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19 abril, 2024

Reino Unido: el casamiento real no va esconder las divisiones de clase

Para garantizar que los dignatarios que comparecerían al casamiento real de £ 32 millones el 19 de mayo no fuesen recordados de las desigualdades sociales en el Reino Unido, la policía desalojó a los sin techo de las calles de Windsor. El Estado ataca con fuerza a los sin techo, y no solo en Windsor. Algunos son expulsados de los centros de las ciudades, multados en centenas de libras y presos si son agarrados repitiendo el “crimen”.

Por: Martin Ralph – International Socialist League (ISL), UK

Otra tentativa de camuflar el racismo institucionalizado del gobierno y del capitalismo fue la invitación al obispo Michael Curry, el primer obispo afroamericano de la Iglesia Episcopal de los EEUU y descendiente de esclavos, para hacer un sermón en el casamiento entre el príncipe Harry y la actriz norteamericana Meghan Markle. Él citó a Martin Luther King y dijo que el camino para resolver los problemas era el amor: “El amor es el camino”[1].

La utilización de tales personalidades se destina a ayudar a atenuar las luchas negras, mientras el gobierno reprime la inmigración, aunque el capitalismo no tenga “amor” por cualesquiera trabajadores pobres y oprimidos. Las estadísticas muestran que los trabajadores de las minorías étnicas son consistentemente menos pagos, progresan menos y tienen una calidad de vida inferior que los trabajadores blancos [conclusiones de una auditoría de pago étnico para Londres][2].

La realeza y el Estado precisan de un camuflaje

El escándalo de Windrush muestra que caribeños que vivieron en el Reino Unido la mayor parte de sus vidas estaban siendo deportados porque no habían solicitado pasaporte, mientras varias agencias estatales destruyeron pruebas documentales de su derecho de permanecer (que probaba el derecho de permanencia incluso en el Reino Unido racista y con controles de inmigración). Eso no fue sorpresa para algunos activistas caribeños, pues la incerteza de la inmigración existe desde el final de la década de 1940, pero fue un choque para muchos otros.

Dos días después del casamiento real, la investigación sobre el terrible incendio de la Torre Grenfell fue abierto. Ocho meses después de la tragedia donde 71 personas murieron, aún no hay presos, y otros 297 predios corren riesgo de incendio; centenas de sobrevivientes están desamparados (o en alojamientos precarios) y no están representados en la investigación[3].

Esos tipos de ataques a refugiados y pobres continúan sin cesar, en la medida en que el gobierno impone su política de “ambiente hostil” contra inmigrantes considerados “ilegales”. En realidad, una guerra contra las minorías étnicas.

Dos informes publicados en mayo de 2018 por Amnistía Internacional y por The Monitoring Group identificaron “el papel desempeñado por los departamentos gubernamentales, liderados por el Ministerio del Interior, al permitir que el análisis de perfil social con base en raza se extienda por una serie de instituciones. El más revelador es la facilidad desconsiderada con la cual una multiplicidad de agencias –desde el servicio de libertad condicional hasta equipos de jóvenes infractores, de centros de empleo a asociaciones habitacionales, de autoridades locales a ONGs– parecen haber conspirado en la lógica de raza que sostiene la Matriz de Pandillas [Gangues]”[4].

La Matriz de Pandillas fue desarrollada por la Policía Metropolitana de Londres debido a la revuelta de 2011 en la ciudad (que se extendió a 41 ciudades en 24 horas), que fue atribuida a pandillas urbanas por el gobierno conservador (Tory), y no a la falta permanente de empleos, a la pobreza, la discriminación y el racismo institucionalizado que afecta a las comunidades negras de la periferia de Londres.

En octubre de 2017, 3.806 personas estaban en la Matriz. Cerca de 40% de ellas no tienen participación registrada en cualquier crimen violento. Mientras tanto, más de tres cuartos (78%) de los que están en la Matriz son negros –un número desproporcionado, toda vez que los datos policiales muestran que apenas 27% de los responsables por violencia juvenil grave son negros–. ¡La persona más joven de la Matriz tiene 12 años!

El público es alimentado con un flujo constante de desinformación sobre ‘pandillas’ envolviendo a jóvenes negros, de modo que, si la policía y los promotores deciden acusar a grandes grupos por las acciones de uno o dos individuos y asociar a todos ellos a pandillas, los jurados creen que están ‘todos juntos’ y son condenados. De hecho, en un caso reciente, el juez dijo a siete alumnos de una escuela del oeste de Londres, con edades entre 13 y 16 años: “Ustedes pueden no haber formado parte de una pandilla, pero eran una pandilla ese día” (Chilling and racist…)[5].

Solo la lucha de clases y el socialismo acabarán con el racismo

Los trabajadores inmigrantes están sujetos a leyes racistas, muchos son puestos en centros de detención, muchos son perseguidos por el DWP[6] (así como muchos son desempleados y trabajadores con bajos salarios). Muchos empleos que los inmigrantes tienen son poco remunerados e inseguros, comúnmente en lugares como almacenes de la Amazon, empleos de seguridad en supermercados –algunos ni siquiera son pagos por el trabajo que hacen–.

Algunas familias que huyeron de la guerra en Siria están siendo erróneamente sancionadas y los centros de empleo les interrumpieron beneficios de asistencia social simplemente por matricularse en cursos de inglés.

Debido a sospechas sobre la forma como algunas facultades administraban el examen de lengua inglesa TOEIC, certificado por el gobierno, cerca de 45.000 vistos de estudiantes extranjeros fueron cancelados, y muchos estudiantes fueron deportados.

Para acabar con la política de culpar y castigar a la víctima por ser víctima –lo que se revela en la hostilidad dirigida a los más oprimidos, como los ataques a los caribeños del escándalo del Windrush y a todos los otros– no se puede pensar seriamente que “todo lo que usted precisa es amor” [All you need is love]. Es una bella canción de los Beatles, pero no puede nunca derrotar el capitalismo.

Las luchas no surgen fácilmente, entonces, cuando los sindicatos independientes de Londres, como el sindicato United Voice of the World (UVW – Voz Unida del Mundo) y el Independent Workers GB (IWGB – Trabajadores Independientes de Gran Bretaña) y otros, comienzan a luchar, vencer y crecer entre trabajadores jóvenes y trabajadores inmigrantes, todos ellos precarizados. Entonces, algo nuevo está ocurriendo. Ellos están luchando contra las duras divisiones impuestas por el capitalismo para que el capital financiero de Londres y las multinacionales continúen lucrando tanto cuanto puedan.

Al contrario de las plegarias del obispo, que los antiguos esclavos del sur de los Estados Unidos, “incluso en medio del cautiverio”, cantaban por una tierra prometida donde un bálsamo curaría sus heridas, los modernos esclavos asalariados, negros y blancos, prefieren luchar en esta tierra real por sus derechos, donde siempre vivieron.

Sus luchas no son sobre el amor, ella son sobre el fin del racismo, de la opresión y de la lucha de clases. Ellos solo tienen que cambiar eso, haciendo una revolución que destruya el sistema capitalista para construir el socialismo.

Notas:

[1] Diana Evans, Michael Curry’s royal wedding sermon will go down in history, The Guardian.

[2] Greater London Authority publishes 37.5% ethnicity pay gapwww.personneltoday.com.

[3] justice4grenfell.org

[4] Police database spreads institutional racism, Institute of Race Relations, http://www.irr.org.uk/.

[5] JENGbA (Joint Enterprise Not Guilty by Association).

[6] – El Departamento de Trabajo y Jubilaciones (DWP en inglés) es responsable por las políticas de beneficios, jubilaciones y cuidado infantil.

Artículo original en inglés, traducido al portugués por Marcos Margarido.

Traducción del portugués: Natalia Estrada.

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