Vie Mar 29, 2024
29 marzo, 2024

Sobre la situación de los migrantes latinoamericanos

¡Alto a la represión a los Inmigrantes en Estados Unidos! ¡Por el cese inmediato de las deportaciones! ¡Que el gobierno mexicano suspenda su política represiva contra los migrantes centroamericanos!

El drama de los inmigrantes centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos ha tomado los noticieros en los últimos meses, especialmente por la tragedia de más de los niños no acompañados detenidos en este país y en vías de ser deportados.

Si bien la inmigración ya hace parte de la vida de millones de familias de México y de los países de Centroamérica, especialmente Guatemala, El Salvador y Honduras, el número de niños migrantes no acompañados de un adulto ha aumentado considerablemente. Desde octubre de 2013 hasta la fecha ya son más de 58 mil niños y el pronóstico es que lleguen a 70 mil hasta fin de año. Este número es 60% más que el año anterior y comparado con años anteriores creció más de 100%.

Pero lo que choca no es solo la cantidad de niños, sino las condiciones que enfrentan al ser atrapados ya en territorio estadounidense: miles duermen en el suelo, dentro de jaulas. También hay denuncias de niños que no reciben asistencia jurídica para enfrentar los procesos de deportación, mientras que otros habrían sido sometidos a malos tratos por parte de los agentes fronterizos. En caso de que los niños cuenten con familia en EEUU, deberían ser reunidos con los suyos antes de enfrentar los procesos de deportación, lo que no siempre ocurre.

Barack Obama caracterizó la situación como ‘crisis humanitaria’. A su discurso se unen los presidentes centroamericanos y otras autoridades, incluido el Papa Francisco. Muchos presentan como causas la pobreza y violencia que esos niños enfrentan en sus países de origen. Lo que no dicen es que el principal responsable por esta situación es el mismo imperialismo norteamericano, con la sumisa complicidad de los gobiernos locales.

Semicolonias del imperialismo yanqui

La situación que viven los países latinoamericanos y principalmente mesoamericanos es resultado de la política de colonización de la región por el imperialismo estadounidense. El saqueo realizado por Estados Unidos a través de los Tratados de Libre Comercio, las deudas externas y las Zonas Francas, así como sus políticas de seguridad, son en gran medida responsables por la pobreza y violencia que se vive en esos países.

Con la aprobación de los TLC’s, los países de América Latina, especialmente los más débiles como los centroamericanos pasan a importar muchos más productos lo que, además de significar un golpe a la propia producción nacional, genera más déficits fiscales en todos ellos. Una de las consecuencias más graves de esas importaciones es la crisis de la producción agraria en Centroamérica que no logra enfrentar los precios más bajos de los alimentos importados, generando el abandono del campo y el aumento de la migración de centroamericanos a EEUU.

Con las Zonas Francas, las empresas transnacionales pagan un salario muy inferior a lo de los trabajadores del país de sus sedes. Además, están exentos de pagar impuestos de importación, exportación y servicios, generando pérdidas millonarias en recaudación para nuestros países. Para colmo, cierran las puertas cuándo les parezca para mudarse a otro país donde puedan mejor explotar a los trabajadores y así aumentar sus ganancias.

Otra expresión clara de la dependencia es que la deuda externa alcanza cerca de un tercio del PIB (Producto Interno Bruto) de los países centroamericanos. Las deudas y sus intereses no paran de crecer y esos países se vuelven cada vez más dependientes del capital externo.

Pobreza, violencia y emigración

La pobreza es la otra cara de la moneda. En Centroamérica, hay 26,5 millones de personas que viven en situación de pobreza, el 15% en indigencia. El país más pobre de la región es Honduras, con unos 65% de su población en esa condición. Es seguido por Guatemala y El Salvador, donde mitad de la población es pobre. En México son 45,5%.

En el caso de Honduras, este año la situación de pobreza empeoró con la sequía que azota toda Centroamérica. En la región que abastece el 60% de la demanda interna de granos del país se ha perdido la mitad de las cosechas y en el sur la totalidad. El gobierno, en su política de sumisión al imperialismo principalmente por medio de los TLC’s, abrió el mercado, llevó a la ruina los pequeños productores y no invierte lo más mínimo en proyectos de infraestructura, como la irrigación.

Por ser ruta del narcotráfico a EEUU, México y Centroamérica presentan altos índices de violencia. El Triangulo Norte de Centroamérica, conformado por Honduras, El Salvador y Guatemala, es la región más violenta del mundo, sumando 14.989 homicidios en 2013. Honduras es considerado el país más violento del mundo, con 90,4 homicidios a cada 100 mil habitantes. El Salvador y Guatemala tienen un promedio de 40 homicidios a cada 100 mil habitantes.

Buscando huir de la pobreza y la violencia, millones de centroamericanos ya han emigrado. 1,5 millón de guatemaltecos vive en el exterior, de los cuales 1,3 millón en EEUU. En el caso de los salvadoreños, son casi 3 millones que viven en el exterior, de los cuales unos 2,7 millones están radicados en EEUU. Vale resaltar que en El Salvador viven 6,2 millones de personas, o sea, un tercio de los salvadoreños vive afuera del país. De los hondureños, poco más de 1 millón vive en EEUU, pero hay pueblos enteros que han emigrado huyendo de la pobreza, y la tendencia ahora es que aumente el éxodo desde las ciudades más violentas, como San Pedro Sula. Los mexicanos son la mayoría de los inmigrantes en Estados Unidos, alcanzando la cifra de 11,4 millones. Un enorme sector de esos inmigrantes latinoamericanos en EEUU es indocumentado.

Los que emigran también lo hacen para garantizar la sobrevivencia de sus familias que se quedan en los países de origen, lo que hace de las remesas de dólares un importante aporte a la economía local. Representan más de 15% del PIB en El Salvador y Honduras y 10% en Guatemala. En México, a pesar de ser el primer receptor de remesas en Latinoamérica, el total solo representa 2% del PIB.

La gran cantidad de niños que migran también se debe a la condición de las mujeres trabajadoras, que son el sector más sobrexplotado tanto entre la clase trabajadora de sus países como entre los migrantes indocumentados que viven en Estados Unidos. Desde octubre de 2013 hasta la actualidad se ha capturado unas 39 mil madres migrantes con sus hijos e hijas, muchas de éstas en estado de embarazo. Muchos niños que viajan solos migran para intentar reunirse a sus madres que trabajan indocumentadas en EEUU.

Este sector es el más vulnerable a la violencia en la ruta de las migraciones. En el camino muchas de estas mujeres e infantes son víctimas de violencia sexual, tráfico de órganos y explotación laboral de todo tipo, sobre todo la prostitución forzada y abuso por trata de personas. De acuerdo con organizaciones civiles de EEUU, los últimos datos revelan que el 80% de las niñas que inmigran sin compañía desde Centroamérica sufre de abuso sexual en su paso hacia EEUU.,

Migración a EEUU y deportaciones

En Estados Unidos, de los 21 millones de inmigrantes originarios de Latinoamérica, se calcula que un 54,2% provenga de México y un 14,4% de Centroamérica. Viven hoy en el país más de 11 millones de inmigrantes indocumentados (de un total de más de 40 millones). De ellos, 1 millón son niños. Estados Unidos deportaron a un total de 368.644 personas en 2013, la mayoría a México.

Los 200 mil inmigrantes que cruzan México todos los años en su ruta hacia Estados Unidos enfrentan situaciones como secuestros, violaciones, extorsiones, trata de personas, homicidios, sin que el mismo gobierno mexicano intervenga a su favor. Al contrario, el gobierno mexicano sigue la misma lógica del gobierno norteamericano y deporta a miles de inmigrantes de su país que van de camino a Estados Unidos. De enero a marzo de 2014, México deportó a 21.366 centroamericanos. En 2013 fueron 77.756. El gobierno mexicano también deporta a los niños migrantes. De 2008 a lo que va de 2014, México ya ha deportado a más de 40 mil niños, 26 mil de ellos no acompañados. Muchos migrantes terminan quedándose en este país, donde sufren la explotación laboral y muchas veces otras violaciones peores. ¡Al igual que los mexicanos en Estados Unidos!

La política de Obama

Barack Obama ha hecho al Congreso una solicitud de 3,7 mil millones de dólares supuestamente para paliar la situación. Sin embargo, esta dotación estará destinada en su mayor parte a más inversión en seguridad, o sea, más represión, lo que va en sentido opuesto a resolver la situación generada por la migración masiva.

El destino de estos recursos demuestra claramente esta política. De la cifra mencionada, 200 millones serán destinados a programas de «desarrollo social y seguridad» en México y la región centroamericana. Todo lo demás se utilizará para acelerar las audiencias de deportación, construir más centros de detención para las familias inmigrantes, aumentar la vigilancia en la frontera (divididos entre los Departamentos de Estado, Seguridad, Salud, Justicia y Servicios Humanitarios).

El gobierno de Obama ha batido records de deportación de inmigrantes, unos dos millones desde 2009. Algunos migrantes son deportados apenas llegan al país, atrapados por la migra. Otros lo son después de años o décadas de vivir sin papeles. La política de Obama con el Programa de Acción Diferida (2012) consistió únicamente en una moratoria para no deportar a los inmigrantes de hasta 31 años que llegaron al país antes de 2007 siendo niños.

En eso, la política de la administración Obama no difiere de la de los distintos gobiernos del imperialismo norteamericano donde la brutal represión a los inmigrantes es la otra cara de la moneda de una política que usa la inmigración para sobreexplotar a los inmigrantes, principalmente a los trabajadores latinos pero también a los trabajadores nativos.

En distintos períodos el imperialismo incentivó la inmigración desde países latinoamericanos hacia Estados Unidos. Esos trabajadores son fundamentales para asumir empleos no calificados, como construcción, limpieza, trabajo en el campo, domésticas, meseros etc. El imperialismo necesita, sobre todo ahora, de mano de obra que viva bajo una condición de sobrexplotación para mantener sus niveles de acumulación y plusvalía y las ganancias de la burguesía estadunidense. Además, los inmigrantes, principalmente indocumentados, cumplen otro rol: como son obligados a aceptar cualquier trabajo y ganan menos que los trabajadores legalizados, terminan por presionar el salario de los trabajadores estadounidenses hacia abajo.

La represión a los inmigrantes y las deportaciones son una forma de evitar que la migración se vuelva incontrolable. Por otra parte, el terror permanente contra los indocumentados funciona como una forma de represión social para garantizar que los migrantes acepten el sistema de sobrexplotación que sufren.Por eso,Obama no aprobará una ley que legalice la situación de millones de indocumentados, porque significaría otorgarles derechos elementales (salario mínimo, seguridad social y otros) que representarían para el imperialismo un gasto enorme que la burguesía no está dispuesta a cubrir.

En este marco, Obama intenta agilizar la deportación de los niños y jóvenes, cambiando una ley de 2008 que prohíbe la deportación inmediata de inmigrantes de países que no hacen frontera con EEUU. Esos deben pasar por el debido proceso de deportación. Los demócratas están en contra, mientras los republicanos lo exigen como condición para aprobar la petición de millones presentada por el presidente. Mientras Obama presenta sus políticas populistas como la actual propuesta de reforma migratoria,  y mientras republicanos y demócratas se acusan mutuamente por la actual situación, los inmigrantes siguen siendo deportados, y los que se quedan, siguen sin papeles y sin derechos.

Los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala ya han solicitado el apoyo de Estados Unidos y México y realizaron reuniones con Obama. Discuten la creación de un plan regional con vistas a reducir la migración de niños.  Este plan se limita a aumentar el control de fronteras y a desarrollar una campaña de «convencimiento» de los niños y jóvenes a no migrar.

El gobierno de  EEUU también plantea que, para evitar las migraciones, es necesario fomentar aún más la inversión y creación de empleos en los países de Centroamérica con medidas de apertura de mercado o endeudamiento. Todos los gobiernos de la región están aplicando estas políticas, como es el caso de FOMILENIO en El Salvador, Ciudades Modelo en Honduras y la política del agronegrocio en todos esos países. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que esas políticas empeoran aún más la situación y agudizan las condiciones que hacen que miles de centroamericanos sigan emigrando.

También se presenta el problema de la seguridad. El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, afirmó que es necesaria una iniciativa regional basada en la experiencia del Plan Colombia para erradicar el crimen organizado, el narcotráfico y la violencia. O sea, la salida sería profundizar la militarización y la represión a que ya son sometidos esos países.

El gobierno de México, con su presidente Enrique Peña Nieto, también toma la delantera en esa política al afirmar que la “solución” consiste  en aumentar el control de sus fronteras en el sur para evitar que los inmigrantes entren en este país y, de ahí, tomen la ruta hacia EEUU. El Programa Frontera Sur cuenta con el apoyo del presidente de Guatemala, Otto Pérez.

La política migratoria estricta y represora no va a detener la migración de miles de niños y jóvenes de México y Centroamérica. Ellos no dejan sus países por gusto, sino porque huyen de la situación cotidiana de violencia y pobreza. Muchos que actualmente migran van al encuentro de sus familias en Estados Unidos que, después de tiempos allá, tienen condiciones de mandar a traer sus hijos pagando miles de dólares a coyotes traficantes para que los lleven hasta la frontera.

Luchemos en defensa de los inmigrantes

Los medios solo enfocan el fenómeno migratorio y le dan una denominación de crisis humanitaria, en verdad lo es, pero esta es la lógica consecuencia de las deplorables condiciones de vida que atraviesa nuestra población, que impuestas por la explotación capitalista que visa garantizar el aumento de las ganancias del capital transnacional y las burguesías criollas.

Es necesaria la unidad de todos los trabajadores centroamericanos, mexicanos y estadounidenses en defensa de los inmigrantes. Exijamos al gobierno de Estados Unidos que cese ya las deportaciones y la represión a los inmigrantes, en especial a los niños que llegan desacompañados, que deben ser liberados y entregues a sus familias. Que todos los indocumentados sean legalizados inmediatamente, que todos tengan derecho a papeles.

También exijamos al gobierno mexicano que garantice el paso y la seguridad de los migrantes desde su frontera sur hasta la frontera norte, sin que se les exija pasaporte de su país de origen ni visa mexicana para poder estar en su territorio.

La solución para el problema de la inmigración empieza por liberar a los países latinoamericanos del yugo del imperialismo estadounidense y de la explotación a que este somete nuestros pueblos. Eso significa, entre otras medidas, que nuestros países empiecen por dejar de pagar sus deudas externas, romper los Tratados de Libre Comercio, abolir las Zonas Francas e invertir los recursos generados por estas medidas en generación de trabajo, salud y educación. Este es el primer paso imprescindible, pero desde la LIT-CI afirmamos que el problema de las migraciones forzadas solo se resolverá en definitiva cuándo ya no haya fronteras entre los países, cuando la circulación de los trabajadores sea libre y cuándo todos los pueblos puedan vivir en una sociedad  sin explotados ni explotadores, es decir en una sociedad socialista mundial.

¡No a las deportaciones!

¡No a la represión, prisión y malos tratos a los inmigrantes!

¡Que los niños sean liberados y entregados a sus familias!

¡Legalización inmediata de todos los inmigrantes en Estados Unidos! ¡Papeles para todos!

¡No a las leyes represivas contra los inmigrantes y el proyecto de ley de Obama!

¡Abajo el Muro de la Vergüenza y todas las acciones represivas en la frontera!

¡Fin de los TLC y Zonas Francas! ¡No al pago de la deuda externa!

¡Que el gobierno mexicano garantice el paso y la seguridad de los migrantes desde su frontera sur hasta la frontera norte!

Partido Socialista de los Trabajadores – Honduras

Unidad Socialista de los Trabajadores – El Salvador

Partido de los Trabajadores – Costa Rica

Grupo Socialista Obrero – México

La Voz de los Trabajadores – Estados Unidos

Liga de Trabajadores hacia el Socialismo – Panamá

Más contenido relacionado:

Artículos más leídos: