Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

«Izquierda» Laborista y oportunismo

Esta es la segunda selección sobre los artículos de Bill Hunter en Labour Review de la década de 1980 que muestran el papel histórico de los Laboristas de ‘izquierda’ durante el período de posguerra. Este trabajo contiene un análisis importante para mirar hoy a la «izquierda» Laborista y su negativa a romper con la derecha. Aquí, Bill muestra un registro de Eric Heffer, que comenzó como un militante sindical, pero se trasladó a la burocracia del Laborismo allá por la década de 1960. Artículo original: «Del sindicalismo al cretinismo parlamentario: el caso de Eric Heffer».

Por: ISL – Inglaterra

Junto con el Sr. Anthony Wedgwood Benn, Eric Heffer es el líder más prominente de «izquierda» en el Partido Laborista. La siguiente historia política del miembro de Merseyside de este dúo se entiende como una contribución a una comprensión política de la naturaleza de este liderazgo. Quien registra esta historia declara que, a pesar de la increíble falta de principios en el mismo, cualquier parecido con personas reales en el movimiento obrero y sus acciones es absolutamente auténtico.

Eric Heffer apareció en Liverpool a principios de 1950. Su evolución posterior fue determinada por su negativa a subordinarse a la disciplina revolucionaria necesaria para dirigir a la clase obrera. En este período se llamó a sí mismo un «marxista independiente”, es decir, independiente del partido revolucionario y la disciplina revolucionaria. Él buscó su justificación teórica en Rosa Luxemburgo.

Él era un carpintero, conocido en el sector de la construcción en reparaciones y con una reputación como militante. La mayor parte de la década, junto a un puñado de sindicalistas y sectarios ultraizquierdistas, fue miembro del grupo anti-parlamentario conocido como Federación Socialista de los Trabajadores. Publicaron un pequeño periódico que se llamó Primera Revuelta, y más tarde Revuelta Socialista. ‘La Huelga es más poderosa que la votación «, reza el titular principal de Revuelta en su edición número cinco. Ya en el número dos, Eric S. Heffer había escrito el artículo de fondo titulado “Poder obrero: ¿qué camino seguir?»

La cuestión que desata a la inmensa mayoría del Partido Laborista (escribió) incluyendo Attlee, Bevan y los trotskistas[1], es que el socialismo vendrá a través de la acción parlamentaria. El Partido Laborista está por encima de todos los otros partidos en el parlamento, y las divisiones y las alas no son más que engranajes de la maquinaria electoral.

En ese momento, unos pocos años antes de que él se convirtiera a sí mismo, se explayó de manera sarcástica sobre los parlamentarios. «Sin lugar a dudas, estos parlamentarios están sufriendo la desilusión de que el Parlamento expresa la mítica ‘voluntad del pueblo'», declaró, y al final de su artículo enunciaba firmemente: «ha llegado el momento de dejar de adorar a los órganos del Estado de la clase capitalista. Hay que pensar y actuar como revolucionarios. La situación lo exige.»

Pero pensar y actuar como revolucionarios no significaba que la construcción de la organización revolucionaria fuera necesaria. Más tarde, en la Revuelta Socialista , con fecha de octubre a diciembre de 1956, encontramos que Eric S. Heffer intenta responder a la pregunta: «¿Qué tipo de partido?”. En su artículo nos dijo: «El mito inherente a la organización bolchevique fue desarrollado en un alto grado por Trotsky y es utilizado con gran habilidad por Stalin… el crimen de Trotsky no era que él era un «agente imperialista» (eso es un sinsentido) sino que ayudó a desarrollar las armas que Stalin utilizó». La última frase del artículo dice: «al rechazar el partido centralizado no rechazamos el marxismo revolucionario, pero en realidad aplica a las condiciones británicas y de acuerdo con las tradiciones de la clase obrera británica.”

A este cuadro de Heffer hay que añadir que por esos meses el estalinismo estaba en crisis profunda y el movimiento trotskista ganaba el liderazgo en Liverpool de lo que entonces era la Joven Liga Comunista, [por lo que] se escuchó a Heffer declarar: «Cuando se me acusa de esto ahora, no niego que soy trotskista.» Los trotskistas, sin embargo, lo negaron enfática y definitivamente.

Al mismo tiempo que denuncia al Partido Laborista en los artículos sectarios, Heffer mantenía la puerta abierta. Estaba bajo el fuerte tirón de la socialdemocracia. Con el tiempo, al final de la década de 1950 se convirtió en consejero Laborista. Los marxistas han declarado que en verdad un sectario es alguien asustado por su propio oportunismo.

En 1960, Heffer demostró su valía para el establishment y la burocracia reformista. En la huelga de los marineros de ese año, junto con Simon Mahon, el ala derecha de la MP Católica para Bootle, trabajó para poner fin a esta lucha no oficial.

(Continuará)

[1] Heffer menciona a los trotskistas porque en este momento Bill y otros trotskistas estaban en el Partido Laborista, debido a las posibilidades de construcción de un grupo trotskista con los trabajadores y también al uso de un periódico del Partido Laborista, Perspectiva Socialista para construirse en la clase obrera y criticar abiertamente el liderazgo Laborista [ver La vida: un largo aprendizaje, de Bill Hunter, quien fue expulsado en 1954, N.de E.].

Traducción: Amanda Aguiar

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