Mar Mar 19, 2024
19 marzo, 2024

Por un aumento general del salario mínimo para las y los trabajadores

El pasado mes de febrero, Mauricio Funes, anunció en su programa radial “Conversando con el presidente”, la propuesta que el ejecutivo presentaría al Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM), de analizar un aumento del 10% al salario mínimo de todos los sectores económicos, a excepción del sector público. 


Funes explicó que el 10 % propuesto supera el alza del costo de la canasta básica y la inflación, y de concretarse implicaría un aumento que va desde los $8.76  hasta los $22.41 en el sueldo mensual, dependiendo de la actividad productiva. Así, los trabajadores agropecuarios experimentarían un aumento de salario de $15.50, llegando a los $115.50; en el caso del sector maquila, textil y confección, recibiría $18.75 de aumento, quedando en $206.25 su salario; la industria recibiría $21.93, hasta los $241.23 y el sector comercio y servicios ganaría $22.41 más, alcanzando los $246.51 mensuales.

Dese la Unidad Socialista de las y los Trabajadores (UST) esta coyuntura nos permite implantar en la clase trabajadora la discusión sobre sus actuales condiciones de vida, quiénes son los responsables de su deterioro y cómo organizarnos para revertirla.

La actual propuesta salarial es una burla para la clase trabajadora salvadoreña

La propuesta del gobierno Funes-FMLN se presenta como una medida que vendría a mejorar las penurias de miles de salvadoreños quienes cada fin de mes se encuentran sin un centavo para sus necesidades más elementales. Sin embargo, al fijarnos en algunos datos sencillos podemos darnos cuenta de que la realidad es muy distinta:

Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC) para 2012 el precio de la  canasta básica, CBA (que se define como el requerimiento mínimo calórico que necesita un individuo para desarrollar un trabajo) en la zona rural y urbana cerró con US$ 127.37  y US$ 173. 04 respectivamente y el costo de la CBA Ampliada (que es dos veces el valor de la CBA) con  US$254.74 y US$346. 08.

La misma fuente informa que, para el mismo año, el costo de la canasta de mercado[1]  cerró con US$541dólares, es decir, con 2.5 veces el valor del mayor de los salarios mínimos a nivel urbano, y más de cinco veces el valor del mínimo a nivel rural.  

No hace falta ser experto en economía para concluir que el aumento propuesto no logra satisfacer condiciones tan elementales como alimentación, vestuario, vivienda, etc. Si a esto le sumamos los aumentos en los servicios básicos y en los combustibles de los últimos años, este 10% es una burla para la clase trabajadora salvadoreña.

Salario mínimo diferenciado: instrumento de explotación y división de los trabajadores

Aunado a esta realidad, en nuestro país existe el salario mínimo diferenciado; este se encuentra segmentado de la siguiente manera:

Salarios mínimos vigentes por sector

Sector

Salario

Diario

Mensual

Comercio e Servicios

$7.47

$224.21

Industria

$7.31

$219.35

Maquila Textil y Confección

$6.25

$187.60

Sector Agropecuario

$3.50

$104.98

Sector Público*

$10.00

$300.00

* Vigente desde Enero 2011 el resto de sectores desde Mayo de 2011

Elaboración propia con base en datos del Ministerio de Trabajo de El Salvador.

La existencia de salarios mínimos diferenciados ha profundizado las desigualdades entre la clase trabajadora no solo del área rural respecto a la urbana, sino también dentro de este mismo grupo. Para nosotros, dicha situación responde a dos aspectos:

La necesidad de mantener los márgenes de ganancia de la burguesía y las transnacionales y con ello la explotación de los trabajadores. Un ejemplo de esto son las enormes ganancias de los empresarios de la maquila, a quienes, establecidos en régimen de zona franca, se les privilegia con el nulo pago de impuestos.Por eso vemos que es uno de los salarios más bajos en la escala presentada arriba.

Por otro lado, lograr la división de los trabajadores y el pueblo de cara a la luchar mejoras salariales o por defender las conquistas.  Una prueba muy ilustrativa es cuando se llevan a cabo luchas en el sector público por aumentos salariales, bonos, y otros beneficios económicos: los trabajadores del sector privados se sienten ajenos a este tipo de reivindicaciones.

Aunque no lo reflejamos en datos, es importante destacar que también, en términos de sexo, existen diferencias salariales. Los hombres perciben  salarios más altos que las mujeres, lo cual es otro de los mecanismos por medio del cual la burguesía, además de la diferenciación del salario mínimo, mantiene dividida a los trabajadores.
 
Un aumento salarial negociado a espaldas de las y los trabajadores

Por si esto fuera poco, el miserable incremento es negociado entre cuatro paredes en el seno del Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM), integrado por siete representantes: dos del sector patronal, dos del sector laboral y tres del sector gubernamental.

¿Quiénes son estos dos representantes sindicales y quién los eligió? ¿Hicieron algún tipo de consulta a los trabajadores sobre el 10%? La respuesta es negativa por la simple razón de que las cúpulas del movimiento sindical concuerdan con el gobierno en esta política. Ubicándose del lado de los patronos, la burocracia sindical de la FSS[2] y FESIPAES[3] le manda un mensaje claro a los trabajadores de este país: “en momentos de crisis no debemos exigir más de lo que el gobierno nos ofrezca; el aumento es mayor al de otros años, por eso no debemos movilizarnos”.

Es hora de llamar las cosas por su nombre: desde hace tiempo estos dirigentes son la correa de transmisión de las políticas antipopulares del gobierno; preocupados por mantenerse en las mesas de diálogo, evitan a toda costa la movilización independiente y unitaria de la clase trabajadora ante iniciativas que la perjudican, como en el caso de este aumento salarial.

¡Es hora de defender nuestro salario ante la embestida del gobierno y la patronal!

Como UST, iniciamos con este artículo una campaña por un verdadero aumento general de salario mínimo, contra el salario diferenciado, el cual ha servido para aumentar las ganancias del empresariado nacional y extranjero y hundir más en la miseria a los trabajadores y el pueblo. En este sentido nos oponemos al 10% que, más que un aumento, es una estafa  para todas y todos los trabajadores.

Con base en esto, queremos discutir algunas tareas mínimas para emprender una verdadera lucha de defensa y mejora de nuestras condiciones de vida.  Es vital la toma de consciencia de la clase trabajadora que es necesario la mejora de sus condiciones materiales; para esto se debe iniciar una campaña informativa en los centros de trabajo donde se expliquen lo insignificante de este nuevo aumento y proponer un aumento general que cubra las necesidades.

En segundo lugar, planteamos que solamente la organización y la movilización independiente de los trabajadores garantizará la defensa del salario y la lucha por nuevas conquistas.  La historia en este país más de una vez nos ha demostrado que nuestros intereses no están representados en ninguna mesa de negociación ni mucho menos en unConsejo Nacional del Salario Mínimo, es solamente confiando en nuestras fuerzas y a través de la unidad y la lucha lograremos las conquistas  que nos proponemos. 

¡Abajo el salario mínimo diferenciado!
 
¡Por un aumento general de salarios!


[1] Es una canasta de bienes y servicios que los hogares compran y utilizan directa o indirectamente para satisfacer sus necesidades y deseos, actualmente está constituida por 238  artículos, de los cuales 196 son bienes y 42 son servicios y aunque oficialmente no debe ser utilizada para medir el coste de la vida sino para medir la evolución de precios en un periodo de tiempo, es el indicador que más verídicamente refleja el coste de la vida de los y las salvadoreñas.

[2] Frente Sindical Salvadoreño.

[3] Federación de Sindicatos Públicos e Instituciones Autónomas de El Salvador. Ambos gremios promueven este aumento y están en el CNSM.

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