Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

El Movimiento Obrero y los desafíos en la revolución chilena

Esta revolución detonó con los secundarios, sumando masivamente jóvenes de sectores populares, pobladores y miles de trabajadores.

Por MIT-Chile

Con poderosos sindicatos como el de mineros de La Escondida o de portuarios que asumieron la huelga del 12 de noviembre, todo este movimiento pudo asestar un gran golpe al gobierno de Piñera, obligándolo a retroceder. Sin embargo, la presión duró un par de días y no se mantuvo. A causa de eso muchos se preguntan ¿qué hubiera pasado si todos los sindicatos hubiesen mantenido la huelga? Muchos luchadores honestos piensan que ya no existe el fuerte movimiento obrero de los ’70, que hoy los trabajadores no luchan organizadamente porque son individualistas. Desde el MIT, afirmamos que la realidad es más compleja, y para demostrarlo hay que ahondar en algunos hechos.

El papel de la dictadura y las burocracias

La dictadura masacró y destruyó las organizaciones sindicales con un Estado de Sitio que prohibió la organización y las reuniones. Luego impuso el actual Código Laboral que prohíbe la huelga si es por motivos políticos o de solidaridad ajenos a la empresa, separando a los trabajadores en miles de sindicatos. Eso impide que se unan por rama productiva, como sí lo hacen los empresarios. Esta legislación se profundizó con Bachelet.

Pero las burocracias sindicales, como la CUT y otras confederaciones, también han tenido un papel desmovilizador. Sus principales dirigentes gozan de privilegios, viven una realidad ajena a cualquier trabajador y están comprometidos con los mismos partidos que protegen los intereses de los empresarios (el PPD, PS o DC); o peor aún, con partidos que dicen defender a los trabajadores, como el PC o el FA. Con métodos antidemocráticos se sentaron a dialogar con el ministro Blumel y retiraron de sus demandas la consigna “Fuera Piñera”. Este fue el mecanismo del Bloque Sindical de la Mesa de Unidad Social. No sólo protegen sus privilegios de dirigentes sino que traicionan la lucha dialogando con un gobierno repudiado por más del 80% de la población, que ha asesinado y violado los derechos humanos.

Mesa de Unidad Social: formada en agosto 2019, reúne sindicales como la Confederación del Comercio, Colegio de Profesores, Bancarios, CUT, CONFUSAM, FENATS, ANEF; movimientos sociales como NO+AFP, UKAMAU, MODATIMA; de DD.HH. y federaciones estudiantiles.

Muchos de sus dirigentes nacionales son de partidos de izquierda que están en el parlamento, como el Partido Comunista, Humanista o Frente Amplio y responden a ellos.

Si el movimiento obrero no lucha organizadamente, nuestra revolución tiene un límite

En varios lugares de trabajo aún falta organización fuerte para detener la producción. La falta de confianza en los sindicatos por el rol traidor de varios, empeoró la situación de abuso laboral, aun en estado de emergencia: patrones inescrupulosos aumentaron el hostigamiento a dirigentes de base y los despidos por “necesidades de la empresa”. Muchos aprovecharon de exprimir más a los trabajadores, como en la fábrica Fruna, donde aumentaron los turnos a 12 horas para “resolver” el transporte. Esta vergonzosa represión patronal debió combatirse por las federaciones y centrales sindicales; pero mostró a muchos trabajadores la urgencia de sobrepasar a esos aparatos.

Por otro lado, algunas dirigencias que luchan, lo hacen como el caso de la actual huelga de hambre de algunos trabajadores y dirigentes de CODELCO. Saludamos esa iniciativa, pero decimos que la herramienta de lucha más efectiva es la huelga porque afecta las ganancias de los empresarios. La mejor protección contra las represalias patronales es la unidad solidaria de todos los trabajadores, incluso de diferentes empresas.

¡A recuperar los sindicatos para las y los trabajadoras/es!¡A la Huelga General desde el 8M!

Desde el MIT creemos que debemos enfrentar la debilidad sindical que dejó la dictadura, revocar las burocracias sindicales que no quieren organizar la lucha, necesitamos dirigentes sindicales con cargos revocables, asambleas que funcionen con democracia obrera, y coordinar un plan nacional de lucha para enfrentar no sólo las represalias del gobierno empresarial sino además los ataques a nuestros derechos que hacen los empresarios.

Ese plan de lucha debe tomar los llamados a Huelga que hay: el 8 de marzo es el día internacional de la mujer, el reciente Encuentro de mujeres convocó a movilización para este día y huelga general desde el 9 de marzo. Las y los trabajadores de sectores productivos debemos organizar este llamado y paralizar la producción, con el objetivo de echar abajo a Piñera y lograr todas nuestras conquistas.

¡A formar Comités de Lucha para imponer una Huelga General que derroque a Piñera!

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