Vie Mar 29, 2024
29 marzo, 2024

Paz para ellos , metrallas y tanques para nosotros

“Involucrados en venta de armas” “Partidos Políticos negocian con pandillas” “mayor presupuesto para seguridad” “Militares apoyan en la calles a la policía Nacional Civil”, son algunas de las noticias que diariamente la clase trabajadora escucha, ve y lee en los medios pero sobre todo vive en las calles las cuales también son escenario de muerte para los que venden su fuerza de trabajo.

Por UST-El Salvador

En las calles de El Salvador incrementa la presencia de militares y tanques armados para la guerra, es lo que los jóvenes, niños y trabajadores encontraron en las entradas de las universidades, mercados y paradas de buses.

Mientras son los funcionarios públicos y grandes empresarios los que se ven involucrados en negociaciones con las pandillas, financiamiento a estos grupos e incluso nexos directos; somos los pobres quienes sufrimos más profundamente la represión y violencia del Estado.

El pretexto más usado por la burguesía es la militarización para “erradicar” la violencia, incluso algunos dirán que es positivo este hecho, sin embargo para la clase trabajadora es un retroceso enorme en materia de derechos humanos pues se intensifica la represión en las calles por parte de una de las instituciones legales del Estado que tiene un récord en masacres hacia el pueblo.

Sabemos muy bien que la “seguridad” no es para el estudiante, la vendedora de frescos, el niño que se dirige a la escuela o el grupo de niños que limpian vidrios, quienes son los que por las mismas condiciones de miseria son los primeros en ser reprimidos por el Estado burgués responsable directo de crear jóvenes sin derechos para luego sumergirlos en cárceles, pandillas y llevarlos a la muerte.

Pero además la clase trabajadora sigue siendo asfixiada en la crisis económica donde suben los impuestos, los precios de la canasta básica, del combustible, transporte público, la precariedad de los servicios públicos, de las pensiones así es la paz que tanto nos proclaman los partidos burgueses y la gran empresa privada bajo mandato de los países invasores imperialistas por medio de sus instituciones financieras.

La única paz es la paz de la burguesía que seguirá aumentando sus ganancias en ventas de armas y equipo militar.

Un 15 armado

Un claro ejemplo de represión fue el pasado 15 de septiembre donde más de 500 policías de todos los niveles fueron desplegados para acorralar la marcha independiente donde participamos organizaciones estudiantiles, sindicatos, artistas y organizaciones populares que en su gran mayoría eran jóvenes denunciando la falsa independencia.

Con gases lacrimógenos y armas de alto calibre vigilaban a quienes solo portábamos mantas, volantes y megáfonos una marcha pacífica que recorrió el centro de San Salvador que también está plagado de cámaras y no precisamente para captar “delincuentes” sino a los que se manifiestan contra los ajustes antipopulares.

Nunca existirá seguridad para la clase trabajadora mientras venga del Estado burgués , pues son ellos quienes provocan la violencia de todo tipo y en todos los niveles , por esa razón debemos repudiar las acciones que se están dando.

Es momento de agruparnos en organizaciones estudiantiles independientes de los partidos burgueses, sindicatos que tengan como principio la defensa de la clase y que lo demuestren en las calles luchando, a todas las organizaciones feministas, ambientalistas y populares que están en pro de la defensa de los derechos.

Violencia en su máxima expresión es a la que estamos siendo arrojados todos los trabajadores y jóvenes en especial, somos los únicos que podemos detener esta barbarie capitalista por medio de la exigencia de derechos como la educación gratuita, centros de arte, deporte y esparcimiento, trabajo digno y salarios justos.

Cada vez la necesidad de organizarse se intensifica y sigue vigente las consignas de moratoria a la deuda externa, no más plata para represión, que la empresa privada pague impuestos y que todo ese dinero sea destinado a servicios para la clase trabajadora.

¡NO A LA MILITARIZACIÓN!

¡DE LA DISPERSIÓN, A LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA!

 

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