Por la defensa incondicional de Cuba Socialista
Hemos señalado en anteriores documentos que la situación "económica cubana sólo tenía perspectivas de solucionarse si el ascenso de la revolución latinoamericana continuaba, y a Cuba Socialista se agregaban otros países latinoamericanos, en una Federación de Estados Socialistas. Este análisis ha sido corroborado por la realidad. En efecto, el bloqueo del imperialismo yanqui al primer país socialista de Latinoamérica, está dando sus frutos, como consecuencia del retroceso del movimiento revolucionario latinoamericano. Otra resultante de esto es que Cuba tiene una dependencia económica cada vez mayor de la URSS.
Esta situación no ha impedido que haya demostrado en estos siete años, pese a lo arriba señalado, la superioridad aplastante de un estado socialista. Es el único país latinoamericano que ha erradicado definitivamente el analfabetismo y que ha logrado solucionar el problema de la vivienda y de un mejoramiento sustancial del nivel de vida de la clase trabajadora. Si todo esto fue posible en solo siete años y en esas condiciones, ¿qué no hubiera sido posible si tuviera relaciones comerciales amistosas con el resto del mundo y de América?
Esto no debe ser óbice para que señalemos que hay síntomas alarmantes de resurgimiento de tendencias burocráticas dentro de Cuba, como lo demuestran las purgas por un régimen de vida no acorde con la moral socialista. Por otro lado, la desaparición del mismo “Che” Guevara; como la discusión sobre los problemas económicos que la precedieron, señalan que la presión combinada da la URSS y el bloqueo imperialista se hacen notar.
La solución del problema económico cubano no puede ser en sí la, diversificación de la economía, aunque puede ser un paliativo importante. La solución es política: desarrollo de la revolución latinoamericana. La dirección de Fidel Castro trata de mantener un difícil equilibrio frente a todas estas presiones, de ahí su carácter personal, directamente proporcional a las presiones antagónicas que soporta.
El enjuiciamiento do Cubelas y el desplazamiento de Ameijeiras es un toque de alarma sobre la fortaleza de los sectores burocratizados y la unidad que establecen no sólo con la URSS, sino con el propio imperialismo yanqui.
Fidel Castro, si hemos de creer a los mejores informes de la situación interna de Cuba, continúa apoyándose en la movilización permanente de los trabajadores, que todavía no han estructurado formas institucionales para su poder y movilización. Un síntoma importante puede ser la forma de organización del partido comunista. Según informes fidedignos a los miembros del mismo se los elige en asambleas democráticas en sus lugares de trabajo. Ser miembro del partido es un honor y una obligación que sólo pueden obtener los mejores luchadores de las cooperativas y de las fábricas, Si así fuera, Cuba Socialista estaría dando serios pasos hacia la formación de un partido de vanguardia de los trabajares y no hacia la organización de un partido de la nueva burocracia estatal y del movimiento obrero. Un partido así no sería más que la antesala de la democracia obrera.
Sean estos u otros los hechos objetivos que se dan en Cuba, ellos son los decisivos para comprender la realidad cubana y de su dirección, y no los espectaculares como los discursos o partes de discursos de Fidel Castro o algunos otros líderes cubanos , como sus ataques al MR-13 guatemalteco y al trotskismo. Sin ignorar que esos discursos tienen su importancia.
En base a estos hechos podemos decir, sin temor a equivocarnos, que no hay ningún síntoma que justifique el cambio de nuestra caracterización de Cuba como estado obrero en transición hacia un Estado Obrero liso y llano o hacia un estado obrero deformado o burocratizado, o, más grave aún, hacía un estado burgués semicolonia yanqui. Esta última perspectiva, en caso de contrarrevolución, la creemos muy probable por la proximidad de Estados Unidos y e1 alejamiento geográfico de los estados obreros. La alternativa para Cuba pareciera ser, a escala inmediata, no histórica: desarrollo de la revolución latinoamericana y mundial o contrarrevolución capitalista.
Estas perspectivas unen el proceso interno de Cuba a la situación de conjunto de Latinoamérica y el mundo. Cuba enfrenta la posibilidad permanente de que las oligarquías latinoamericanas y el imperialismo yanqui le hagan un ataque armado, una invasión. Frente a esta perspectiva, como a la actual de bloqueo económico, todas las corrientes revolucionarias de Latinoamérica tienen la obligación de unirse para poner como principal tarea en esta etapa, la defensa incondicional de Cuba Socialista. Esta defensa, llegado el momento, debe pasar por el saboteo liso y llano de los ejércitos oligárquicos o imperialistas que ataquen Cuba.
