El candidato Boulos cambia la lucha del activismo por las propuestas del sistema
Por una alternativa socialista y revolucionaria en estas elecciones.
Por: Joana Salay
Este año, las elecciones municipales de São Paulo adquieren gran importancia frente al escenario nacional. Aquí es donde se produce el enfrentamiento más polarizado entre la extrema derecha, oficialmente representada por Nunes, pero programáticamente también por Marçal, y el llamado frente amplio, que representa el gobierno Lula/PT en la ciudad, pero es encabezado por Guilherme Boulos del PSOL. El PSTU optó por presentar sus propuestas en estas elecciones con la candidatura de Altino, porque no ve en el Frente Amplio una alternativa ni a la extrema derecha ni a los problemas de la ciudad.
Boulos prometió desde el inicio construir un frente “lo más amplio posible en torno a los valores democráticos y la lucha contra las desigualdades sociales”. Para volverse aceptable para la burguesía y construir una campaña con viabilidad electoral, viene haciendo guiños a la burguesía paulistana, aceptando sectores del bolsonarismo y tratando de quitarse la camiseta activista.
La elección de Marta Suplicy como vicepresidenta en la lista, aunque formaba parte de la gestión de Nunes, muestra el tipo de frente que Boulos está dispuesto a construir. El apoyo del senador Alexandre Giordano (MDB) también es sintomático. El empresario estaba afiliado al ex PSL que eligió a Bolsonaro y asumió un mandato tapón, porque ocupaba el cargo de suplente del exsenador Mayor Olímpio que falleció en 2021 y era uno de los principales representantes de la llamada “bancada de la bala” en el Estado de São Paulo. Lejos de ser un frente con valores democráticos, es la expresión de la construcción de una candidatura para ganar las elecciones a cualquier precio. Incluso abandonando importantes demandas de los movimientos sociales.
Con el argumento de que no es candidato en Tel Aviv, Boulos se ha negado a tomar posición sobre el genocidio del pueblo palestino. El silencio no es sólo ante el ataque de Israel, sino también ante el genocidio de la población joven, negra y periférica de São Paulo. ¿No sería Boulos candidato a alcalde de la ciudad? Resulta que, mientras guarda silencio sobre la violencia policial, Boulos abraza un programa para legitimarla. Así lo demuestra cuando coloca a un ex comandante de Rota [Rondas Ostensivas Tobias de Aguiar – Policía Militar] para construir su programa sobre seguridad. Y cuando deja de defender la legalización de las drogas, que es una de las principales demandas del movimiento como forma de poner fin a la llamada “guerra a las drogas”.
En el programa que Boulos presenta para las elecciones, registrado en el TRE [Tribunal Regional Electoral], no se menciona la privatización. Esto fue poco después de que se construyera un frente con varios sectores del movimiento contra las privatizaciones, incluidos organizaciones y militantes del PSOL, y de que el propio Boulos se pronunciara en contra de la privatización. El programa tampoco habla sobre el problema de restringir el aborto legal en los hospitales de São Paulo, y mucho menos sobre la posibilidad de ampliación. Las militantes del PSOL fueron parte activa de la lucha contra el proyecto de ley sobre la violación y por el restablecimiento de la atención a las mujeres que necesitan realizar un aborto en el Hospital de Vila Nova Cachoeirinha, que Nunes interrumpió. ¿No es esto un asunto que incumbe al alcalde de São Paulo?
Incluso la lucha por una vivienda digna, Boulos ya ha comenzado a relativizar. En respuesta al diario O Globo sobre la posibilidad de que la alcaldía acuda a la justicia para recuperar inmuebles y terrenos “invadidos”, Boulos responde que depende. En otras palabras, asume que su gestión podrá actuar a través de la justicia para desalojar a los moradores de las ocupaciones.
Está claro entonces que lejos de crear un frente amplio por los valores democráticos y acabar con la desigualdad, Boulos y la dirección del PSOL están construyendo un frente con sectores burgueses para ganar las elecciones. Si la candidatura de Boulos estuviera al servicio de la defensa de los valores democráticos, se colocaría en defensa del pueblo palestino, de la garantía del derecho al aborto legal y del combate a la violencia policial. Si quisiese efectivamente combatir la desigualdad, defendería la reversión de las privatizaciones, el fortalecimiento de los servicios públicos, la regularización de todas las ocupaciones y el desalojo cero. Resulta que para dialogar con la Faria Lima [avenida que es hoy el centro financiero de São Paulo] y ganarse el apoyo de un sector de la élite paulistana tiene que abrir mano de esas pautas. Para que estas se concreten es necesario enfrentar los intereses de las grandes empresas multimillonarias y especuladoras. Es la misma opción que hizo Lula en 2002 y que mantiene al PT como parte de los partidos que gobiernan para la burguesía brasileña.
La transformación política no es sólo de Boulos, sino del propio PSOL. Un ejemplo de ello es su relación con el gobierno federal, donde es base de apoyo. Lula, con Haddad, está cumpliendo con el Marco Fiscal. ¿Cuál es la posición del partido y de Boulos al respecto? ¿Van a utilizar la alcaldía como punto de apoyo para luchar contra este techo que impide inversiones en áreas sociales? ¿Cómo se relaciona el partido con las huelgas de los empleados federales que se enfrentan directamente con las políticas de recortes del gobierno del PT? Boulos hasta el momento no ha declarado su apoyo a ninguna de ellas. Esto porque tiene privilegiados los acuerdos con el gobierno y los que comienza a firmar con los sectores dominantes, para garantizar su viabilidad electoral y de gobernabilidad, aunque sea en el marco de la administración de la desigualdad y de la miseria.
Es un hecho que Boulos tiene potencial electoral. Pero con este programa ¿puede ser realmente consecuente en ser una alternativa a la extrema derecha, defendiendo y gobernando para la clase trabajadora? Nosotros del PSTU creemos que no. La extrema derecha no será derrotada con la conciliación de clases. Aunque sea posible derrotarla en estas elecciones, lo cual es muy importante, sigue viva como fenómeno político de peso de masas. Porque su proyecto crece ideológicamente en un amplio sector y también porque se apoya en importantes elementos estructurales de nuestra sociedad que no pueden ser enfrentados con conciliación. Así, todas las candidaturas dispuestas a administrar el capitalismo renuncian a construir un programa de transformación estructural de la sociedad y terminan por contribuir con la desorganización del pueblo trabajador y con la desmoralización de los activistas, ayudando a la extrema derecha.
Por eso presentamos la candidatura de Altino para la alcaldía, metroviario que fue parte activa de la lucha contra la privatización de la Sabesp [Agua y Saneamiento en SP] y de varias otras, y con Silvana como vice, una mujer negra del movimiento por la vivienda. Altino y Silvana son un dúo fuerte que presentará una alternativa a la miseria capitalista, que enriquece cada vez más a los multimillonarios capitalistas y deja a la población trabajadora pobre en condiciones de vida cada vez más precarias.
Ven con nosotros a contribuir con la construcción de una candidatura socialista y revolucionaria, que junto al movimiento sindical, popular, social y estudiantil, luchará en defensa de nuestras pautas y demandas, sin conciliación con nuestros enemigos.
Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 22/8/2024.-
Traducción: Natalia Estrada.