, quien, a su vez, tenía contratado a un abogado, bastante «afamado» por la apropiación ilegal de tierras y con «amistades» en la prensa amarilla. ¡Y lo más importante! ¡El Sr. Troskó ya había logrado “registrar” la empresa a su nombre!
Cualquier pregunta de los empleados era respondida con amenazadas de despido. Los empleados llamaron de inmediato al jefe del departamento ministerial, Sinyuk, para pedirle explicaciones sobre la situación. Su respuesta fue “no sé nada y nadie me informó”.
Durante todo un mes, los “porros”, convertidos en guardias de seguridad privada, estuvieron presentes en la empresa las 24 horas del día. Nadie pudo ver documentos que confirmen la legalidad de su estancia en el territorio de la empresa. Las fuerzas de orden público, desde el comienzo se autoexcluyeron y retiraron. Y luego comenzaron a acusar al colectivo de trabajadores de incitar al conflicto.
El jefe de la Administración de la Ciudad, Sr. Lobach y el subjefe militar regional de Volyn, Movenko, (el jefe se rehusó a venir) llegaron a la empresa para “conocer” la situación y, en los hechos, para cumplir con la formalidad. Por desobediencia, el Servicio de Seguridad Interior fue enviado a la empresa. Hubo tres avisos de corte de energía eléctrica, aunque, curiosamente, se había pagado en fecha. El comandante militar envió cincuenta citatorios a la mina. La policía presentó y está investigando tres denuncias contra los trabajadores, aunque fueron los propios trabajadores quienes antes requirieron la presencia policial.
Los trabajadores presentaron denuncias contra los matones y contra un desconocido, que filmó con una cámara secreta en línea (se encontró un módem móvil en su bolsillo, cuando se lo registró). Pero, por alguna extraña razón, sobre estos hechos nadie hace nada. Sin embargo, el Ministerio organizó una inspección con un objetivo: encontrar material comprometedor o información que desacreditara al director antes actuante, Yurkiv.
Cuando llegaron los fondos para el pago de salarios, el Sr. Troskó, por su propia iniciativa, habiendo acordado previamente con el jefe local de tesorería, revocó las órdenes de pago para el pago de salarios, bloqueándolas. Después de un mes de paro de actividades, los trabajadores de la mina simplemente ignoraron a Troskó como director y se negaron a trabajar con él. Recién entonces, el ministro de Energía, Galushchenko, canceló su decreto y volvió a nombrar al ex director Yurkiv. Esperemos que sea permanente.
Ahora una pequeña explicación: ¿De dónde y para qué todo esto? El gobierno asignó 2500 millones de Grivnas (u$s 50 millones). para la compra de carbón nacional. Para tener la oportunidad de «desembolsar» los fondos asignados, los llamados «controladores” ponen a su gente. Actualmente, el carbón enviado para necesidades estatales cuesta 4050 Grivnas la tonelada, sin IVA. Entonces es aún más interesante. Obligan a que este carbón sea enviado a “enriquecimiento” (molido y separación de otros minerales) a expensas de la empresa. Esto incluye pago por entrega y enriquecimiento, etc. Y esto representa una pérdida de alrededor de un tercio. Después del proceso de enriquecimiento del carbón, se envía a la central térmica, donde se quema.
Una persona poco conocedora del tema no entenderá por qué esto es malo para los propios mineros del carbón. El problema radica en los contratos que el ministerio obliga a firmar a los directores de las minas. Debido a esto, el costo de fabricación del carbón se subestima significativamente. La mina debe pagar por todo, por la entrega, por el enriquecimiento y algunos procesos más.
La principal dificultad es que la mina recibirá el dinero solo 45 días después de despachado. Eso es, recién cuando la empresa estatal aceptará el carbón. Es decir, si la empresa estatal tiene dinero. Pero por regla general, el dinero nunca está allí o no hay para todos. ¡Y también la mina debe pagar la electricidad por adelantado, debido a la “reforma” del ex ministro Nasalik!
En resumen, el Gabinete de Ministros y el Ministerio de Energía deliberada y sistemáticamente, para su propio beneficio y el de terceros, están destruyendo la industria del carbón de Ucrania. Por eso “empujan” a su gente a los puestos de directores. Pero los empresarios o las empresas privadas que compran carbón a las empresas de carbón venden el mismo carbón, solo que el precio base es el doble. ¡Todos menos los mineros ganan dinero con el carbón!
¡Lo más importante es que en estos momentos, en que hay una guerra en Ucrania, cuando la flor de la nación se muere en el frente, cuando el agresor bombardea toda Ucrania y los civiles mueren, cuando el enemigo destruye toda la infraestructura y los voluntarios están juntando los centavos y llevando todo lo que necesitan al frente, algunas “personas” se dedican a asaltar empresas estatales!
Y el Ministerio no reacciona, el Gabinete de Ministros y la Oficina del Presidente “escriben cartas”. Todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley, no sólo no intervienen, sino que también acompañan entusiasmados a los asaltantes. ¡Y las administraciones militares distritales y regionales no ven nada anormal en esto! Como dicen por aquí, “Para unos es la guerra y para otros su madre”.