Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

Ecuador | Bajo dura represión, el levantamiento popular mantiene la resistencia

La CSP-Conlutas conversó con Xavier Solís y Romel Sacta, abogados activistas por los Derechos Humanos del Ecuador, que monitorean la situación en el país.

Por: Sâmia Teixeira

En el Ecuador, desde el 13 de junio, una revuelta popular ha sacudido el país.

Convocada por la Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), una de las mayores y principales organizaciones que representa a diversas etnias originarias ecuatorianas, la movilización ha enfrentado una dura represión del Estado.

Con un preocupante saldo de al menos dos muertos, decenas de heridos y detenidos como consecuencia de las manifestaciones reprimidas, el gobierno del banquero Guillermo Lasso decretó el estado de excepción, que hasta el momento rige seis de las veinticuatro provincias del país.

Este miércoles 22 de junio, al completarse diez días de manifestaciones nacionales, una exigencia por la revocación del decreto fue negada por el gobierno, que no demuestra ninguna disposición al diálogo con los movimientos organizados y la población.

Informes locales

Las imágenes de resistencia y disposición de lucha divulgadas en las redes sociales, sobre todo de las etnias indígenas, son inspiradoras y muestran la fuerza de este movimiento que puede influir a otros países de América Latina.

El movimiento, que comenzó con menos adhesión, ganó amplitud luego de la prisión del principal dirigente de la Conaie, Leonidas Iza, y estimuló la participación de otros sectores de la clase trabajadora, así como de la juventud y los estudiantes.

En los últimos días, según datos de la Conaie, cerca de 10.000 indígenas se movilizaron para la capital, Quito. Además, diversos pueblos actúan en otras regiones, bloqueando rutas y vías importantes de transporte, y protegiendo sus regiones de los ataques policiales.

La CSP-Conlutas conversó con Xavier Solís y Romel Sacta, dos abogados activistas por los Derechos Humanos del Ecuador, involucrados en las luchas y que monitorean las diversas violaciones que el gobierno de Lasso ha cometido contra la población que se levanta por derechos y dignidad.

Solís explica que la caracterización observada en este momento “se asemeja a la dictadura de los años 1970, con uso del ejército en todo momento, que utiliza la represión brutal a las manifestaciones”.

A pesar de eso, el abogado confirmó nuevas marchas para este miércoles 22 en diversas provincias y en la región amazónica, sector de vanguardia en que indígenas responden a la represión con sus guardias indígenas que cuidan sus territorios.

“La represión es brutal, pero la resistencia ha respondido en mayor grado. Incluso con el gobierno impidiendo la entrada en la capital con fuerte aparato policial, cinco mil personas, 10.000, 20.000 personas entraron por diferentes puntos en Quito. El gobierno sigue no queriendo dialogar, responde con discursos estigmatizantes y racistas contra manifestantes, y ha tomado, incluso, instituciones folclóricas importantes, como la Casa de Cultura Ecuatoriana y otras confederaciones indígenas, invadiendo esos espacios con violencia e intimidación”, relató.

Él resalta la valentía de indígenas, campesinos y trabajadores de los sectores populares que han exigido la salida de Lasso, por un gobierno obrero y campesino de los trabajadores. “El descontento popular en la clase afirma que este gobierno no nos representa”, agregó el activista.

Las organizaciones sindicales del Ecuador también convocaron una asamblea y deliberaron su participación este 22 de junio en la gran marcha, esta vez también convocada por el FUT (Frente Unitario de los Trabajadores) en nivel nacional.

Romel Sacta, abogado por los derechos humanos que actúa en la ciudad de Cuenca, evalúa que la participación de esos sectores es primordial para que se mantenga la fuerza de la movilización indígena, que precisa resistir a la intransigencia del gobierno. “Poco a poco se van sumando varios sectores. Son estudiantes, trabajadores, sindicatos. En principio, las centrales sindicales no demostraron apoyo, pero a partir de la presión de las bases pasaron a involucrarse y solidarizarse. La adhesión de estos sectores es fundamental. El gobierno está apostando a que la Conaie no resistirá en Quito, eso debido a las diversas dificultades de mantener un número grande de indígenas sin recursos en una gran capital. Pero, si la Conaie fracasa, un período reaccionario, terrible, puede perjudicar a varios otros movimientos menores combativos, sindicales, estudiantiles y populares”, alertó Sacta.

En la región de Cuenca, él cuenta que parte del sector de transportes se sumó a las movilizaciones contra el gobierno Lasso.

Violaciones de los derechos humanos

Sacta listó algunas de las medidas adoptadas por el gobierno al decretar el estado de excepción, limitando la conexión a internet y prohibiendo el derecho civil a la reunión, por ejemplo. Eso dejó a la policía mucho más a voluntad para actuar con violencia.

De acuerdo con una denuncia pública del alcalde de Cayambe, Guillermo Churuchumbi, durante la fuerte represión seis personas saltaron de un barranco para huir de la embestida de las fuerzas policiales, y una de ellas, un joven de apenas 18 años, no resistió las heridas y murió.

El abogado Xavier Solís alerta sobre un recrudecimiento de la violencia policial en la medida en que la movilización popular gana expresividad. Hasta la noche del martes 21 de junio, el activista tenía la información de que una persona más habría muerto como consecuencia de la represión, otro joven indígena fue muerto en la región de Puyo, a manos de las fuerzas represivas. La AFP también confirmó dos muertos y al menos 90 heridos.

Hasta el momento, se estima que sean 87 los detenidos desde el inicio de las protestas, mientras la policía ecuatoriana informa que son 80 civiles presos.

Demandas del movimiento

La Conaie presentó al gobierno diez demandas, entre ellas la reducción de los precios de los combustibles, una moratoria sobre préstamos y desalojos de cuatro millones de familias pobres, el control de los precios de productos básicos, el fin de las leyes que precarizan el trabajo, el fin de las privatizaciones y contra la expansión de las empresas de minería que destruyen el medio ambiente y envenenan el agua de las comunidades pobres y de los pueblos originarios.

La culpa es del gobierno

El presidente de la derecha Guillermo Lasso, electo hace un año, fortaleció las relaciones con América del Norte y el FMI, lo que aumentó la pobreza en el país.

Las medidas económicas adoptadas por el gobierno elevaron el costo de vida en el país, empeorado después por los efectos de la pandemia.

La población también exige mejores condiciones en los sectores de la educación y de la salud, con pésimas estructuras y bajos salarios para los profesionales, y protestas contra la creciente violencia provocada por el narcotráfico en el país.

¡La CSP-Conlutas se solidariza con la huelga general en defensa de los derechos de los trabajadores y pueblos originarios en el Ecuador y repudia la violencia del Estado contra la población! ¡Todo apoyo a la lucha en el Ecuador! ¡Fuera Lasso!

Traducción: Natalia Estrada.

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