El PCB, a través de Fábio Bezerra, respondió a las críticas contenidas en el artículo de Eduardo Almeida sobre por qué no es posible un frente del PSTU con el PCB en este momento.
Por: Júlio Anselmo
El debate entre las organizaciones de izquierda es fundamental y necesario. Desafortunadamente, lo que podría ser una respuesta que ayudase a aclarar las diferencias en realidad tiene el efecto contrario.
Después de todo, el camino que eligió Bezerra no fue el debate de argumentos sino la caracterización de que todas las críticas son “un conjunto de ataques fabricados y calumniosos ”. Este es el único y principal argumento del autor que, a pesar de intentar a lo largo del texto probar las supuestas calumnias, no puede hacerlo porque no hay calumnia alguna contra el PCB.
De hecho, el problema de fondo es otro. Cualquier crítica a la línea del PCB, cualquier cuestionamiento a su trayectoria histórica, cualquier interpretación distinta de la oficial, es tildada de calumnia, mentira y ataque enemigo. Este tipo de reacción es una tradición antigua y muy típica en las corrientes estalinistas.
Una cosa es el hecho de que todo debate es un conjunto de ataques y defensas con palabras entre personas. Incluso el propio texto de Bezerra es eso. Otra cosa es la calumnia, que es una acusación falsa, utilizando mentiras, distorsiones o invenciones que se sabe son falsas o el método del vale-todo para destruir al adversario. Este fue un recurso y método muy utilizado por el estalinismo y ayudó a destruir el movimiento comunista.
La reunión entre PSTU y PCB
Bezerra califica de hipócrita la nota del PSTU porque, según él, la dirección del PSTU buscó a la dirección del PCB, en la que “se ofrecía la vice candidatura en una posible lista encabezada por el PSTU ”. Luego concluye que “entre bambalinas, buscaron una alianza; como no sucedió, lo lanzan a la platea con acusaciones infundadas”.
De hecho, hubo una reunión entre una comisión de coordinación del Polo Socialista y Revolucionario, que incluía al PSTU y sectores del PSOL, con representantes del PCB. Había demandas de sectores del Polo para intentar un frente electoral entre las candidaturas de izquierda que se oponían a Lula-Alckmin. El motivo de esta reunión era precisamente para ver si había alguna posibilidad de que esto sucediera.
En la reunión, los representantes del PSTU dijeron que existían muchas diferencias programáticas entre las candidaturas, como en el tema de Ucrania. Se podría discutir un frente, con la condición de que la cabeza de la lista fuese del PSTU (por mayor peso en el movimiento), y que pudiésemos defender nuestro programa. Es decir, fuimos claros y transparentes sobre lo que para nosotros sería una condición para una posibilidad de un frente.
Pero la propuesta no fue aceptada por el PCB. No cuestionamos su decisión, porque entendemos los motivos del partido y las diferencias programáticas que existen.
No vemos nada equivocado en la reunión. Simplemente no entendemos por qué, para Bezerra, esta reunión deslegitima las discusiones sobre las diferencias programáticas cuando estas existen, y estuvieron presentes. Hipocresía sería no hacer el debate. Vamos a él.
João Goulart, Lula y la alianza del PCB con la burguesía
Fábio Bezerra dice que no es verdad que el PCB apoyó a João Goulart. Para ser exactos, afirmó que “En el período, el PCB mantuvo una posición de independencia en relación al Gobierno de Jango”. También dice que “es una mentira absurda, totalmente irrespetuosa y falaz, decir en este artículo que el PCB desarmó a la población y que no estimuló ningún tipo de reacción al Golpe”.
¿Qué tal si revisamos el análisis de alguien que no tiene ninguna posibilidad de ser impugnado como trotskista por Bezerra? Veamos qué dice Marighella. Sobre el nivel de preparación de los comunistas, afirma lo siguiente en el documento A crise brasileira, de 1966 :
“La falta de resistencia al golpe estuvo entonces ligada a nuestra falta de preparación. Falta de preparación política y sobre todo ideológica”.
Sobre la relación con el gobierno y la burguesía:
“En cuanto a los comunistas, la resistencia se hizo imposible porque nuestra política, en esencia, se estaba haciendo bajo la dependencia de la política del gobierno. Es decir, bajo la dependencia de la dirección de la burguesía, o mejor dicho, del sector de la burguesía que ocupaba el poder”.
Bezerra puede injuriarnos y acusarnos de lo que quiera, pero entonces tendría que hacer lo mismo con Marighella.
No faltan estudios y análisis de ese período, muy consagrados en la historiografía brasileña, sobre la línea política de este partido a lo largo de ese período, y el papel del PCB en el apoyo a Jango.
La base de este apoyo está descrita en el propio documento del PCB donde afirma que, desde finales de la década de 1920, ha predominado la estrategia de “revolución democrática nacional” (para usar el término del propio PCB), que consistía en una alianza del proletariado con la burguesía industrial para desarrollar el capitalismo democrático en el Brasil contra los terratenientes y el imperialismo.
Según el documento: “La punto culminante de esta estrategia ocurrió en la década de 1950 y inicios de los años 1960, cuando el PCB jugó un papel decisivo como Partido que hegemonizó la dirección de las luchas proletarias en el Brasil”. Y afirman también que “con el golpe cívico-militar de 1964, que contó con el apoyo mayoritario de la burguesía brasileña, los elementos centrales de la estrategia de la revolución democrática nacional fueron puestos en jaque”.
El propio Bezerra confirma que el PC apoyó las “medidas progresivas” de Goulart. Apoyar las llamadas “medidas progresivas” es apoyar el gobierno. Y, convengamos, sería peor si apoyasen incluso las medidas que encuentran reaccionarias.
El gobierno de João Goulart no solo no estaba dispuesto a hacer ninguna “revolución” como tampoco había un sector progresivo o antiimperialista de la burguesía. La burguesía industrial siguió aliada con los terratenientes y con el imperialismo contra los trabajadores. Jango, a pesar de tener algunos roces con el imperialismo, siguió fielmente los intereses burgueses. Confió en las Fuerzas Armadas que le dieron un golpe de Estado y al final capituló.
El PCB quedó atado a la burguesía por el programa estalinista de “revolución por etapas”, donde se trataba de liberar al Brasil de rasgos semifeudales con una revolución burguesa a ser hecha con la burguesía. Es por eso que estaba desprotegido para resistir el golpe. Decir esto no es faltar al respeto a quienes lucharon y cayeron en la lucha contra la dictadura. Claro que el PCB luchó contra la dictadura. Pero lo que criticamos es su error de apoyar el gobierno burgués de Goulart como producto de su teoría etapista.
Podemos confirmar esto, incluso, en la opinión de alguien que es incontestablemente no trotskista. Ivan Pinheiro, ex Secretario General del PCB, afirmó : “Solo en diciembre de 1967, el PCB consigue realizar clandestinamente su VI Congreso, que persiste en la estrategia etapista de la revolución nacional y democrática, en alianza con la burguesía nacional».
El apoyo a los gobiernos de Frente Popular, de alianza entre partidos de obreros y la burguesía, también fue el resultado de esta teoría estalinista y ayuda a explicar por qué el PCB tardó tanto en romper con el gobierno Lula.
Para ser justos, el PCB intentó encarar una revisión de la teoría estalinista de la “revolución por etapas”, pero hasta hoy no lo consiguió. Esto se expresa en el hecho de que el criterio de independencia de clase para el PCB no es un principio. El partido no rompió con el etapismo, solo dio por terminada la etapa burguesa. Pero la lógica con que operan sigue siendo la misma y, por eso, ante nuevos fenómenos de la lucha de clases, se equivocan.
La situación internacional hoy
Varias posiciones internacionales del PCB demuestran que el partido aún está preso a la concepción estapista de revolución, y se basan en una teoría de los “campos burgueses progresivos”. Por eso hacen una caracterización equivocada de lo que pasa en Ucrania, por ejemplo.
Bezerra afirma que “¡es mentirosa y cínica la declaración de que apoyamos el gobierno Putin y el Estado ruso en el conflicto militar en Ucrania!”. Después, recomienda leer la Declaración Política sobre la crisis militar en Ucrania , que, según él, lo desmentiría. Pero la posición del PCB en esta nota es sí de apoyo a Putin y a Rusia. Veamos.
En la declaración, la guerra es llamada «operaciones militares especiales», término utilizado en la propaganda de Putin para ocultar al pueblo ruso que se trata de una invasión.
La única consigna que tiene el texto es: “¡Por el fin de la OTAN y de la guerra, por la paz y el socialismo en Ucrania, en Rusia y en todo el mundo!”. En otras palabras, frente a una guerra concreta y real, la posición del PCB es por la paz mundial en todo el mundo. ¿Qué significa eso? ¿La paz de la victoria de Rusia? ¿La paz del cementerio?
No fue un país imperialista el que fue invadido y atacado por Rusia, sino un país más débil, oprimido y dominado por Rusia y por el imperialismo estadounidense y de la Unión Europea.
Pero, ¿cuáles son los motivos de la guerra? Según la nota del PCB, de acuerdo con Putin, la guerra es un agotamiento de las tratativas diplomáticas entre Rusia y Ucrania y también para defender las repúblicas separatistas del Este.
Pero esta guerra se trata de que un país burgués más fuerte e históricamente opresor invade otro país, igualmente burgués, solo que oprimido y más débil. El objetivo de Putin, dicho por él mismo, es imponer su voluntad política sobre Ucrania, es decir, es un ataque a la autodeterminación y a la soberanía de Ucrania. Por no hablar de que las repúblicas separatistas del Este son verdaderos Estados títeres de Rusia y una afrenta a la soberanía ucraniana. ¿Cómo el PCB no apoya a Putin si apoya estos Estados?
Por otro lado, es obvio que la OTAN es un organismo reaccionario y cumple un papel nefasto en la región. Así como los EE. UU. y la UE disputan el control político y económico de toda Europa del Este y son responsables de una creciente militarización de la región. La OTAN, los EE.UU. y la UE deben ser derrotados. Así como también es obvio que hay organizaciones fascistas dentro de Ucrania que deben ser combatidas, al igual que las que hay en Rusia.
Se trata de una disputa entre la burguesía ucraniana y la rusa, atravesadas por los intereses del imperialismo estadounidense y de la UE. El problema es que la política del PCB ignora la existencia de Ucrania, que no es los EE. UU., la UE o un país imperialista que amenaza a Rusia. El hecho es que Ucrania está sufriendo una invasión militar, una guerra y su pueblo está siendo masacrado por los soldados de Putin. ¿Cuál es la posición que deben tener los trabajadores?
En Ucrania hay una resistencia popular y de los trabajadores contra el invasor ruso. Ante este escenario, ¿la posición del PCB es de apoyo a la resistencia contra los rusos, o está del lado de los soldados rusos contra Ucrania? ¿De qué lado de la trinchera está?
Al no haber una posición categórica, al repetir repite las caracterizaciones y mentiras de Putin, al enfocar la nota por la «paz mundial» sin tener en cuenta que existe un país agredido injustamente, y cuando prioriza su política para el derrocamiento de la OTAN y del gobierno ucraniano, sin tener en cuenta la guerra real que existe entre Rusia y Ucrania, esto significa un apoyo de hecho a la posición de Putin y de Rusia.
En la posición del PCB, la guerra de Rusia es contra el imperialismo, pero esto no se corresponde con la realidad, porque el país invadido es Ucrania. Imagínese que, en nombre de la lucha contra los EE.UU., Brasil decidiese invadir Bolivia. Evidentemente esto sería una acción reaccionaria y merecería ser derrotada, aunque no haya nada más reaccionario en Sudamérica que el imperialismo y la dominación de los Estados Unidos.
Jones Manoel es muy claro sobre lo que defienden : “El hecho objetivo es: los Estados Unidos y la OTAN buscaron este conflicto, quebraron sucesivos acuerdos de paz y pusieron al Gobierno ruso en una situación en la que la respuesta militar era previsible.
¿Qué defender? a) acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania con el compromiso de Ucrania de no entrar en la OTAN; b) respeto por la soberanía de Donetsk y Lugansk; c) Fin de la OTAN; d) retirada de todas las bases militares estadounidenses de Europa; e) fin de las provocaciones del Gobierno Biden.
¡En este proceso, apoyar y fortalecer una red de solidaridad con los comunistas de Ucrania para que ellos puedan “aprovechar” este momento para derrocar el régimen neofascista, acabar con el anticomunismo oficial y reconstruir Ucrania sobre bases socialistas y antiimperialistas!
Y para que quede claro: el enemigo y la contradicción principal es la OTAN y el imperialismo estadounidense”.
Jones Manoel es claro: el imperialismo causó la guerra porque obligó a Rusia a invadir Ucrania y la salida es que Ucrania obedezca a Putin y se subordine a Rusia. Contra la opresión y el dominio de los EE.UU. y la UE, defienden la dominación y la opresión de Rusia.
En su lógica, Putin y Rusia serían una tipo de burguesía progresiva que estaría en contra del imperialismo. El problema es que el hecho de tener fricciones con los EE.UU. no los convierte ni en antiimperialistas ni en “burgueses progresivos”.
En verdad, no hay sector hoy que ayude más al imperialismo y a la OTAN que Putin, y no hay lucha contra el imperialismo en Ucrania hoy que no pase por la derrota de los soldados rusos. No luchar contra los rusos hoy es ayudar al imperialismo a salir como el gran defensor de la soberanía de Ucrania, lo que sabemos que es completamente falso.
El PCB confunde e iguala cosas muy diferentes. Dice que apoyar la resistencia ucraniana es una capitulación a Zelensky y el imperialismo estadounidense y de la Unión Europea.
Apoyamos la heroica resistencia del pueblo ucraniano contra el invasor. El PCB debe responder: ¿es una lucha justa o no, expulsar de su territorio a los soldados extranjeros que buscan dominar su país? ¿Son reaccionarios los trabajadores y sindicatos que luchan contra los rusos que invaden su país? ¿Tomar las armas, ir para el frente y enfrentar al invasor es apoyar al imperialismo? Entonces, ante este conflicto armado, ¿cuál es la propuesta del PCB a los trabajadores? ¿Dejar que los rusos ganen la guerra?
Eso no significa apoyo político a Zelensky ni al imperialismo. Al contrario, es lo que permite derrocarlos, es lo que fortalece la denuncia del papel reaccionario que cumplen, y permite construir una alternativa obrera, socialista e independiente de la burguesía.
Restauración del capitalismo y el campo burgués progresivo
Lo cierto es que la teoría de los campos burgueses progresivos ya era falsa y equivocada en la Guerra Fría. Pero empeoró mucho después de la restauración del capitalismo en el Est europeo. Antes, el campo progresivo era definido por el sector burgués que tenía negocios con la burocracia soviética. Hoy el “campo progresivo” es mucho más amplio y flexible. Por eso el PCB apoya, en mayor o menor grado, varias dictaduras burguesas, como China, Cuba y Rusia, como apoyó la de Gadafi en Libia y apoya la de Assad en Siria.
Bezerra afirma que los trotskistas: “Saludaron el fin del bloque socialista y la caída de la antigua URSS, como una señal de renovación revolucionaria” de las masas contra la burocracia y el ‘estalinismo’” . El PCB no consigue ver que la burocracia estalinista liderada por Gorbachov restauró el capitalismo en la URSS en la década de 1980, así como ocurrió en China con Deng Xiaoping a finales de la década de 1970. En otras palabras, los levantamientos de masas se produjeron después de la restauración, enfrentándose con la dictadura que ya estaba reinstalando el capitalismo, con graves consecuencias sociales para las masas.
El levantamiento en China, en la plaza Tiananmen, fue derrotado por la represión. Por eso, la dictadura burguesa china continúa hasta hoy, aunque el capitalismo haya sido restaurado. En Rusia, la dictadura estalinista fue derrotada poco después de la restauración.
Como el PCB no vio y no entiende la restauración del capitalismo, repite la propaganda imperialista de que “las masas derribaron el socialismo ”. Para salvar a la burocracia restauracionista, todavía tiene el coraje de decir que la URSS cayó porque las “ masas manipuladas por el imperialismo derrocaron los Estados socialistas” . Esta es otra fábula estalinista.
Incluso después de la restauración, Bezerra no consigue concebir que alguien apoye la revolución cubana y al mismo tiempo denuncie el papel de la burocracia desde el inicio de la revolución. Así, nos atribuye una posición que no tenemos: “Tampoco es posible olvidar la oposición sistemática que la LIT y el PSTU hacen contra la Revolución Cubana y su histórica y heroica resistencia en más de 60 años de un embargo criminal mantenido por el imperialismo estadounidense”.
El PSTU y la LIT siempre se posicionaron contra el bloqueo del imperialismo a Cuba. De la misma manera, fuimos grandes entusiastas y defensores de la Revolución Cubana de 1959. Pero es un hecho que la propia burocracia castrista restauró el capitalismo en la isla. Hoy, la principal actividad económica de Cuba es el turismo, con grandes hoteles de propiedad de multinacionales españolas (Meliá y Sol).
Fue la restauración del capitalismo la que trajo una enorme miseria al pueblo cubano. Esta es la base material de las protestas populares del 11 de julio contra el gobierno. El PCB apoyó la represión de estas movilizaciones de los trabajadores, y se niega a defender a los cientos de jóvenes adolescentes que fueron a las calles y hoy son presos políticos en Cuba.
Respecto de Polonia, Bezerra omite que se trataba de un levantamiento de los obreros polacos, organizados en el sindicato “Solidarnosc” en 1980, contra la burocracia estalinista del PC. Luego, el general Jaruzeslky (el “gobierno socialista”, de acuerdo con Bezerra) dio un golpe militar en febrero de 1981, disolvió el sindicato, arrestó a miles de obreros y mató a nueve. Todo apoyado por el estalinismo, que llamó a los millones de obreros “apoyadores del imperialismo”.
Estalinismo y trotskismo: ¿quién sirvió al imperialismo?
Bezerra termina diciendo que: “Esta corriente trotskista se comporta en el Brasil como la mano izquierda del imperialismo”.
Desde los procesos de Moscú en los años 1930, los estalinistas siempre dicen lo mismo. No cambian el disco. Los obreros y comunistas que se les oponen son llamados “agentes del imperialismo”. Así, sin pruebas, continúan haciendo calumnias, como las que justificaron la destrucción y el exterminio físico de todo el antiguo Comité Central bolchevique y de miles de valientes combatientes del proletariado mundial a lo largo de décadas, especialmente los trotskistas. Pero hoy está más que probado y documentado que los crímenes hediondos del estalinismo estaban al servicio de la restauración del capitalismo.
Cuando se los enfrenta en el debate, desdeñan la polémica entre Stalin y Trotsky, como si no fuesen estalinistas, como hace el propio Bezerra: “A pretexto de acusarnos de estalinismo y, a partir de ese viejo y desgastado cliché intentar demarcar, de forma maniqueísta, algún campo propositivo en relación con el debate de la coyuntura internacional o de la actual geopolítica”.
Pero, por el contrario, no se trata de un “desgastado cliché”, sino de un debate sobre el programa actual y sobre si el movimiento obrero sacará lecciones o no de los errores cometidos en el siglo XX.
Con toda franqueza, sería muy progresivo que el PCB realmente rompiese con el estalinismo. Pero todo el debate aquí muestra que esa no es la realidad hoy. Además, basta ver los videos donde sus militantes entonan “Stalin mató fue poco” o el apoyo de Jones Manoel a Losurdo, gran divulgador del estalinismo. El youtuber, por cierto, es coautor del artículo “Caso Stalin: o papel da vilania na história”, firmado también por Breno Altman que, a diferencia de Bezerra, no se avergüenza de ser un estalinista asumido.
Artículo publicado en www.pstu.org.br, 15/6/2022.-
Traducción: Natalia Estrada.