Vie Mar 29, 2024
29 marzo, 2024

El día en que el PT privatizó el petróleo

El 21 de octubre, el gobierno de Dilma Rousseff entregó a las multinacionales la mayor reserva de petróleo descubierta en Brasil. El consorcio, formado por Shell, Total, CNPC, CNOOC y Petrobras, tendrá el derecho a explotar y producir el petróleo del área de Libra, en la región de Santos.

 




El gobierno del PT consiguió, si no superar, al menos igualar el entreguismo de Fernando Henrique Cardoso (PSDB). Si la marca de los gobiernos del PSDB fue la entrega del patrimonio público a manos del capital financiero, con las privatizaciones de la Vale do Río Doce y del sistema Telebras, el gobierno de Dilma será conocido para siempre por la entrega a las multinacionales de la mayor reserva de petróleo descubierta en el país.



La subasta del Libra fue ganada por el consorcio formado por las empresas chinas CNPC y CNOOC, la anglo-holandesa Shell, la francesa Total y la Petrobras. El consorcio tendrá la concesión para la explotación de petróleo y gas de petróleo del pre-sal [yacimiento submarino], de la cuenca de Campos.



CNPC, CNOOC y Petrobras tienen el 10% del grupo cada una, mientras Shell y Total tienen el 20% cada una. El 30% restante también le cupo a Petrobras, ya que las reglas de la subasta obligan a la petrolera a entrar como operadora del consorcio.



Se estima que Libra tiene entre 8 y 15 mil millones de barriles recuperables de petróleo. Pero existe la posibilidad de haya aún más petróleo en la región. Para tener una idea, en 60 años de historia, Petrobras explotó 15 mil millones de barriles. Libra podría doblar las reservas de Petrobras, pero no fue eso lo que sucedió.



El sector cuyo valor es estimado en R$ 3 billones [US$ 1.376 billones], probablemente es mucho más, fue entregado por R$ 15.000 millones (US$ 6.904 millones), a través del llamado “bono de asignatura”.



El entreguismo del gobierno generó críticas hasta del ex presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli: “Al fijar el bono alto, usted tiene una visión de corto plazo, en la explotación y en el desarrollo de un recurso que ya tiene el grado de confirmación muy alto  (no hay duda que tienen petróleo allá) y los riesgos son sólo los de desarrollo. (…) En esa operación de R$ 15 mil millones, el gobierno va a recibir de inmediato incluso la consecuencia de eso porque, en la ganancia del futuro, el gobierno va a quedarse con una rebanada menor. (…) Como ella [Petrobras] va a entrar con el 30% del sector, va a tener que pagar 4.500 millones (US$ 2.074 millones), 30% de 15.000 millones y 4.500 millones. Eso es un drenaje importante en la caja de Petrobras, en este momento”, afirma Gabrielli.



En la práctica, el gobierno brasileño dejó de obtener una ganancia inmensa, que podría ser obtenida en los próximos 30 o 40 años, por un puñado de dólares. Pero, ¿cuál es la razón del gobierno del PT de adoptar una medida aparentemente irracional?



El motivo es que elgobierno petista, a diferencia  incluso del propio discurso desarrollista, opera bajo la misma lógica de los gobiernos del PSDB. Quema el patrimonio público para satisfacer las necesidades del capital financiero. En el caso del pre-sal, el objetivo era solamente alcanzar la meta del superávit primario de este año. Los 15.000 millones recaudados en la subasta servirán para cerrar esa meta. Y un tercio de esa cuenta será pagada por Petrobras, como afirma el propio Gabrielli.



Al mismo tiempo, la entrega del petróleo brasileño forma parte de un conjunto de privatizaciones que el PT realiza en este año: la concesión de 7.000 km de carreteras y 10.000 km de ferrovías a la iniciativa privada, además de la privatización de los aeropuertos y puertos.



El 21 de octubre entra a la historia como la fecha en la cual el gobierno del PT renunció a utilizar los extraordinarios recursos del pre-sal para viabilizar un programa de desarrollo social del país. El impacto que tendría el destino de la renta del pre-sal en la mejora de la salud, la educacióny la reforma agraria sería inmenso. Pero el PT prefirió engordar las arcas de las grandes petroleras y del capital financiero. Se trata de algo mucho mayor que una traición de este gobierno, que no debe pasar en vano para todos aquellos que dedicaron parte de sus vidas a la lucha por un país justo y soberano.

 

Traducción: Laura Sánchez

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