Por: Miguel Merino (ART)
Los ecuatorianos acudiremos nuevamente a las urnas el próximo 15 de octubre, para decidir quienes ocuparán la presidencia y vicepresidencia de la República, entre los dos binomios finalistas conformados por Luisa González y Andrés Aráuz de la Revolución Ciudadana, lista 5 (correísmo), y Daniel Noboa y Verónica Abad de Acción Democrática Nacional, coalición conformada por el movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia (PID), listas 4-35, formado por la familia del ex Presidente Lenin Moreno y Mover, un reencauche del desintegrado Alianza País que se separó del correísmo. Daniel Noboa es hijo del multimillonario empresario Álvaro Noboa, quien participó como candidato a la presidencia en cinco ocasiones anteriores.
El contexto de este proceso electoral está caracterizado por una de grave crisis socioeconómica ocasionada por la falta de empleo y la creciente pobreza de los trabajadores y de los sectores populares, una crisis política por la pugna entre diferentes sectores de la burguesía y la aplicación de un modelo neoliberal que se traduce en medidas privatizadoras y concentradoras del gobierno del banquero Lasso, y una crisis de inseguridad y violencia en magnitudes nunca antes experimentadas en el país. El asesinato de Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia de la República, es solo la manifestación más visible de una serie de asesinatos y atentados contra otros funcionarios públicos como el alcalde de la ciudad de Manta, varios candidatos y concejales electos, convirtiendo a las actuales elecciones en las más violentas de las últimas décadas.
Resultados electorales del 20 de Agosto
En la primera vuelta electoral participaron ocho binomios con los siguientes resultados:
1er lugar, Luisa González con el 36,61% de los votos válidos; en 2do lugar, Daniel Noboa con el 23,47% de los votos; 3ero) Cristian Zurita (reemplazante de Fernando Villavicencio): 16, 37%; 4to) Jan Tópic (14,67%); 5to) Otto Sonnenholzner (7,06%); 6to) Yaku Pérez (3,97%). Los últimos lugares fueron para Xavier Hervas y Bolívar Armijos que no alcanzaron ni el 1% de los votantes.
Los votos en blanco alcanzaron el 2,04% y los nulos 6,77% del padrón electoral.
El tablero electoral experimentó un remezón con el asesinato de Fernando Villavicencio, ya que provocó los siguientes efectos: restó varios puntos a la candidata Luisa González del correísmo; permitió que Daniel Noboa alcanzara el segundo lugar y, a Cristian Zurita, reemplazo de Villavicencio, subir al tercer lugar.
¿Porqué Daniel Noboa dio la sorpresa al alcanzar el segundo puesto y convertirse en finalista para la segunda vuelta? En el debate realizado una semana antes de los comicios salió bien parado porque se limitó a plantear algunas propuestas generales y demagógicas, no atacó ni fue atacado por las otras candidaturas. Apareció como un candidato joven y nuevo, sin que se lo asociara con el impopular gobierno de Lasso, pese a que en su calidad de asambleísta durante el periodo anterior apoyó sus propuestas políticas. La imagen y sobretodo la chequera de su padre, el magnate Álvaro Noboa y de su madre Anabella Azín, influyeron para crear una imagen de empresario y familia exitosos.
Vale comentar la estrepitosa caída electoral de Yaku Pérez, cuya candidatura fue auspiciada por dos grupos de la izquierda reformista electoral: la Unidad Popular de tendencia estalinista y el Partido Socialista Ecuatoriano, así como el apoyo de Democracia SÍ, disidente del correísmo. Su debacle se explica por la división y el desprestigio del movimiento Pachakútik, brazo político de la CONAIE, las cuales apoyaron a Pérez como candidato a la presidencia de la República en el 2021, alcanzando el tercer lugar con un estrecho margen de diferencia frente a Guillermo Lasso y con la fundamentada sospecha de que se cometió fraude electoral en su contra. Sin embargo, el gobierno actual logró dividir, cooptar y comprar a dirigentes y asambleístas de PK mediante la oferta de cargos, como el caso de Guadalupe Llori que llegó a presidir la Asamblea Nacional. Es claro que la fuerza que logró Yaku Pérez en los comicios del 2021 se debió no a su carisma personal, sino a que representaba la emergencia del movimiento indígena – popular y sus luchas, especialmente el paro nacional de Octubre del 2019 contra el antipopular gobierno de Lenín Moreno.
De modo similar ocurrió con el candidato Xavier Hervas que en la elección anterior obtuvo el cuarto puesto con el auspicio de la Izquierda Democrática y en la última elección quedó en penúltimo lugar. El mencionado grupo se dividió en varias fracciones debido a la injerencia del gobierno, de manera que en la última contienda no logró ninguna curul en la Asamblea Nacional.
Resultados para integrar la Asamblea Nacional
Aunque no hay datos definitivos sino sobre la conformación de la Asamblea Nacional, ya que las elecciones en el exterior fueron anuladas por las irregularidadades que se presentaron y volverán a repetirse, de las 131 dignidades ya escrutadas, se obtienen los siguientes resultados provisionales: la Revolución Ciudadana tiene 48 asambleístas y podría subir algunos más luego de las elecciones en el exterior, el Movimiento Construye de Fernando Villavicencio 28 curules; el PSC y sus aliados 14, la ADN de Daniel Noboa 13 y el movimiento Avanza (lista 8) de Otto Sonnenholzner que alcanzó 7 escaños.
Los cambios más visibles respecto a la cesada Asamblea anterior son la ostensible disminución de Pachakútik que de 27 asambleístas en el 2021 bajó a 5, la Izquierda Democrática de 18 en el 2021 bajó a cero. El Movimiento Construye de María Paula Romo que auspició a Fernando Villavicencio subió de cero a 28, el PSC baja de 18 en el 2021 a 14 en la actualidad.
Resultados de las consultas del Yasuní ITT y el Chocó Andino
En las consultas de tipo ambiental sobre la explotación petrolera en el Yasuní -ITT y la explotación minera en el Chocó Andino (provincia de Pichincha) hubo un claro triunfo del SI, es decir un rechazo a la explotación petrolera y minera de la mayoría de la población, con un porcentaje de casi el 59% de los votantes en el primer caso y el 70% en el segundo caso. Esto fue considerado una importante victoria reivindicada por las organizaciones sociales como la CONAIE, los Yasunidos, el Frente Nacional Antiminero, Acción Ecológica, Quito sin Minería en el caso del Chocó Andino, entre otras, que realizaron una destacada campaña en contra del extractivismo petrolero y minero.
Luego de esta clara manifestación de la voluntad popular, el gobierno y sus voceros como el ministro de Energía Santos Alvite, han tratado de deslegitimar los resultados de la consulta del Yasuní – ITT. Lasso afirmó que no es aplicable y no es posible desmantelar el campo en un año como manda la ley.
Caracterización de los binomios finalistas
Si bien los dos binomios finalistas (como lo analizamos en el Manifiesto de la ART en referencia a la primera vuelta) son expresión de la burguesía y sus programas no responden a los cambios estructurales que los trabajadores y otras clases subalternas demandan, no son idénticos y presentan diferencias en cuanto a su representación de clase y sus propuestas sobre el modelo de desarrollo y el papel del Estado en la economía.
Daniel Noboa es parte de uno de los grupos monopólicos más poderosos del Ecuador. Su padre Álvaro Noboa es dueño de más de 100 empresas agroexportadoras, industriales y financieras, especialmente concentradas en la producción y exportación de banano y otros productos agrícolas de exportación; también de empresas agroalimentarias y bancos. Este grupo fue creado por Luis Noboa Naranjo en las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado. A su muerte el grupo se dividió entre Álvaro Noboa que heredó la mayor parte de la fortuna y su hermana Isabel que impulsó el grupo Nobis, especializado en empresas inmobiliarias e industria de alimentos y bebidas.
Las empresas de Álvaro Noboa se han hecho tristemente célebres por no respetar los derechos laborales, superexplotar a los trabajadores, varios de ellos menores de edad, así como por la evasión de impuestos. El grupo Noboa ha contado con el apoyo del Estado y ha tenido injerencia directa en gobiernos como el de León Febres Cordero y otros, principalmente de derecha. El programa de Daniel Noboa es claramente neoliberal. Entre sus recientes declaraciones ha manifestado que los salarios en el Ecuador son demasiado altos y que está de acuerdo en aumentar el tiempo de trabajo para que los trabajadores puedan jubilarse. Su binomio Verónica Abad ha declarado que sectores como la educación y la salud deberían privatizarse y que el Estado debería dedicarse solamente a la seguridad, la justicia y obras básicas.
Luisa Gonzáles proviene de una familia campesina de Manabí, participó desde joven en política electoral con los socialcristianos y luego se pasó a las filas del correísmo. Durante el período en que gobernó Correa desempeñó varios cargos en el sector público, al igual que su binomio Andrés Aráuz. Su programa, así como la gestión de Correa se ubican con los postulados del desarrollismo, es decir impulsar el crecimiento económico mediante el emprendimiento de obras públicas y la inversión privada para generar mayor inversión y empleo, diferenciándose del neoliberalismo, al menos en teoría, en cuanto a un rol más activo del Estado en la economía.
Los cuestionamientos de los trabajadores organizados en el FUT y sobretodo los indígenas pertenecientes a la CONAIE al correísmo, tienen que ver con la corrupción y sobretodo el autoritarismo bonapartista que desembocó en la criminalización de la lucha social contra estos sectores y la protesta social en general. También a sus prácticas divisionistas al interior de las organizaciones sociales lo cual provocó su debilitamiento. Sus políticas laborales atentaron contra los derechos conquistados por los trabajadores y su decisión de no pagar el aporte obligatorio del 40% al Seguro Social es una de las causas fundamentales de la crisis que aqueja a esta institución. Se debe recordar también que Correa llegó a controlar todas las funciones del Estado, las cuales perdieron la autonomía que es necesaria para un funcionamiento adecuado de la democracia formal en el capitalismo.
Los dos binomios finalistas coinciden en la necesidad de seguir impulsando el extractivismo como modelo económico fundamental que mantiene nuestra dependencia frente a las grandes empresas transnacionales y a las políticas imperialistas de diversas potencias.
Otro tema donde hay coincidencia es en el de la seguridad, pues ambos plantean la necesidad de enfrentar la inseguridad y la violencia con medidas punitivas y el fortalecimiento de las instituciones represivas como la policía y las Fuerzas Armadas.
En base a este análisis ART considera que lo más coherente es el voto nulo en las elecciones que se realizarán el 15 de octubre próximo. Sin embargo, más allá del voto y las elecciones es necesario impulsar una plataforma de lucha que represente alternativas de transformación social.
Nuestra Plataforma de Lucha
Algunas reivindicaciones fundamentales de la clase trabajadora y los sectores populares para la coyuntura actual son los siguientes:
– Defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores: mejora de salarios y condiciones de trabajo, estabilidad, derecho a la organización sindical y a la huelga, defensa de la seguridad social.
– No a la privatización de las empresas estatales, sobretodo las de carácter estratégico como la empresa estatal petrolera y las que prestan servicios básicos como energía eléctrica, agua potable, sanitarias, telefónicas, entre otras.
– Defensa de la educación y la salud públicas y gratuitas, priorizando el presupuesto para cubrir las fuertes carencias de estos sectores.
– No al modelo extractivista como base fundamental de la economía. Reivindicamos el triunfo de organizaciones sociales y populares en la consulta recientemente realizada que rechazó por amplia mayoría la explotación petrolera en el Yasuní -ITT y la minera en el Chocó Andino.
– No al pago de la deuda externa ni a las imposiciones del FMI, priorizando el pago de la deuda social.
– Defensa irrestricta a los derechos humanos. Rechazo a los despidos, la vulneración de los derechos laborales, la persecución contra periodistas, dirigentes sociales que luchan contra la minería y el extractivismo y grupos políticos revolucionarios por participar en las movilizaciones sociales.
– Apoyo del Estado a las economías campesinas pequeñas y medianas, especialmente orientadas al consumo interno y la seguridad alimentaria.
– Apoyo irrestricto a la movilización y la protesta social, manteniendo la independencia de la clase obrera, promoviendo la organización social y la democracia interna.
– En el tema de inseguridad y violencia afirmamos la necesidad de atacar sus causas estructurales como la pobreza, el desempleo y la desigualdad. En el momento actual proponemos la legalización de las drogas menos letales, la autoorganización popular y la depuración – reestructuración de la policía y los organismos encargados de la seguridad.
Nuestra propuesta estratégica es la construcción de una organización revolucionaria-socialista, que ponga fin al capitalismo decadente y lo sustituya por una nueva sociedad basada en la igualdad social, la libertad de pensamiento, de expresión y organización, que permita la inclusión de todos los grupos oprimidos sin discriminación de género, raza, nacionalidad, edad, creencias religiosas y prácticas culturales.
(19 – 09 -2023)