En este artículo, elaborado en base a uma entrevista con el Economista Luis Rojas, se sosti ene que el Paraguay ti ene una economía muy contradictoria, por un lado muy dinâmica y generadora de riqueza para un sector, pero por otro, genera procesos de exclusión, de pobreza. La estructura económica ti ene años buenos y malos, el 2013 va ser un año bueno con alto crecimiento económico del 13 o 14% del PIB, crecimiento de las exportaciones, ingreso de divisas, indicadores positi vos desde el punto de vista de la macroeconomía.
Pero al mismo tiempo, los indicadores sociales se mantienen estructuralmente negativos, los sectores sub empleados o desempleados o com problemas de empleo son aproximadamente un 40% de la población y la pobreza se mantiene en un 35%. El crecimiento económico no sólo no modifi ca esta cuestión, sino hace que aumente la desigualdad.
La Dirección General de Encuestas Estadísticas y Censo – DGEEC va midiendo año a año, el nivel de desigualdad; la tendencia es que los sectores que tienen mayores riquezas cada vez tienen mayor participación en el ingreso. Es un rasgo de la sociedad paraguaya que se va profundizando, por ejemplo, el auge inmobiliario en las zonas residenciales de Villa Morra, Autopista, Aeropuertos, etc., hay construcción de torres de departamentos con infraestructura de países del primer mundo, pero al mismo tiempo, la gran mayoría vive en situación de precaried y de pobreza.
Si bien hay una actividad económica importante, hay más circulante, pero, por la forma en que está estructurada la economía es muy poco lo que llega a los sectores empobrecidos, no hay un efecto derrame, es apenas un goteo.
Fundamentalmente la construcción genera empleo pero es más bien efímero, que dura poco, no es estable, las condiciones laborales no mejora sustancialmente. Es algo coyuntural, sin garantía de continuidad.
En relación a la problemática de la tierra, existe un proceso de expulsión de la población campesina e indígena del campo por la fuerza de expansión de los cultivos mecanizados de la soja y la ganadería. También la minería, con el descubrimiento de oro, hierro, titanio, petróleo, gas, va presionando sobre el costo de la tierra que es cada vez es mayor. Las tierras tienden a una mayor concentración, a una destrucción ambiental creciente. Es la riqueza para unos y pobreza para otros, más desigualdad.
Completando el cuadro, es que el Estado no redistribuye la riqueza porque no cobra impuesto a estos sectores o cobra muy poco, entonces ni siquiera compensa mínimamente.
Cartes, profundizará el modelo.
Todas las facilidades al sector empresarial, en el campo a las actividades ganaderas y de la agricultura empresarial, en la construcción existe un empuje a la participación del capital privado a través de concesiones o alianza público privada, por el lado de la educación también hay una privatización universitária desde hace tiempo, en los otros niveles educativos hay una gran participación del sector privado en la decisión de que se va hacer con el dinero del FONACIDE.
El crecimiento económico y la estabilidad política al gobierno de Cartes
Este crecimiento le puede dar estabilidad al gobierno y a la clase dominante paraguaya, le permite una campaña ideológica y discursiva, afi rmando, que éste es el modelo correcto para llevar al desarrollo al país y sacar de la pobreza a la gente. Es todo un discurso articulado que repiten desde políticos, técnicos, de los referentes gremiales del sector empresarial UGP, UIP, Feprinco. Y a partir de eso logran legitimidad social, con fuerte apoyo de los medios de comunicación y también de la mayoría de los partidos políticos tradicionales.
Un panorama negativo
El panorama es muy negativo para el pueblo trabajador, a no ser que haya una reacción del sector social, de las organizaciones sindicales,
campesinas, indígenas y populares. La implantación de un modelo neoliberal genera confl ictos y puede haber inestabilidad por descontento relacionadas por la cuestión económica o por otros aspectos políticos, como la corrupción, desprestigio. Sin duda alguna, el panorama vuelve necesaria la acción articulada de los sectores empobrecidos.
