El pueblo ucraniano ante la nueva masacre en Palestina
La misma lucha, los mismos enemigos
Por Tarás Shevchuk
El pasado 7 de octubre el mundo fue conmovido por las imágenes de un nuevo estallido del conflicto en la Franja de Gaza. Los medios masivos de “desinformación” mostraron principalmente la ofensiva de las fuerzas de Hamás, a las que calificaron de manera unánime como “terroristas”, y centraron la atención de las cámaras y comentarios sobre las víctimas civiles dentro de Israel. Casi en automático, y a coro con el Premier israelí Netanyahu, que prometía una “venganza imborrable” y descargaba sobre la población de Gaza toda la furia de su poderosa máquina militar, salieron los “líderes” de las potencias imperialistas occidentales a legitimar para Israel su “derecho a la defensa” y el uso de todos los medios para aplastar a los “terroristas” de Hamás y destruir Gaza. Así tras ellos, todos los gobiernos títeres de las más diversas latitudes salieron a repetir su “condena a los terroristas que atentan contra víctimas inocentes” y a convalidar el “derecho a la defensa” a Netanyahu, el asesino serial del pueblo palestino. Es decir, todos defienden al verdadero principal terrorista: el estado sionista.
Pero de ese coro de lacayos del imperialismo occidental queremos destacar aquí las lamentables declaraciones de Volodymir Zelensky, presidente de Ucrania, un país que se encuentra bajo la invasión imperialista de otro régimen asesino, como es la dictadura de Putin. Zelensky comparó a la acción de las fuerzas armadas de resistencia palestina con la agresión de Rusia a Ucrania e identificó la defensa del Estado de Israel con la defensa de la soberanía de Ucrania.
Nos indigna semejante aberración política e histórica. Con estas afirmaciones Zelensky traiciona la heroica lucha de su propio pueblo. Los militantes de la LIT-CI, somos parte de la tradición revolucionaria marxista, que hemos defendido la lucha del pueblo ucraniano por su liberación nacional contra la dominación gran rusa del imperio zarista, después contra el régimen contrarrevolucionario estalinista y ahora contra su heredero directo, el dictador Putin. También defendemos la total independencia de Ucrania de todo dominio colonial. Como parte de esta misma tradición hemos condenado la limpieza étnica sufrida por el pueblo palestino, orquestada por el imperialismo inglés y estadounidense en la 2da. posguerra, con la complicidad de la URSS estalinista, que resultó en la creación del enclave colonial del Estado de Israel y su régimen de apartheid que continuó durante sus 75 años de existencia.
La destrucción sistemática que padece Ucrania con los bombardeos permanentes de Rusia, que causan muertes y penurias crecientes, son las mismas que padecen Gaza y otros territorios palestinos desde hace 75 años. El horror evidenciado en Bucha, región de Kiev y en Mariupol, puerto de Donbass son el flagrante testimonio de que los territorios ocupados por las hordas de Putin son convertidos en campos de concentración, con torturas y vejaciones sólo comparables con la invasión nazi. Y lo mismo sucede en los territorios ocupados por el sionismo. Y se agudizado desde hace años en Gaza y Cisjordania.
Así, Zelensky traiciona la justa resistencia ucraniana contra la agresión genocida de Putin, cuando le reconoce al ocupante sionista, que masacra al oprimido pueblo palestino su “derecho a la defensa”. ¡El dictador Putin también dijo estar “defendiendo a los rusoparlantes” en Donbass para justificar su invasión a toda Ucrania! ¡Legitimado con ese “derecho”, el opresor Netanyahu ya recibió “con urgencia” de parte de USA todo el armamento que Ucrania viene pidiendo desde hace más de un año!
Y esta traición de Zelensky es consciente, porque le consta que el Estado sionista y el régimen de Netanyahu han sido cómplices de la invasión y ocupación de Putin en Ucrania. Agentes de la Mossad como Yakov Kedmi son invitados como expertos a los canales oficiales de Rusia, para “explicar con detalles” cómo mejor aplastar a la resistencia en los territorios ocupados del Sudeste ucraniano. Ucrania no recibió armamentos modernos ni recibe aviones de combate F-16 de EEUU por exigencia del Estado sionista, que transó a cambio con Putin, que Rusia no proveería a Irán los SU-35. Y no podemos omitir las frecuentes visitas de Netanyahu a Rusia mientras Putin aplastaba la revolución siria para sostener la dictadura de Bashar Al-Asad. El premier israelí llegó a Sochi, en septiembre de 2019 y a Moscú en enero de 2020, para presentar a Putin el “Plan del Siglo” para Israel-Palestina, propuesto por Trump que obligaba a los palestinos a ceder más territorios de Cisjordania. Y así podríamos seguir ilustrando la total complicidad del sionismo oficial con Putin, como las turbias acciones del poderoso lobby israelí de origen ruso, cuyos miembros –más de un millón– residen como “respetables ciudadanos del apartheid”.
Es importante señalar que para los revolucionarios marxistas de la clase obrera, el elemento fundamental para definir nuestro apoyo a una lucha determinada no es sólo la dirección que la encabeza, sino: la composición social de los que intervienen, las reivindicaciones que levantan y los enemigos que enfrentan. Por eso es que celebramos el triunfo de la lucha del pueblo afgano contra el imperialismo yanqui y sus aliados, a pesar de la reaccionaria dirección Talibán, apoyamos en Malvinas la lucha del pueblo argentino contra los imperialistas británicos, a pesar de la Junta Militar que gobernaba, apoyamos la lucha del pueblo palestino contra la opresión sionista, a pesar de sus direcciones pequeñoburguesas, como Al Fatah y Hamás y también ponemos todas nuestras fuerzas al servicio del triunfo de la resistencia del pueblo trabajador de Ucrania contra la agresión imperialista rusa, a pesar del gobierno ucraniano, que sirve a los oligarcas locales y las corporaciones transnacionales.
Por todas estas razones estamos convencidos que el pueblo ucraniano y el pueblo palestino son hermanos en la lucha por su liberación. Y cada logro de esa lucha común será un triunfo para lucha de todos los oprimidos del mundo.
El triunfo de la lucha de Ucrania por su liberación nacional será obra de su clase obrera.
La clase obrera ucraniana, que está ofrendando su vida e integridad física para defender la soberanía e integridad territorial del país, se plantea cada día y cada noche en las trincheras y en las fábricas este interrogante: “¿Por qué los oligarcas y gobernantes no envían a sus hijos al frente, sino que los ponen a resguardo en el extranjero o en algún cómodo “servicio administrativo” de las fuerzas armadas?”... Sólo tomar un caso escandaloso: El del jefe del Consejo Nacional de Seguridad, Danilov, cuyo hijo en edad de obligación militar, se encuentra en Miami.
Y otros interrogantes: “¿A quién pertenece el país que defendemos? ¿Si sacrificamos todo luchando por la victoria frente a los ocupantes enviados por Putin, por qué debemos aceptar el orden y las leyes anti obreras y antisindicales que desde Kiev nos imponen los oligarcas, asociados con los capitalistas extranjeros y el FMI?”
Desde la LIT-CI en Ucrania acompañamos la reflexión que nos da las respuestas: Desde hace 20 meses enfrentamos al enemigo invasor con pocas armas y menos municiones. Y hemos aprendido a usarlas y estamos demostrándonos, ante todo a nosotros mismos, nuestro derecho a dirigir los destinos del país. Un derecho que no tienen los capitalistas y burócratas, que sólo poseen el dinero y las propiedades que han conseguido como producto de nuestra explotación.