La presencia de la nueva bancada del Frente Amplio (FA) en el “diálogo” convocado por Vizcarra, ha terminado haciendo el juego a un gobierno que, si bien ha tenido que relativizar sus ataques, sigue siendo el verdugo de nuestros derechos laborales y sociales.
Por Víctor Montes
El FA justifica su presencia en la reunión, afirmando que llevaban consigo “la agenda del pueblo”, y que ésta fue “entregada” al presidente.
De ser esa su intención… ¿No hubiera sido lo correcto convocar a una enorme y poderosa movilización que, junto a la lista de demandas obreras y populares, exija su solución inmediata?
Para nosotros, desde el Partido Socialista de los Trabajadores, no cabe otra actitud. El FA ha preferido sonreír para la foto en palacio de gobierno.
El FA al servicio de Vizcarra
Con lo obrado, el FA termina validando la farsa del “diálogo” que ha montado Vizcarra. Y como los hechos valen más que las palabras, todos los discursos y gestos posteriores (lista “alternativa” a la mesa directiva del Congreso, por ejemplo) que pretenden mostrar al FA como una organización “independiente” de la política del gobierno, caen en saco roto.
Un programa para maquillar el poder de los patrones
Pero esto no debería sorprendernos: toda la campaña electoral del FA -y de Juntos por el Perú, valga la aclaración- tuvo por eje embellecer el régimen democrático que, gracias a Lava Jato, ha mostrado su verdadero rostro al servicio del dinero y los patrones.
Por eso apoyan la “reforma política” del gobierno, renunciando incluso a levantar en forma consecuente la idea de una Asamblea Constituyente.
¿Y Fernández Chacón?
Se pudo pensar que Enrique Fernández Chacón, miembro de la sección peruana de la Unidad Internacional de los Trabajadores (UITci), y número 1 por Lima en la lista del FA en las últimas elecciones, tenía que marcar la diferencia, tanto durante la campaña, como ahora que ha sido elegido congresista. Pero no ha sido así.
Fernández Chacón ha llevado adelante una tibia campaña en la que nunca se puso al servicio, ni de rodear de solidaridad las luchas obreras que se vienen librando contra los ceses colectivos, por ejemplo; ni del llamado a enfrentar inmediatamente en las calles al gobierno. Esto a pesar de haberse convertido en un predilecto de los medios de comunicación.
Hoy su actuación no es diferente: Ha llegado a criticar que Martha Chávez, rancia fujimorista, se haya negado a tomarse una foto con Vizcarra en la entrega de las credenciales que los acreditan como congresistas de la república, acusando su “intolerancia”.
La realidad muestra que nada queda del Fernández Chacón que hizo parte de la plancha presidencial del frente “trabajadores al poder” (1980) llamando a un gobierno “sin patrones, sin generales”. Hoy se ha convertido en una pieza más al servicio del programa conciliador del FA y del proyecto presidencial de Marco Arana, al cual se encuentra disciplinado.