Jue Abr 18, 2024
18 abril, 2024

“Por qué me afilio al PdAC”

Entrevista a Giacomo Petrelli (ex dirigente del Partido de la Refundación Comunista). “La Refundación es un callejón sin salida; precisamos de un partido revolucionario”.

Continuamos con nuestra serie de entrevistas a compañeros que vienen de otras experiencias políticas (Refundación, varios grupos de izquierda, PCL, etc.) y decidieron adherir al PdAC en los últimos meses. Se trata de dirigentes políticos, activistas sindicales de gran valor, compañeros empeñados en la construcción de las luchas. Hoy entrevistamos a Giacomo Petrelli, ex miembro de Comité Político regional de la Refundación en Bari, representante regional del sindicalismo de base.

¿Qué motivos lo llevaron a dejar el PRC después de haber militado tantos años?

Fui parte del Comité Político regional de Bari por muchos años y milité en el Partido de la Refundación Comunista [PRC]. Tal empeño fue dictado por una fuerte pasión por la política, que acompañó toda mi vida. Sin embargo, en los últimos meses (la lista Ingroia fue la gota que rebalsó el vaso) me vi forzado a abandonar la militancia en el PRC porque los objetivos establecidos, ya sea a nivel nacional  como a nivel regional, no se correspondían con los míos. Tuve que abandonar el PRC, seguramente muy tarde, porque frente a la pantomima de una moción u otra (en esta semana se inicia el congreso), frente a la retórica de los debates (hechos prácticamente por las mismas personas que abandonaron a los trabajadores), frente a la nivelación de la vida política a la mera competencia electoral, ya no considero útil militar en la Refundación Comunista: no representa para mí y para los trabajadores un punto de referencia para nuestras reivindicaciones. En efecto, no sólo no representan un punto de referencia para las trabajadoras y los trabajadores sino que representan un peligroso embudo para sus luchas, para sus reivindicaciones y para la emancipación de la clase obrera. Por ese, y no por otro motivo, tuve que dejar la Refundación. La dejé porque el centro de la política se tornaba una búsqueda desesperada por coaliciones electorales (de centro-izquierda, a izquierda del arco iris, de federación de la izquierda, y así por delante) con la disculpa de la sobrevivencia económica del “Partido”. Y con esa disculpa destruían cada instancia revolucionaria, anulando también aquellas conquistas parciales que la clase trabajadora había obtenido.

¿Por qué decidió adherir al PdAC?

Por los motivos citados dejé el PRC para adherir al Partido de Alternativa Comunista. Y la manifestación de Bari, del 31 de octubre de 2013 [una gran manifestación organizada por el PdAC y por el sindicato combativo, que tuvo al frente a los trabajadores de la Om Carrelli (fábrica de montacargas y logística de almacenamiento), el relato y las fotos están en nuestro site, ndr], dice mucho no sólo sobre la elección correcta que hice sino también sobre la inconsistente capacidad del PRC (o de aquellos que permanecen allí) de organizar a los trabajadores para su propia emancipación, y de representarlos. Por eso adherí al Partido de Alternativa Comunista. Porque en este momento de crisis del capitalismo, en el momento de mayor crisis de superproducción que la humanidad ya tuvo, estoy convencido de que no se precisa una idea vaga de socialdemocracia (como el PRC continúa levantando) sino que es necesario un Partido Revolucionario que ponga la discusión en los conceptos relacionados con la propiedad privada. Un partido que sea comunista y no una “refundación” del comunismo. Ese Partido hoy es la Alternativa Comunista. También por eso adherí a él.

¿Qué juicio hace sobre la participación del PdAC pugliese [de Puglia] en las varias luchas de los trabajadores, a partir del conflicto de la Om Carrelli?

El empeño del PdAC en los conflictos de las fábricas como la Om torna posible una lucha unitaria por la emancipación de los trabajadores. Torna posible no una variante de este sistema económico (un patrón en lugar de otro) sino la real posibilidad de autogestión en las fábricas, y mina la base de esta sociedad, esto es, la propiedad privada. Torna posible una perspectiva de revolución, que es la perspectiva para la cual nació el comunismo: no para gobernar con los patrones sino para dar el poder a los trabajadores. El empeño de los militantes del PdAC en las tantas luchas obreras pugliese (Ilva, Om Carrelli, Ecoleather, Telecom, Poste Italiane, por citar sólo algunas) es fundamental para unir esas luchas y crear una contrapartida al poder patronal. La Alternativa Comunista es el único partido de izquierda en Puglia (pero lo mismo podría decirse de tantas otras regiones del país) empeñado en esas luchas y frecuentemente, también, con un papel de dirección. El PRC, por el contrario, está más dedicado en procurar alianzas locales con el PD [Partido Democrático] para conseguir cargos. De hecho, como yo, otros militantes del PRC estamos observando al PdAC.

Los activistas de los sindicatos de base están dando una batalla política y sindical por las representaciones en los lugares donde trabajan. ¿Puede explicarnos brevemente lo que está ocurriendo en el sector?

Trabajo en una empresa que cierra con un activo de casi un millón por año y que debería ser pública o de utilidad pública. Esta empresa se llama Poste Italiane S.P.A. con socio único (el socio único es el Ministerio de Economía) y hace muchos años el modelo mercantil de gestión económica minó no sólo las condiciones laborales de los empleados (…) sino también el servicio público que debería ofrecer. Poste Italiane S.P.A. no es sólo el lugar en el que se entregan las cartas, sino también aquella estructura pública creada para el cobro del crédito de las pequeñas empresas. Es aquella empresa que imprime (a través de ahorros y préstamos) los títulos buenos de la “república italiana” y los coloca en el mercado. Pero de todo ese dinero no nos es dado saber qué se ha hecho con él. Debo, por mi índole revolucionaria, adherir a Cobas-Cub y ser representante regional porque las burocracias sindicales confederadas no son otra cosa que obstáculos para las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras (como siempre fueron) y porque simplemente no representan aquellos que son mis intereses como trabajador. Por eso, entre persecuciones, castigos disciplinarios y tribunales laborales, prefiero ser Cobas-Cub. Porque no son como las otras siglas y un día no me alcanzará con decir que no soy yo el culpable. Me servirá para decir que conseguí combatir con la lucha este sistema económico, a partir de mi lugar de trabajo.

 

Traducción: Nívia Leão y Natalia Estrada

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