Vie Abr 19, 2024
19 abril, 2024

Derrocar a Dilma, Cunha, Temer y Aécio en las calles: ¡Fuera todos ellos!

El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (PMDB), continua haciendo maniobras extravagantes en el Consejo de Ética para atrasar la votación que puede poner fin a su propio mandato. Para intentar librar su propia cara, Cunha decidió aceptar uno de los pedidos de impeachment de la presidente Dilma.

Editorial Opinião Socialista – PSTU Brasil

No creemos que el impeachment sea la solución para los problemas del pueblo pobre y trabajador. Eso porque entrega a los políticos corruptos del Congreso (todos harina del mismo saco) la decisión sobre quién debe o no gobernar. Además, entregaría el poder a Michel Temer (PMDB), que no es nada diferente de los que están allí.

Mientras tanto, ya no es más posible que organizaciones que se dicen de izquierda, como el PSOL, o movimientos que se dicen del campo de las luchas, como la CUT, el MST y el MTST, continúen defendiendo al PT y “Fica Dilma” [“Quédese Dilma”] con el discurso vacío de defensa de la democracia.

¿Qué democracia? Nosotros defendemos un gobierno de los trabajadores formado por consejos populares, y creemos que ese gobierno que necesitamos solo será conquistado con lucha, pues hasta incluso las elecciones se presentan como un juego en que los vencedores son los que tienen más dinero.

¡Elecciones generales ya!

¿Qué democracia es esa en la que la gran mayoría de los políticos se eligen mintiendo para el pueblo y, después de electos, hacen lo que quieren? ¿En nombre de quién? La Presidente, la gran mayoría de los diputados y senadores, incluido Eduardo Cunha y Aécio Neves (PSDB), los gobernadores y alcaldes fueron casi todos electos con donaciones de bancos, contratistas, mineras. Prometieron hacer una cosa y están haciendo otra. Si el pueblo eligió, tienen el derecho de poder sacarlos cuando quiera.

Los diputados, senadores y gobernantes prometieron mejorar la vida del pueblo y están arrojando la crisis en nuestras espaldas para beneficiar a los banqueros. Nosotros defendemos la revocabilidad de mandatos. Al final, ellos deberían representar al pueblo y no a los banqueros y a sí mismos. Por eso, defendemos elecciones generales ya para presidente, diputados, senadores, gobernadores y alcaldes.

No vamos a defender a Dilma y el PT

El PSTU no defiende a Dilma y el PT porque ellos no defendieron a los garís [recolectores] en huelga y a los obreros de las fábricas y de la construcción, víctimas del desempleo. No vamos a defender a Dilma y el PT porque ellos no defendieron al pueblo “quilombola” y a los negros y negras exterminados en las periferias por la policía y, además, porque negociaron con la derecha el derecho al futuro de nuestra juventud, cuando abrieron paso a la aprobación de la reducción de la mayoría penal.

No defendemos a Dilma y el PT porque ellos no defendieron a los indígenas Guaraní Kaiowá que continúan siendo asesinados. No defenderemos al PT porque ese partido nació del seno de los trabajadores, pero traicionó a nuestra clase y se pasó para el otro lado cuando escogió gobernar para los ricos.

Fuera todos ellos: por un gobierno de los trabajadores formado por consejos populares

La derecha brasileña, blanca y reaccionaria, ya gobernó este país por mucho tiempo. Aécio, Alckmin, Fernando Henrique Cardoso [FHC], la familia Sarney, la familia Magalhães y otras ya desangraron demás las espaldas de los trabajadores pobres y, desde siempre, vendieron el Brasil al imperialismo.

Estamos frente a una crisis económica profunda, que destruyó empleos, destruyó los salarios con la inflación y revienta la vida de los trabajadores que tienen que hacer magia para continuar comiendo, andando en ómnibus y pagando alquiler.

Junto con la crisis económica, estamos viendo también una crisis política. El PT, que fue el partido a quien el pueblo confió sus esperanzas, traicionó a los trabajadores y se pasó para el lado de los ricos, de los banqueros, de los patrones, de los burgueses.

¿Qué hacer ahora?

Ninguno de estos gobiernos o partidos en el poder pueden darnos una solución. Es necesario hacer una huelga general que muestre para todos ellos que somos nosotros, los trabajadores, los que producimos toda la riqueza de este país.

Es necesario un gobierno de los trabajadores, sin patrones, sin corruptos, constituido por consejos populares de trabajadores organizados en las fábricas, de estudiantes organizados en las escuelas, del pueblo pobre organizado en barrios y ocupaciones, y de la juventud negra y pobre de las periferias organizada en sus colectivos.

Solo un gobierno así podrá tomar decisiones como parar de pagar la deuda y usar ese dinero para garantizar estas medidas:

  • Estabilidad en el empleo, fin de los despidos y reducción de la jornada de trabajo sin reducción de los salarios;
  • Control estatal del precio de los alimentos, de los transportes y de los alquileres;
  • Reestatización de todas las empresas que fueron privatizadas, como la Vale do Rio Doce/Samarco, responsables por la tragedia de Mariana;
  • Reforma urbana y reforma agraria bajo control de los trabajadores;
  • Fin de la Policía Militar [PM];
  • 10% del PIB para la educación pública;
  • 10% del PIB para la salud pública.

Traducción: Natalia Estrada.

Artículo publicado en Opinião Socialista n.° 510, diciembre de 2015.-

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