Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

El agotamiento de los gobiernos “progresistas”: ¿un giro a la derecha?

Desde hace más de una década, se han instalado en Latinoamérica gobiernos que se autodenominan  “de izquierda”, “progresistas” y en algunos casos hasta “revolucionarios”.

Por IST (Uruguay)

Fue con la instalación de gobiernos como el de Hugo Chávez en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia, Néstor Kirchner en Argentina, Lula en Brasil y Tabaré Vázquez en Uruguay, que ese discurso ganaba peso, y muchos auguraban una “nueva etapa” contraria a las políticas típicas de la derecha de ajuste, represión y sometimiento.

Pero pasada más de una década de dichos gobiernos, este “ciclo progresista”, comienza a mostrar señales claras de agotamiento conforme se profundiza la crisis económica mundial en nuestro continente y la región. Y no podía ser de otra manera, pues estos gobiernos se limitaron a gobernar dentro de los marcos del sistema capitalista, dentro de sus instituciones, sus leyes y sus reglas.

Ante la crisis cada vez más profunda de estos gobiernos “progresistas”, los mismos comienzan a difundir el discurso de que nos encontramos frente a un “giro a la derecha” en la situación política en América Latina (un “resurgir” de la derecha), principalmente frente a la situación del gobierno de Dilma-PT en Brasil o del gobierno peronista liderado por Cristina Kirchner en Argentina.

Ambos sumidos en una crisis política de características importantes, que podría abrir paso a una victoria electoral del PRO liderado por Macri en Argentina, y en el caso de Brasil, un posible juicio político contra Dilma en Brasil. En estos dos elementos principalmente, se apoyan dichos gobiernos para sostener su discurso de que “se viene la derecha”.

A esto, se suma además, el descontento en Venezuela por la altísima inflación que se come los salarios y la falta de productos básicos; y también suceden las masivas protestas contra Correa en Ecuador. En Chile, la “socialista” Michele Bachelet, también está enfrentando fuertes movilizaciones en la educación y ganando el repudio por las medidas represivas.

Uruguay, no se ha quedado atrás en este debate. El Partido Socialista (de donde proviene el presidente Tabaré Vázquez), ha salido en estos días ha poner sobre la mesa la siguiente posición, en palabras de Yerú Pardiñas: «Nos preocupa que las fuerzas progresistas estén perdiendo territorio y que el trabajo de la derecha conservadora esté teniendo resultados».

Por otra parte, el diputado del Frente Líber Seregni (FLS), José Carlos Mahía, frente a los resultados electorales en Argentina afirmó que el suceso “debe llamar la atención del Frente Amplio. (…) Si ubicamos al kirchnerismo en el campo de la izquierda o del progresismo, entonces tenemos que poner las barbas en remojo. Las sociedades están enviando señales que deben ser atendidas.” (1)

Es en este contexto que se da la discusión acerca de los gobiernos “progresistas”. Desde IST, queremos debatir con los trabajadores, estudiantes y sectores populares, cuáles son las características de estos gobiernos y por qué comienzan a entrar en crisis. ¿Realmente lograron algún “cambio profundo”? ¿O se mantuvieron, en lo esencial, las mismas políticas históricas de los gobiernos neoliberales que gobernaron previo a los triunfos electorales de la “izquierda progresista”?

Veamos el caso emblemático (y con un impacto económico y político muy fuerte para nuestro país) de los dos países más importantes del continente (Brasil y Argentina), para apreciar cuales han sido las consecuencias de las políticas aplicadas de los distintos gobiernos en estos más de diez años.

Brasil: el gobierno de Dilma y el Partido de los Trabajadores (PT)

En el caso de Brasil, la debilidad del gobierno del PT de Lula y Dilma, no se debe a las profundas transformaciones de “izquierda”. La crisis política en este país, está atada por un lado a la profunda corrupción dentro del partido de gobierno que quedó en evidencia con las estafas y denuncias por coimas de varios funcionarios del gobierno que llevaron al PT a una gran crisis. Solo por mencionar un caso: “Joao Vaccari Neto, tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil fue condenado a 15 años de prisión por participar activamente en la corrupción que defraudó a Petrobras”. (2)

Por otro lado, los parches puestos sobre los sectores mas sumergidos (con las políticas asistencialistas de Bolsa Familia, similar al Plan de Emergencia y ayudas del MIDES en Uruguay, a las Misiones en Venezuela, o los planes en Argentina, etc), no solucionaron la miseria de amplias capas que viven en favelas cada vez más colosales. Ni hablar sobre las necesidades de los trabajadores, que son cada vez más atacadas por parte del gobierno.

Hoy  los obreros deben salir a las calles para reclamar contra los miles de despidos, a luchar por sus salarios que son devorados por la inflación y protestar contra las medidas de ajuste fiscal aplicadas con las viejas recetas de la derecha, impuestas ahora por Dilma y el PT.

Es debido a estas medidas de ajustes que más de 16.000 escuelas públicas fueron cerradas en Brasil. En San Pablo, el gobierno de Alckmin (PSDB) quiere cerrar mil escuelas más. Quienes van a pagar esta situación serán los hijos de la clase trabajadora y todos los sectores populares.

Otra consecuencia de la política económica del gobierno de Dilma, es el crecimiento de la inflación y del desempleo. Siete trabajadores son despedidos por minuto en el Brasil. Son más de 10.000 por día, y se prevé cerca de 2 millones de nuevos desempleados al 2016.

Y es que tanto el PT, como el PSDB de Cunha respaldan la aplicación del ajuste fiscal. Eso significa continuar pagando los intereses de la deuda (solo este año, ya fueron pagados R$ 970 mil millones -US$ 249 mil millones- a los banqueros), a costa del dinero de la salud, de la educación y hasta de la Bolsa Familia. Están juntos en la defensa de otra Bolsa mucho más grande e importante para ellos,  la Bolsa de los Banqueros y los capitalistas.

Para ello, el PT se comprometió a salvar el mandato del diputado corrupto Eduardo Cunha, de quien se demostró que sus cuentas bancarias en Suiza se llenaron con dinero robado de la Petrobras.

Es para aplicar este ajuste que Eduardo Cunha es mantenido en la presidencia de la Cámara. El gran acuerdo entre el PT, PSDB y PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) es para cargar los costos de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, para mantener las ganancias de los grandes banqueros, empresarios y hacendados.

El giro a la derecha en todo caso, es el del PT,  que busca un acuerdo para evitar el proceso de Juicio Político a Dilma y garantizar este brutal ajuste contra los trabajadores y el pueblo.

¿Podemos encontrar algo de “izquierda” en las políticas del PT en más de 10 años de gobierno?

Argentina: el gobierno de Cristina y el peronismo

En el 2011 Cristina Fernández de Kirchner elevó al Congreso la Ley Antiterrorista. Esta ley tiene el objetivo de impedir y reprimir toda protesta social y política del pueblo, para “evitar” que causen “terror” a los capitales extranjeros, y es así que muchas protestas son calificadas como “actos terroristas”. Estas leyes “antiterroristas”, están siendo aplicadas de distintas maneras en toda Latinoamérica por exigencia del imperialismo yanqui.

Por medio de leyes de este tipo, hoy en Argentina hay más de 6000 luchadores procesados por cortes de calles y rutas, por “usurpación” de establecimientos, acciones tipificadas como delitos en el nuevo código penal. A esto se suma el Proyecto X, donde la inteligencia recaba datos personales y políticos de los militantes y activistas que van a parar a una vasta y detallada base de datos con el único fin posible: fichar y perseguir militantes y activistas.

El gobierno de Cristina ha reprimido y ocupado militarmente empresas en conflicto como Lear y Gestamp. Actualmente los trabajadores petroleros de la cuenca del golfo San Jorge, de la provincia de Santa Cruz, están sufriendo una fuerte persecución judicial por luchar contra los despidos.

En los últimos dos años se despidieron a más de 750.000 trabajadores en el sector privado. En los últimos cuatro años se registra una inflación que osciló entre el 25 y el 40%. Los sindicatos dirigidos por la burocracia sindical, negociaron aumentos salariales muy por debajo de esas cifras y en cuotas, con lo que el poder adquisitivo de los trabajadores viene cayendo constantemente.

Mientras Cristina decía en un acto que no quería parecerse a los países que dejan morir niños en la playa (refiriéndose al caso de Aylan Kurdi y a la terrible situación de los refugiados en Europa), Oscar, que era parte de la comunidad aborigen de la etnia Qom, moría por desnutrición. Pesó apenas 9 kilos al morir. Su muerte, reabrió un debate que lleva varios años en Argentina: el de las verdaderas cifras de pobreza y hambre, en particular en la zona donde vivía Oscar, la provincia del Chaco.

En cuanto a la deuda externa, en 2003 la deuda del estado central en Argentina era de 150.000 millones de dólares. Desde entonces hasta el 31 de diciembre de 2014 el gobierno pagó 174.000 millones de dólares.  A pesar de ello, la deuda del estado (sin contar provincias) aumentó hasta llegar a 260.000 millones de dólares.

Del total que pagó el gobierno de Cristina, de deuda a los banqueros y fondos buitres, nada menos que 90.000 millones de dólares salieron del ANSES (dinero de los aportes jubilatorios de los trabajadores que no fue para los jubilaciones, sino para los buitres) y del Banco Nación (dinero que no fue a créditos productivos).

Estas medidas que beneficiaron a la banca y las grandes empresas, aplicadas por el gobierno “Nacional y Popular”, son las que allanaron el camino a la derecha, hoy encabezada por el empresario Mauricio Macri.

Sabemos que la posibilidad de derrota de Scioli por parte de Macri, no traerá ningún cambio que favorezca a los trabajadores y sectores populares. Tampoco la derrota de Macri por parte de Scioli impedirá que éste siga aplicando el ajuste que ya está en marcha, a través de la inflación, las suspensiones y despidos, los retiros “voluntarios”, los techos salariales y la entrega del petróleo y demás recursos naturales a empresas privadas y multinacionales como Chevrón o la Barrick.

“La década ganada” tan auspiciada por el kirchnerismo, no pasa de una ilusión que busca ocultar la verdadera realidad de fondo, y que quiere disimular la profunda crisis que sufre el Frente Para la Victoria de Cristina Kirchner, donde los trabajadores cada vez depositan menos confianza.

Tabaré Vázquez y el gobierno del Frente Amplio

Es en ese marco que aquí en nuestro país, los dirigentes del Frente Amplio (FA) -como vimos al principio de este artículo-, hablan de la amenaza de la derecha, poniendo como ejemplo este marco regional.

Se hace necesario entonces, analizar cuáles fueron y cuáles son, las políticas del Frente Amplio en nuestro país. La preocupación de los dirigentes frenteamplistas es válida, pues se ven en el espejo de Brasil y Argentina.

Hoy, como en los anteriores tres periodos parlamentarios, el FA cuenta con mayoría absoluta en dicho parlamento. Con sus votos puede aprobar o rechazar el presupuesto actual y muchas leyes. Por ello, es responsable claro y directo, de las políticas que se aplicaron en estos tres períodos de gobierno.

En estos días vimos a Juan Salgado, presidente de una las mayores empresas de transporte en Montevideo (CUTCSA), que lucra con el transporte público, cobrando un boleto caro donde los trabajadores dejamos una parte importante del salario (solo en ir y volver a trabajar), estuvo de gira en Francia junto a Tabaré Vázquez. El patrón Salgado, es amigo de larga data de Vázquez, y fue nombrado por éste, asesor.

Alberto Fernández, el dueño de FRIPUR que acaba de cerrar la planta pesquera dejando a más de mil trabajadores sin empleo, dejando deudas incobrables en el BROU, es sin duda parte de la derecha rancia de la patronal, y tiene relación con todos los partidos políticos, a los que “aportó” dinero para sus campañas electorales. Pero muy especialmente al Frente Amplio. Basta recordar que esta empresa, fue la que pagó la banda presidencial de Mujica en 2010, y en las dos últimas campañas, “prestó” su avión privado a los entonces candidatos Vázquez y Mujica, que lo presentaban como un patrón “progresista”.

Los cierres de ECOLAT, Chery, de la contratista OAS de Brasil, que dejaron a miles de obreros sin sus fuentes de trabajo, muestra que la vieja política de derecha, de no cobrar impuestos a las multinacionales para “favorecer la inversión”, termina siendo un arma contra los trabajadores que después de trabajar por unos pocos pesos para enriquecer a sus patrones, son empujados a la calle mientras estas multinacionales se retiran del país con sus cuentas bancarias repletas de dólares, para seguir haciendo negocios en otros países y/o rubros. El gobierno del FA en estos primeros meses ha aumentado los proyectos privados y extranjeros que no pagan impuestos, y el ministro Astori dijo que esta seguirá siendo la política privilegiada.

El conflicto de la educación le reclama al FA aplicar las promesas de la campaña electoral del 6% para la educación y la mejora salarial. Frente a este conflicto el FA aplicó nuevamente, la vieja receta de la derecha: el decreto de esencialidad del pachecato. Medidas que recortan el derecho de huelga y fueron aplaudidas por los partidos de derecha, que desde sus medios de comunicación desprestigiaban la lucha y pedían mano dura para “hacer cumplir la ley”.

Posteriormente, en medio de la ocupación del CODICEN, el gobierno del FA usó –otra vez- el viejo discurso de la derecha, para culpar a los “radicales” por el conflicto, y desalojó en medio de una brutal represión a los estudiantes y a quienes protestaban. Pero no terminó allí. Bajo este gobierno de “izquierda”, la Inteligencia infiltró marchas y protestas. Utilizó las cámaras colocadas en nombre de “la seguridad”, para identificar y perseguir manifestantes que terminaron procesados de forma fugaz, por lanzar piedras a la Republicana que reprimía. ¿Acaso no es esta la política histórica de la derecha que tanto repudiaba el Frente Amplio?

Por si fuera poco, los lugares que ocupan en las comisiones de Educación y Seguridad del parlamento, los partidos Blanco, Colorado e Independiente, fueron concedidos por los gobiernos frenteamplistas. Es así que hombres de Pedro Bordaberry y de Lacalle Pou, hoy ocupan esos cargos y no solo en estas comisiones, sino también por cuota política en los directorios de las empresas públicas.

El actual presupuesto que presentó el gobierno del FA, es de grandes recortes y de ajuste contra los trabajadores, también al viejo estilo de la derecha. Se recorta la inversión en todas las empresas del Estado, se alientan las PPP (Participación Público Privada) es decir privatizaciones. Se baja la inversión en la Universidad y no se cumple con el 6% prometido. Se recorta con este presupuesto las inversiones que se necesitan en salud, educación y viviendas.

Este parlamento con mayoría del FA en las dos Cámaras, solo discute como sacar un peso de acá, para ponerlo allá, y se ciñen a los linimientos de los organismos internacionales para tener buena nota con las multinacionales.

Ni una palabra de obtener recursos no pagando la fraudulenta deuda externa, ni una palabra de colocar impuestos progresivos a los capitalistas. Hoy con políticas calcadas de la derecha, el FA en medio de la desaceleración económica, le mete la mano en el bolsillo es a los pobres, trabajadores y jubilados. Así, nos deja con sueldos deteriorados y sumergidos (más de 600 mil trabajadores cobramos menos de 15mil pesos) y permite aumentos en alquileres, tarifas y precios, mientras a los grandes patrones los exonera de impuestos.

El gobierno, al estilo de la derecha, marcó pautas de salarios favorables a los patrones y de miseria para los trabajadores que no llegan a cubrir ni la inflación real. Y no hemos siquiera tocado el tema de la corrupción y el despilfarro en los casos como PLUNA y ANCAP –entre otros-, al mejor estilo de gobiernos Blancos y Colorados.

Cabe preguntarse entonces, ¿es el Frente Amplio un “gobierno de izquierda”?

Los dirigentes del PIT-CNT reproducen el discurso del gobierno en los sindicatos

Un documento reciente del PIT-CNT que se bajó a los sindicatos, también analiza esta nueva realidad en Latinoamérica. Haciéndose eco del discurso de los gobiernos “progresistas”, afirman:

“En este cuadro, América Latina presenta una evolución de carácter continental. Los gobiernos progresistas del continente, de izquierda o revolucionarios, muestran la emergencia de una nueva correlación de fuerzas entre nuestros pueblos versus las clases dominantes y el imperialismo norteamericano, que no habrá de renunciar pacíficamente a su hegemonía trasnacional. En este cuadro el imperialismo apela a los llamados “golpes blandos» con la pretensión de neutralizar, hacer retroceder en los afanes de transformaciones profundas cuando no desestabilizar directamente a los gobiernos transformadores del continente. El imperialismo se prepara a lanzar su contraofensiva a escala continental. Los hechos en Ecuador, Bolivia, Venezuela y Brasil avalan esta afirmación. Hoy está en juego en América Latina se profundizan los cambios o se instala la contraofensiva del imperialismo y el capital financiero” (3)

Los dirigentes del PIT-CNT, “olvidan” que tanto el primer gobierno de Vázquez que recibió con honores al repudiado Bush, como el segundo de Mujica que viajó al Salón Oval a abrazarse con Rockefeller y el imperialismo para mostrarnos como buenos alumnos dóciles de sus políticas, fueron gobiernos, como vemos, con excelentes relaciones con los EEUU. Tanto es así, que ahora nuestro país integra el Consejo de Seguridad de la ONU, donde el imperialismo yanqui y europeo legitiman sus ataques, represiones e invasiones, siempre hablando en nombre de “la lucha contra el terrorismo”. Ni hablar de nuestra colaboración en las “misiones de paz”, y del sometimiento y dependencia de nuestra economía, gracias a ser obedientes mandaderos del FMI y el BID, los principales organismos imperialistas. Estas políticas, se repiten en todos los países latinoamericanos, más allá de algún que otro discurso confrontativo.

Cabe preguntarse entonces a estos dirigentes del PIT-CNT, ¿qué le ven de “antiimperialista” a estas políticas?, ¿Cuáles son las “profundas transformaciones” que el imperialismo no soportaría?, ¿Dónde están las políticas aniimperialistas que nos enfrentarían con este?

La cierto, que los dirigentes del PIT-CNT no quieren decir, es que la ofensiva imperialista más bien, la están llevando adelante los propios gobiernos “progresistas” con sus políticas, que hacen los mandados siempre al amo del norte.

Entonces, el verso de la derecha y el golpe (que repiten también las burocracias sindicales de toda América Latina que están ligadas a sus gobiernos), es para mantenernos sin luchar, para así justificar esta política siniestra de estar aliado y cerrar filas junto al gobierno, ante el peligro de un supuesto golpe, o de un “gran retroceso” por el “avance de la derecha”.

Lo peligroso, es que con este discurso, los dirigentes del PIT-CNT y el FA (junto a todos los “progresistas”), crean un precedente muy negativo para los trabajadores. Hoy ellos mienten para su beneficio, para defender estas medidas a favor del capital, y cuando en realidad pueda estar en marcha la posibilidad de un verdadero golpe, ningún trabajador les va a creer.

Necesitamos construir una verdadera Izquierda

Estos gobiernos “progresistas”, que subieron prometiendo “cambios profundos” a favor del pueblo, y en muchos casos con discursos “anticapitalistas” y hasta hablando sobre la necesidad del Socialismo, hoy muestran los límites de su política “humanizadora”, “reformadora”, del capitalismo.

Los trabajadores y sectores populares continuamos con los mismos problemas centrales en toda Latinoamérica: los bajos salarios, el alto costo de vida, los desmantelados servicios públicos, el saqueo de los países por las empresas y potencias extranjeras, etc.

Su tarea solo ha sido la de amortiguar las luchas populares con discursos “de izquierda”, y otorgando algunas migajas, apoyados en más de una década de crecimiento económico muy grande. Como vemos, la política del “progresismo”, solo ha sido la de darle un barniz social y asistencialista a la vieja política capitalista de beneficio a privados, a las multinacionales. La vieja política de pagar religiosamente la deuda externa y ser los mejores sometidos del imperialismo yanqui y/o europeo.

Los trabajadores, estudiantes, jubilados y sectores populares, debemos sacar conclusiones de estos procesos. Nuestra corriente, hoy en día conformada en la LIT-CI, advirtió y denunció, incluso en los momentos de auge de esta “izquierda progresista”, que su destino estaba marcado, al unir en un frente político permanente a los trabajadores y la burguesía, diluyendo las fronteras de clase y liquidando la independencia política de la clase obrera y llevándola como furgón de cola de la burguesía “progresista”.

Hoy, vemos claramente el resultado de esa política impulsada por amplísimos sectores que se denominan de izquierda y hasta revolucionarios. Esa “izquierda progresista” terminó administrando los negocios de los capitalistas, y hoy en día no se diferencian de la derecha tradicional, más que por algún símbolo o discurso.

Los trabajadores, estudiantes y sectores populares, estamos nuevamente ante la necesidad de construir una verdadera izquierda, con independencia de clase, sin capitalistas ni militares “patriotas”, sin financiamiento empresarial, que es el primer paso para poder tener independencia política.

Necesitamos retomar las ideas de Marx y Engels, cuyo eje fundamental sea la participación junto a la lucha de los obreros, estudiantes y los sectores explotados y oprimidos.

Un partido que se ponga del lado del reclamo de las mayorías, como lo es la clase trabajadora, y luche junto a ella proponiéndole que para solucionar los problemas de fondo hay que dar una gran batalla y avanzar hacia el socialismo.

Debemos limpiar el nombre de la izquierda y de la lucha por el Socialismo internacional con democracia obrera, que durante décadas han ensuciado los “progresistas” y que los stalinistas de toda estirpe han caricaturizado, instalando el pensamiento único, las listas únicas, los dirigentes eternos, infalibles e incuestionables.

Desde IST sabemos que este es un enorme desafió, por eso te llamamos a ser parte de esta construcción y formar parte de la LIT-CI junto a los miles de militantes que estamos dando la batalla por la construcción de partidos revolucionarios en todo el mundo, y la Internacional necesaria para poder triunfar en el planeta.

Notas:

1) http://www.elobservador.com.uy/el-frente-alerta-que-camina-la-derecha-am…

2) http://www.elpais.com.uy/mundo/brasil-anos-carcel-extesorero-gobernante.html

3) http://www.pitcnt.uy/index.php/sala-de-prensa/item/download/107_24abfe6d…

 

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