Vie Mar 29, 2024
29 marzo, 2024

“El voto útil es aquel del cual usted no se arrepiente”

En entrevista a Opinión, el candidato a la presidencia de la República por el PSTU, Zé Maria, explica por qué votar en una candidatura obrera y socialista, y dice que el PSTU es un partido diferente, que lucha para “hacer una revolución socialista en nuestro país”.

Opinión Socialista: ¿Por qué es inútil votar a Marina, Aécio o Dilma? ¿Por qué es útil votarlo a usted, del PSTU?

Zé Maria: El voto útil es aquel del cual usted no se arrepiente. Votar a Dilma, Marina o Aécio es elegir que las cosas continúen como están o empeoren. Estas tres candidaturas defienden el mismo modelo económico, que privilegia los intereses de los bancos, de las contratistas, del agro-negocio. Basta ver que todos ellos están recibiendo millones de los bancos y empresas para financiar sus campañas.

El voto es un gesto político que debemos usar en favor de los cambios que precisamos en el país, para fortalecer nuestra lucha y poder estar más fuertes para enfrentar los ataques que vendrán y para defender nuestros derechos. Ese voto es un voto en el PSTU, en el 16.

OS: El horario electoral mostró ataques entre Dilma, Marina y Aécio, en los cuales todos ellos dicen estar contra los banqueros y defender a los trabajadores. ¿Ese debate es coherente con el programa y la actitud de estos candidatos? 

ZM: Estamos asistiendo un festival de mentiras. Marina dice que representa la nueva política y al pueblo pobre, pero, la vedad, está rodeada de asesores del PSDB [Partido de la Social Democracia Brasileña], que está definiendo su política económica. Su candidatura es financiada por los bancos y las grandes empresas. Aécio, del PSDB, es la vuelta al pasado y nosotros sabemos lo que fue el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (FHC). Pero, tampoco los cambios que precisamos vendrán con la continuidad del gobierno Dilma. Ya son 12 años de gobiernos del PT, los bancos siguen mandando y las privatizaciones continúan. Dilma dice que la prioridad es el pobre, la mujer y los negros, pero con la Bolsa Família ella gasta R$ 23.000 millones por año. ¡Con los bancos son R$ 800.000 millones por año! Si la prioridad fuesen los trabajadores y los pobres, debería destinar estos 800.000 millones de reales para atender las reivindicaciones de cambio de la mayoría. Con cualquiera de estas tres alternativas la vida no va a cambiar para mejor.

OS: Hoy la mayoría no confía en los políticos. Usted dice que no vamos a cambiar el país a través de las elecciones. Entonces, ¿cuál es el sentido de disputar las elecciones y de luchar para elegir diputados del PSTU?

ZM: El PSTU disputa las elecciones para presentar una propuesta alternativa para el país, para demostrar que es posible asegurar una vida digna para los trabajadores, el pueblo pobre y oprimido, desde que terminemos con los privilegios de los bancos y de las grandes empresas. No podemos dejar a los trabajadores y jóvenes a merced de la propaganda de las candidaturas de los patrones.

En segundo lugar, lo hacemos para llevar a los trabajadores y jóvenes la idea de que estos cambios sólo van a ocurrir si tenemos en el país un gobierno de los trabajadores, sin patrones. Para que tengamos un gobierno así y que pueda gobernar precisamos avanzar en nuestra organización y en nuestra lucha. Sin un amplio proceso de movilización social para luchar por esos cambios, con el pueblo en las calles, no conseguiremos cambiar el Brasil.

La campaña y la construcción del PSTU están al servicio de estos objetivos. Es importante el voto en el PSTU porque ese voto ayuda a avanzar en la movilización, la conciencia y la organización de los trabajadores. Queremos elegir diputados para que ellos estén al servicio de la lucha de los trabajadores y de la construcción de esa alternativa. Los diputados del PSTU van a denunciar los dobleces del Congreso Nacional y del gobierno y van a luchar contra los privilegios de los políticos. Un diputado o diputada del PSTU va a vivir con el mismo salario que recibe hoy, antes de ser diputado, y va a proponer que ningún político gane un salario mayor que el salario de un obrero o de un profesor.

OS: ¿Por qué no se hizo un Frente de Izquierda entre PSTU, PSOL y PCB?

ZM: En la primer elección en la que el PT participó, en 1982, Lula fue candidato a gobernador de San Pablo. El programa era romper con el FMI, no pagar la deuda externa y estatizar los bancos. Tuve 10% de los votos. Para mí, el resultado pareció óptimo. Lula lo consideró muy malo y decidió que si no dejaba de defender esas banderas polémicas nunca ganaría las elecciones. Comenzó con una rutina de rebajamiento del programa para buscar más votos, y eso nunca más paró. Después, pasó a hacer alianzas con los patrones y a recibir dinero de las empresas.

Pues bien, en la primera reunión que hicimos con la dirección del PSOL para discutir el Frente, nos dijeron que no estaban a favor de defender un programa que tuviese banderas consideradas radicales (estatización de los bancos, reestatización de empresas privatizadas, nacionalización de las tierras, etc.), porque eso dificultaría la disputa de los votos. No teníamos como concordar con eso.

Decir a los trabajadores que es posible cambiar sus vidas sin adoptar estos cambios sería mentir para las personas. Estábamos frente a escenas que ya habíamos vivido con el PT, y ya sabemos como terminó esa película. Por otro lado, no teníamos seguridad de que no fuera aceptado financiamiento de la campaña por empresas.

Hoy sabemos que por lo menos un gran grupo empresarial (Zaffari) ayuda a financiar la campaña del PSOL. Además, no es la primera vez. Y sin independencia económica no hay independencia política.

Si nuestra alternativa presupone la lucha contra las grandes empresas, ¿cómo vamos a hacer eso siendo financiados por ellas? El PT siguió por ese camino y dio en lo que dio. No tenemos el derecho de repetir esa historia.

El PCB había decidido lanzar candidatura propia, lo que respetamos.

OS: ¿Usted y el PSTU priorizan hacer una campaña más fuerte en la clase obrera, recorriendo obradores, fábricas y barrios obreros. ¿Por qué esta prioridad y cómo viene realizándose esta campaña? 

ZM: El proyecto que defendemos es obrero y socialista. Nada más adecuado que el partido busque involucrar en esta lucha a la mayor cantidad posible de obreros. Y que busque ampliar su influencia y organización en el seno de la clase obrera. Por eso, centramos nuestra campaña allí. Pero no es sólo en la campaña. Vinimos para quedarnos. Y la receptividad es muy buena.

Hay un proceso de ruptura amplio con el PT en la clase obrera. Sectores de la clase no creen más que el PT va a cambiar el país. Es normal que, electoralmente, gran parte de estas rupturas busquen una alternativa electoral que les parezca viable para derrotar al PT.

Pero eso no elimina el espacio para la discusión del programa que el PSTU presenta. Por el contrario, sentimos un espacio cada vez mayor para las ideas del partido en este sector y estamos luchando para que el mayor número posible de ellos vote en el 16 y venga a sumarse a nuestra lucha. Estamos muy contentos con lo que hemos alcanzado con la campaña hasta ahora.

OS: Existen datos crecientes de crisis económica y social no sólo en Brasil sino en toda América Latina. ¿Para qué deben prepararse los trabajadores, caso Dilma, Aécio o Marina sean electos?

ZM: Hay señales cada vez más claras de que la economía brasileña camina hacia una situación parecida con las crisis que hemos visto en otras regiones del planeta. Algunas semanas atrás, divulgaron un crecimiento negativo del PIB. La situación de la industria automotriz es sólo una de las expresiones de esta situación. Las consecuencias ya se están haciendo sentir, con despidos en la industria, principalmente en el Sur y Sureste. Esto tiende a empeorar y nosotros sabemos qué ocurre en las crisis. Los bancos y las grandes empresas hacen de todo para descargar sus costos sobre las espaldas de los trabajadores.

Y como las candidaturas apuntadas como probables vencedoras tienen compromisos con los bancos y las grandes empresas, podemos esperar más despidos y reducción de derechos.

Cuando hablan de ajuste fiscal, podemos esperar remate de los servicios públicos. Precisamos estar preparados para enfrentar esa situación con lucha, para evitar que eso ocurra, de la misma forma como hicimos bajar el precio de la tarifa de transporte, en junio de 2013.

OS: Usted siempre habla de que el PSTU no es un partido electoralista, es un partido diferente, una herramienta contra el sistema. ¿Qué le diría a un obrero u obrera, ya con tantas tareas, para que dediquen un tiempo para ayudar en la construcción de esta herramienta?

ZM: Cambiar –para que los recursos del país y la riqueza producida por el trabajo fuesen usados para garantizar vida digna a los trabajadores y el pueblo pobre– era el sueño de millones de trabajadores brasileños que ayudaron a construir el PT en la década de 1980.

Queríamos un instrumento político para la lucha de nuestra clase, para realizar ese sueño. Lamentablemente, eso todo se frustró porque el PT, a partir de su dirección, no escogió el camino de organizar la lucha de nuestra clase para cambiar el Brasil. Escogió buscar una alianza con los patrones. Y con los banqueros, para ganar las elecciones y gobernar.

Y nuestra clase está aprendiendo, duramente, una lección importante. Pero la desilusión con el PT no puede llevarnos al desaliento y a que no creamos más en nuestro sueño.

El primer paso es creer en nosotros mismos y en nuestra capacidad. Nosotros, los trabajadores, somos la amplia mayoría de la población; nosotros construimos toda la riqueza del país con nuestro trabajo; nosotros hacemos funcionar el país. ¿Por qué, entonces, no podemos gobernar el Brasil? Y, en el gobierno, cambiar el país, para que la prioridad deje de ser el banquero, las grandes empresas, el agro-negocio, las multinacionales, y pase a ser el trabajador?

Podemos, sí. Y fuerza para eso tenemos, si decidimos luchar por estos cambios. ¿No fuimos nosotros los que, en las calles, a inicios de la década de 1980, derrocamos la dictadura? El PSTU es el partido que quiere rescatar ese sueño.

Y aprendemos con la historia. No somos iguales al PT. Somos socialistas, luchamos para hacer una revolución en nuestro país, para acabar con la desigualdad, la injusticia, la opresión y la violencia contra los trabajadores. Para eso precisamos de un partido político diferente, que sea un instrumento para la lucha del pueblo y no un partido para aprovecharse del pueblo como esos que están ahí.

Y ese partido es el PSTU. Venga al PSTU. Construir este partido es ayudar a nuestra propia clase a realizar su sueño de vivir en una sociedad libre de toda forma de explotación y opresión.

Artículo publicado en Avanzada Socialista n.° 486, setiembre de 2014.-

Traducción: Natalia Estrada.

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