Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

Macri vs. trabajadores: un nuevo round

Uno de los de los puntos más importantes que tocó el congreso del PSTU fue sobre lo que está pasando hoy en nuestro país. Ya pasó un año y medio desde que asumió Macri, y tuvimos duras peleas contra los despidos, los tarifazos, la inflación…

Por PSTU Argentina

Pero en toda esta seguidilla de peleas hubo un cambio, y ese cambio vino en marzo. Comenzando con las movilizaciones del llamado “6,7,8”, tuvimos 31 días con 6 movilizaciones masivas contra el gobierno, junto a luchas importantes como la de los petroleros de Chubut, la de los suspendidos de General Motors en Rosario o la toma de AGR. Mención especial merece la movilización de la CGT del 7 de marzo, en la que corrimos a los dirigentes vendidos a botellazos porque no le querían poner fecha al paro. Y los obligamos a convocarlo, así el 6 de abril tuvimos el primer Paro Nacional contra este gobierno, impuesto desde las bases en contra de la voluntad de los dirigentes.

Para nosotros, esto marca el comienzo de un nuevo momento en el enfrentamiento a Macri, en el que los trabajadores tomamos la ofensiva. Si abril pasó con más calma, fue porque las direcciones sindicales (en especial la CGT) se jugaron a “calmar las aguas” para no prender fuego al oficialismo en un año electoral. El kirchnerismo también hace lo suyo, apelando a que la salida va a ser votarlos en las elecciones para que vuelvan ellos, mientras le votan las leyes al gobierno en el Senado. Pero más allá de que vamos a elecciones en los próximos meses, la perspectiva general es a una agudización de las luchas entre los trabajadores y el gobierno y las patronales y plantea más que nunca la necesidad de explicar y explicar que la única salida para los trabajadores y el pueblo pasa por tirar abajo el plan de ajuste y derrotar a Macri, ahora y en las calles, y no esperar que se vaya recién en el 2019 cuando haya nuevas elecciones.

El mejor ejemplo de que las cosas están lejos de calmarse fue cuando la bronca saltó con el 2×1 a los genocidas. Ni la maniobra del macrismo de presentar una ley (que fue votada por todos, incluso por la izquierda) para reglamentar el 2×1, sin anular los fallos de la corte, pudo cumplir el objetivo de ponerle freno a la movilización. Ahora se siente cada vez más como los trabajadores quieren salir a frenarle la mano al ajuste y los dirigentes traidores no saben que más hacer para contenerlos.

Es importante también el peso que están teniendo las movilizaciones por los derechos de las mujeres que cobraron mucha fuerza desde aquel junio de 2015. No es casualidad que el primer síntoma de desborde contra las direcciones sindicales fue el 19 de octubre del año pasado, cuando las mujeres trabajadoras en todo el país pararon contra la violencia machista, indignadas por el feminicidio de Lucía. Tanta fuerza cobró el reclamo que se hizo el paro o se discutió el problema incluso en fábricas donde no trabajan mujeres. Esto demuestra que, a diferencia de lo que plantean las corrientes feministas y la gran mayoría de la izquierda, terminar con la violencia contra la mujer, con el acoso, con el machismo, es una tarea que tienen que llevar adelante los trabajadores de conjunto, con las trabajadoras a la cabeza y no un “movimiento de mujeres” de todas las clases.

 

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