Mar Abr 16, 2024
16 abril, 2024

La clase trabajadora debe seguir el camino de la independencia de clase

Mientras cerrábamos esta edición, recibimos la triste noticia del fallecimiento de Gal Costa, un ícono del tropicalismo que se mantenía como una de las más grandes voces de nuestra música. Comenzamos este número de nuestro periódico rindiendo homenaje a la memoria de Gal.

Por: Redacción PSTU Brasil

Incluso al cierre de este número, las elecciones estaban en marcha en EE. UU. y, en Brasil, las Fuerzas Armadas acababan de publicar su “informe sobre las elecciones”. Al no poder señalar ninguna irregularidad que diese base a los actos golpistas, el documento mantenía un tono dudoso, para no desagradar a Bolsonaro.

Las manifestaciones y los cierres de carreteras, exigiendo golpe militar, coordinados por Bolsonaro, merecían un repudio aun mayor, pero tuvieron que retroceder. Sin embargo, nada impide que los bolsonaristas sigan atizando actos golpistas o ensayando otras sorpresas.

Dedicamos esta edición a un balance de las elecciones. Buscamos discutir el significado de la derrota de Bolsonaro, las amenazas de la ultraderecha, que continuarán, y los desafíos que se le plantean a la clase trabajadora frente al gobierno de Lula-Alckmin y sus amplias alianzas con la burguesía.

Oposición de izquierda y de clase

En este periódico, buscamos debatir que la clase trabajadora y sus sectores más oprimidos no pueden depositar confianza en el nuevo gobierno. Por el contrario, nuestra tarea, de ahora en adelante, es avanzar en la organización y en la movilización independiente de la clase. Y, a partir de eso, construir una oposición de izquierda y de clase, tanto para enfrentar a la extrema derecha como para defender nuestras reivindicaciones y construir una alternativa para la clase trabajadora, independiente de la burguesía.

Aunque Bolsonaro aún no se ha ido, el proceso de transición ya comenzó. Y ahora, ya se diseña lo que será el gobierno Lula-Alckmin. Al contrario de ser un gobierno de la clase trabajadora, se apunta a un gobierno aún más amplio que la lista presentada en las elecciones, pasando del Centrão, de Arthur Lira, al PSOL, con el predominio de banqueros neoliberales como Henrique Meireles y Pérsio Arida, en el equipo económico; además de conversaciones con Trabuco, del Bradesco y el Itaú Unibanco. Y, aun, representantes de los grandes tiburones de la Educación.

Sabemos que una parte importante de la clase trabajadora tiene expectativas en el futuro gobierno. Respetamos estas expectativas y compartimos el sentimiento de victoria sobre Bolsonaro. El PSTU hizo campaña en defensa del voto crítico a Lula precisamente para derrotar a Bolsonaro en las urnas.

Pero, es nuestra responsabilidad decirles la verdad a los trabajadores y las trabajadoras: será un gobierno hecho con y para los multimillonarios, y que, al administrar la crisis capitalista, inevitablemente atacará a la clase.

No es posible servir a dos señores

Esto se debe a que no es posible gobernar para dos sennores. Si se gobierna para la burguesía, no es posible atender a los trabajadores. A lo sumo, nos darán migajas, sin resolver los problemas estructurales. Son intereses antagónicos, irreconciliables.

Un ejemplo es la Educación. El equipo de transición está integrado en su mayoría por representantes de los megagrupos de la educación privada, como el empresario Jorge Lemann, el segundo hombre más rico del país. ¿Cómo invertir en educación pública y de calidad y, al mismo tiempo, servir a los tiburones de la enseñanza?

El gobierno de Lula-Alckmin está aun más controlado por los multimillonarios de lo que sería un gobierno de colaboración de clases o como fueron los gobiernos anteriores del PT. A pesar de ser fruto de una victoria electoral de las masas contra el gobierno de Bolsonaro, es prisionero de las alianzas con los multimillonarios.

No querrá revocar las Reformas Previsional y Laboral, garantizar que Petrobras sea 100% estatal, ni enfrentarse al agronegocio. Entonces, a medida que se asiente, terminará por atacar a nuestra clase.

En gobiernos anteriores del PT, donde ni siquiera hubo una alianza tan amplia, vimos que, en la “hora H”, se impuso la política de encarcelamiento en masa de jóvenes pobres y negros de la periferia y se hicieron concesiones a bancadas conservadoras en relación con los derechos de las mujeres y las demandas LGBTI.

En defensa de las libertades democráticas, contra Bolsonaro y la extrema derecha, no dudaremos en estar en la primera línea de resistencia por ellas. Solo la movilización independiente de nuestra clase unida, incluyendo la autodefensa, tiene poder de derrotarlos.

Hay sectores de izquierda que piensan que es posible disputar el futuro gobierno y que en él deben participar las organizaciones revolucionarias. O, incluso, desde fuera, actuar como “consejeras” del gobierno.

La fuerza de nuestra clase radica en su independencia de la burguesía y de los gobiernos de alianza con la patronal, y en la movilización y organización independientes, a favor de nuestras más sentidas demandas, y de una alternativa de los trabajadores y de los sectores populares y oprimidos del Brasil.

Desde el PSTU seguimos afirmando que tanto la derrota definitiva de la extrema derecha como los cambios que necesita el país exigen un cambio radical en la sociedad. Exige la construcción de una sociedad fraterna, igualitaria y socialista.

Avanzar en la organización y movilización independiente

En este período de transición, estea planteada la tarea de organizarnos como clase, votando nuestras demandas, exigiéndolas al nuevo gobierno, al mismo tiempo que nos preparamos para movilizarnos por ellas, de manera independiente.

Necesitamos luchar por la derogación total de las reformas laboral y previsional. En defensa del empleo, con contrato formal y plenos derechos para todos y todas, incluidos los trabajadores de aplicaciones. Reducción de la jornada de trabajo sin reducción de salario. Aumento general de salarios, con la duplicación del mínimo, hacia el mínimo considerado por el Dieese [Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos].

Tenemos que luchar por educación, salud, vivienda y servicios públicos de calidad, suspendiendo el pago de la deuda a los banqueros.

Es necesario frenar la destrucción ambiental, con la demarcación de las tierras indígenas, la titulación de los territorios quilombolas y contra el Marco Temporal. Tenemos que detener la destrucción del medio ambiente.

Es urgente luchar contra el machismo, el racismo, la LGTBIfobia y la xenofobia, que se han intensificado con Bolsonaro, combatiendo todas las formas de discriminación y violencia, impidiendo, también, nuevos retrocesos en esta área.

Tenemos que revertir la entrega del país, parando las privatizaciones y reestatizando lo ya entregado, como la Eletrobrás, poniéndolo bajo control de los trabajadores. Asimismo, luchar por una Petrobras 100% estatal, bajo control obrero.

Finalmente, debemos exigir la investigación y el castigo ejemplar de Bolsonaro, su familia y sus cómplices, por todos los crímenes cometidos, desde la corrupción hasta las atrocidades cometidas durante la pandemia.

Artículo editorial de Opinião Socialista 645, publicado en www.pstu.org.br, 10/11/2022.-

Traducción: Natalia Estrada.

Más contenido relacionado:

Artículos más leídos: