Sin dudas la expropiación de un pulpo como Vicentín puede ser un paso positivo en dirección de tener un control de las exportaciones, y divisas. Pero también puede ser un nuevo negociado y mayor pérdida de soberanía, al estilo YPF.
Para evitar esto, desde el PSTU llamamos a luchar por la expropiación del 100% de todos los activos de Vicentín sin indemnización.
Los estafadores patronales y sus cómplices del gobierno deberán responder con sus patrimonios para pagar las deudas e ir presos por estafas. Se deben abrir los libros de contabilidad para ver ganancias y movimientos comerciales.
No creemos que la ley que pueda ser votada en el Congreso sirva para defender los intereses, salarios y conquistas de los trabajadores ni la soberanía alimentaria del pueblo y mucho menos que una justicia podrida la haga cumplir. Jueces y políticos corruptos se financian con dinero de esas empresas. Para lograr la soberanía alimentaria, y la defensa de los intereses obreros y populares el estado debería hacerse del control de las principales productoras y exportadoras de alimentos, estatizando todo el comercio exterior y los puertos, bajo un estricto control de los trabajadores.
Proponemos recrear las Juntas de Granos y de Carnes cuyo objetivo deberá ser comprar toda la producción de granos y de carnes para el mercado interno y exportable. De esta forma habrá un verdadero control de precios ya que el estado primero abastecerá las necesidades del pueblo y el resto se exportará quedando en manos del Estado todas las divisas, impidiendo la especulación y acaparamiento.
19 de Junio de 2020.-
